Cinco razones para trabajar en una startup

Graduarse de la Universidad, conseguir un trabajo en una corporación reconocida que nos ofrezca estabilidad y proyección,y  donde podamos aprender y crecer como profesionales. Ese es el consejo que usualmente recibimos de nuestros padres, profesores y familiares. Aunque no es un camino errado ni menos importante (al final el mundo no puede consistir solo de startups y emprendedores), creo que vale la pena reflexionar sobre el camino menos transitado, aquel en el que nos arriesgamos , en el que al principio no estamos tan bien remunerados, no tenemos tantos beneficios y la inestabilidad y el cambio son las únicas cosas ciertas.

Estoy convencido que unirse a una startup, en especial en nuestros primeros años laborales, es una de las mejores experiencias que pueden tener, combinando aprendizajes emocionales, mentales, profesionales y muchas veces existenciales. Para mi, trabajar en un startup es el real MBA y a continuación les doy cinco razones muy importantes para que lo piensen dos veces antes de tomar el típico trabajo corporativo.

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1. Empezarás a contribuir desde el día uno

En una corporación es difícil que veamos el impacto directo de nuestro trabajo. Hay escalones jerárquicos, egos grandes tratando de brillar y muchos eslabones involucrado en cada decisión. En una startup, eres el responsable directo de cada decisión y de sus resultados. Aunque esto trae un alto nivel de estrés y genera frustración en el 90 % de los casos, porque no nos digamos mentiras, de cada 10 decisiones que tomamos 9 no funcionarán muy bien, la satisfacción que genera ver salir adelante esa decisión que cambia el rumbo de la compañía y hacer que crezca un poco más, es de las cosas más satisfactorias que uno puede experimentar como profesional.

Adicionalmente, ver esas contribuciones directas que uno hace desde el principio, puede es un factor muy importante en el desarrollo de nuestras habilidades. Nos da retroalimentación instantánea y esto nos permite detectar errores rápidamente y corregir sobre la marcha. Cometer errores es la mejor forma de aprender, y en Ontop, por ejemplo, nos encanta cometer errores rápido y aprender a toda máquina.

2. Desarrollo de profesional acelerado

El dinámico ambiente laboral de una startup hace que sus empleados puedan participar en proyectos retadores y prioritarios, cosa que en una corporación no pasaría tan fácil. Las personas piensan  que al trabajar en un startup pueden  acceder a cargos altos con nombres elegantes, sin embargo, acá, la experiencia habla por si sola, y los títulos no se otorgan; se ganan.

Alguien que haya participado en la construcción de algo desde el momento cero, le lleva años luz  a cualquier otro profesional ya que ha podido evidenciar de primera mano cómo se pasa de tener tan solo una idea, a tener algo concreto que ya comienza a funcionar. Este nivel de detalle y de conocimiento es difícil de adquirir de otra manera. Por lo tanto, alguien que entra a una startup en etapa temprana constantemente está viendo los resultados de sus esfuerzos en relación proporcional al crecimiento de la compañía.

Tal es el caso de Maria Camila Ramirez en Ontop. Maria Camila decidió creerle a Ontop luego de salir de su práctica y fue la primera persona que contratamos. Estuvo a mi lado construyendo el área de operaciones y customer success desde el día uno y hoy, tan solo 11 meses después, es la líder de toda el área y tiene más de 8 personas reportándole y es de las líderes más importantes que tenemos. En una corporación seguramente esto no hubiera pasado tan rápido.

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3. Te puedes poner varios sombreros

Este es de mis argumentos favoritos. En una corporación uno entra a un cargo determinado y tiene una limitación de quedarse viendo cosas particulares de su rol o área. En una startup, como la estructura es tan horizontal o muchas veces inexistente y se responde a las situaciones con rapidez y los recursos que se tenga, es probable que tengamos que tener varios roles de diferentes áreas a la vez.

Esto nos permite tener experiencia directa en diferentes roles y responsabilidades que nos dan un conocimiento amplio de cómo funciona una empresa y la interacción entre sus diferentes áreas. Por ejemplo, en Ontop, Santiago Vicaria, uno de nuestros VP’s de Ventas, fue el segundo empleado que contratamos.  Ha estado involucrado en Operaciones, Recursos Humanos, Mercadeo y Producto. Esta versatilidad de roles le permite hoy tener un panorama muy completo de cómo funciona la organización y a medida que crecemos se siente empoderado para poder interactuar con cualquier área y opinar.

4. Participar de una cultura de trabajo única

La cultura de una compañía toma bastante tiempo en formarse. En una startup podemos participar directamente de la creación de esta cultura que más adelante, ojalá impactará a miles de personas. Como las startups son formadas inicialmente por equipos pequeños, la cultura de trabajo que se comienza a formar es bastante única y no se puede encontrar en una corporación.

La estructura organizacional plana fomenta la toma de decisiones en equipo al mismo tiempo que le permite a cada uno de los invidious de ser responsables directamente por cada cosa. El intercambio de ideas es rápido, sin esfuerzo, estimulando la creatividad en cada momento y tomando siempre el camino más desafiante e innovador. En una startup la velocidad es clave, por ende, no hay mucho tiempo para analizar a profundidad.

Los valores que se comienzan a formar son muy importantes. La honestidad, la transparencia y la resiliencia se vuelven clave. Cuando uno tiene mucha flexibilidad, adquiere bastante responsabilidad. El resultado se tiene que dar porque si no se da, hay un algo riesgo de que la compañía se acabe. En una corporación uno puede estar cómodo sabiendo que si se desconecta el fin de semana o se va de vacaciones, la empresa va a seguir existiendo el lunes y hay toda una estructura que lo soporta a uno.

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5. Aprender a emprender

Una de las grandes ventajas de participar de todo esto, es que aprendemos cómo es el proceso de formar una nueva compañía. Desde no tener empleados a formar equipos de cientos de personas. Desde no tener producto y hacer cosas manuales, hasta automatizar y ver evolucionar la tecnología.

Esto hace que después de algunos años inevitablemente la compañía se vuelva una cantera de emprendedores. De Rappi por ejemplo, han salido los fundadores de Frubana, Chiper, Muni, Ontop y muchas otras que vienen en camino y se están cocinando en este momento. Los startups son un MBA y curso avanzado en cómo construir cosas gigantes y ambiciosas empezando con nada.

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No digo que es obligación trabajar en un startup. Este mundo necesita toda clase de personas; corporativas, emprendedores, empleados, filántropos, artistas. Pero si les puedo dar un consejo para su formación personal y profesional de una manera acelerada y muy divertida, es tomen el salto y únanse a un equipo de gran impacto.

Contacto:
LinkedIn: Julián Torres*
Twitter: @juliantorresgo
*El autor es administrador de empresas de la Universidad de los Andes. Es cofundador de Fitpal y Ontop, una plataforma que le permite a las empresas contratar globalmente de forma legal y rápida.

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