Los mercados bursátiles de Colombia, Chile, México y Perú encontraron un espacio común para expandir su margen de negocio y acceder a diferentes instrumentos y herramientas como los demás. No obstante, sus coyunturas locales aún generan retos a la hora de integrarse con mayor naturalidad.

El Mercado Integrado Latinoamericano (Mila) cumplió una década desde su entrada en operación el pasado 30 de mayo. En ese tiempo, las bolsas de valores de los países de la Alianza del Pacífico han tenido procesos de evolución importantes con la llegada de nuevos aliados internacionales, así como la posibilidad de que sus corredores amplíen el rango de negocio fuera de sus mercados domésticos. No obstante, la integración de las cuatro naciones aún no avanza con total fluidez, a pesar de tratarse de un solo mercado.

Es distinto que el mercado sea uno solo a que los mercados se comporten de una misma forma, pues dependen de las características de los negocios y lo que esté ocurriendo en cada uno de ellos, así como en cada una de las compañías. En el fondo, los distintos integrantes pueden operar a través del sistema integrado, donde cada uno podrá acceder a los instrumentos y acciones de cada nación”, explicó a Forbes el gerente general de la compañía chilena DVA Capital, Fernando Gómez.

Uno de los avances más importantes en ese aspecto tuvo lugar el pasado 8 de junio, cuando la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) informó que las acciones de las compañías chilenas más importantes podrían negociarse en pesos colombianos: se trató de Banchile, Cencosud, Enel Chile, Falabella y la Sociedad Química Minera de Chile (SQM).

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En su primer día dentro de la bolsa colombiana, las acciones de Cencosud, Banchile y SQM crecieron 2,67 %, 1,6 % y 0,87 % respectivamente, mientras que las de Enel y Falabella cayeron 5,38 % y 14,82 %. No obstante, las cinco se negociaron en $4.248 millones en el Mercado Global Colombiano (MGC) mediante 56 operaciones.

Otro aspecto en el que todos los miembros del Mila se parecen es que cada uno de ellos cuenta con un índice internacional como socio para dar liquidez a sus respectivos mercados de valores. En los casos de México, Perú y Chile, ese aliado es Standard & Poor’s, con quien trabajan desde 2014, 2015 y 2018 respectivamente. Por su parte, Colombia concretó una alianza estratégica con Msci para administrar el índice Colcap, que pasó a llamarse Msci Colcap desde el pasado 28 de mayo.

El presidente de la BVC, Juan Pablo Córdoba, le comentó a Forbes que, gracias a su posicionamiento local, el Msci Colcap es el producto mejor desarrollado en Mila y un caso de éxito de la región, siendo la única bolsa del mercado que ha concretado una alianza con Msci, considerado el principal gestor de índices a nivel global.

Esto traería mayor visibilidad para nuestro mercado de renta variable entre inversionistas internacionales que siguen los índices de Msci, dado que el índice pasa a ser parte de una de las familias ya establecidas por la firma, contribuyendo así a afianzar uno de nuestros pilares estratégicos, que se centra en profundizar la internacionalización de los mercados locales a través de productos atractivos, con fácil acceso y con los estándares de la industria.”, añadió.

“Notamos una mayor actividad en el mercado chileno, aunque sigue siendo baja, mientras que en el mercado mexicano la operación del Mila representa menos del 1%”

juan rich, director de análisis y estrategia del grupo financiero bx

Sin embargo, Gómez destacó que el índice de un país no debería tener mucha incidencia en los aspectos del funcionamiento del mercado, porque lo que estos hacen es calcular una aproximación de cómo se está moviendo el mercado en su conjunto, comportamiento que destaca por su variabilidad, lo que puede favorecer o perjudicar a distintas acciones que componen el índice.

“Desde el punto de vista de la integración del mercado latinoamericano, esos ajustes se van a producir naturalmente, y en el caso del índice de un país en particular, se van a ajustar mucho más por los flujos que tengan entidades locales y globales, independientemente de que sean o no del Mila”, subrayó.

Por su parte, el gerente general de la Bolsa de Valores de Lima, Francis Stenning, dijo a Forbes que, si bien algunos actores ya contaban con dicha proyección regional, “queremos pensar que Mila ha podido acompañar positivamente dicha evolución”. En el caso de Perú, el ejecutivo destacó que un factor importante ha sido la modernización y armonización de muchas regulaciones del mercado de valores.

¿Cómo se ha comportado este año?

Las cifras recopiladas por el Mila con corte al 30 de abril mostraron que el volumen negociado en los mercados de Colombia, Chile, México y Perú fue de US$57.064 millones. En cuanto a las operaciones de dichas naciones mediante la infraestructura Mila, el total llegó a US$631 millones, cifra que representa apenas 1 % de los volúmenes negociados en estos países. Asimismo, las operaciones a abril de 2021 se mantuvieron prácticamente en el mismo nivel que hace un año.

Frente a la capitalización bursátil del Mila en general, las cifras arrojadas cada mes presentaron altibajos en comparación con los mismos periodos de 2020. Mientras que la variación anual fue negativa en enero y abril, que cayeron 2,93 % y 1,23 % respectivamente, los números fueron positivos en febrero, marzo y mayo, revelando crecimientos de 2,7 %, 3,1 % y 1,59 % frente al mismo mes del año pasado.

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En cuanto a la evolución de la rentabilidad anual de los índices bursátiles en el primer tercio del año, el panorama es desigual. Tanto México como Chile tuvieron números positivos, arrojando cifras de 8,95 % y 7,08 % respectivamente, mientras que Perú y Colombia reflejaron un desempeño negativo al caer 5,17 % y 13,02 % entre el 1 de enero y el 30 de abril (ver gráfico).

Ante este panorama, el director de Análisis y Estrategia de Grupo Financiero Bx+, Juan Rich, señaló a Forbes que, en lo que va de 2021, las operaciones del Mila siguen representando una parte muy pequeña como porcentaje de los negocios de los mercados que lo conforman.

“A la fecha, vemos que la integración va a un ritmo lento, aunque por país es diferente. Notamos una mayor actividad en el mercado chileno, aunque sigue siendo baja, mientras que en el mercado mexicano la operación del Mila representa menos del 1 %. Por lo tanto, vemos que las operaciones en este mercado seguirían siendo bajas este año”, añadió.

Gómez también comentó que el hecho de que distintos mercados estén integrados no significa que las situaciones económicas, ni las expectativas, ni las incertidumbres de cada uno de los países sean similares, por lo que es esperable que anden por carriles distintos.

En el caso de Colombia, el estallido social provocado por el paro nacional y la reforma tributaria hizo que subiera la incertidumbre en las acciones locales, sin que tuviera necesariamente un equivalente en uno de los demás países del mercado. Lo mismo ocurrió con el resultado del plebiscito para una nueva Constitución en Chile y el conteo electoral en Perú, factores que afectan a las compañías de cada nación, pero no a las otras.

El directivo aclaró que las coyunturas económicas, sociales y políticas de cada una de las cuatro naciones no son atribuibles a que haya afectado al mercado integrado o no. “Si el Mila baja su liquidez, puede ser porque cayó la liquidez de los mercados, el apetito o el riesgo, pero no es algo que afecte directamente o solo al Mila”, dijo.

Al mismo tiempo, los expertos destacaron que hay un ligero desconocimiento de los agentes de cada uno de los países frente a lo que ocurre en las otras naciones, sumado al hecho de que las situaciones tributarias no son totalmente simétricas al interior de los cuatro mercados. Esos detalles inclinan a los partícipes a hacer las transacciones en dólares, lo que pone un roce adicional a los países donde se originen los negocios, creando pequeños escenarios que hacen que la fluidez no sea toda la que hubieran deseado quienes lo están impulsando.

“Gracias a su posicionamiento local, el MSCI Colcap es el producto mejor desarrollado de Milay un caso de éxito en la región, siendo la única bolsa del mercado que ha concretado una alianza con el MSCI, considerado el principal gestor de índices a nivel global”.

juan pablo córdoba, presidente de la bvc

¿Qué viene después?

Según Rich, existen dos aspectos a resaltar. El primero es más transaccional, factor en el que actores como las corredoras y los reguladores tienen mayor conciencia de la necesidad de digitalizar servicios en línea, tales como aplicativos de on-boarding digital y ejecución de operaciones en línea, para lograr mayor eficiencia. Por otro lado, el segundo aspecto tiene que ver con el vuelco creciente de muchas empresas e inversionistas hacia la sostenibilidad corporativa.

“En Perú, por ejemplo, las principales empresas del país se encuentran evaluando profundamente su papel en el largo plazo, no sólo con sus accionistas, sino con clientes, proveedores, comunidades, y medio ambiente”, resaltó Rich.

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Por su parte, Stenning comentó que la expectativa es diferente en función de los sectores y las geografías. Sin embargo, destacó que las políticas monetarias en varios países han contribuido a aumentar la liquidez en los mercados, lo que puede seguir apoyando a los mercados de capitales. En ese sentido, aseguró que los señalamientos de los bancos centrales respecto al rumbo de las tasas de interés es algo crucial.

Adicionalmente, y mientras que las naciones que conforman el Mila luchan por lograr un ecosistema mucho más fluido, otros países latinoamericanos, concretamente en Centroamérica, también están librando sus propias batallas para conformar un sistema económico integrado, del que actualmente harían parte Costa Rica, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Belice y República Dominicana, miembros del Sistema de Integración Centroamericana (Sica).

Frente a la integración económica de dichas naciones, la organización destaca aspectos como la asistencia técnica especializada en materia de facilitación del comercio, aduanas, aranceles, tributos internos, reglamentación técnica y origen de las mercancías, entre otras materias.

Entre los proyectos que llevan a cabo en la actualidad, destacan la iniciativa de desarrollo de ideas para negocios y aceleración de las mipymes centroamericanas, el sistema de monitoreo de políticas públicas de emprendimiento, así como el programa de hermanamientos de la red de pequeños negocios de la región.

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