La nueva estrategia de la entidad apunta a la facturación electrónica con el propósito de fiscalizar a casi 500.000 evasores ya detectados mediante una "predialización" de la renta.
La reforma tributaria presentada por el Ministerio de Hacienda dedica una parte importante de su estrategia a atacar la evasión fiscal, aspecto en el que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales destaca como protagonista indiscutible. Tanto así, que con el proyecto actual, se convierte en la primera entidad “con los dientes para combatir la evasión”, según su director, Lisandro Junco.
El directivo habló con Forbes en la previa del inicio de los vencimientos para la declaración de renta, que comenzaron ayer, y destacó que el proyecto de inversión social, actualmente en debates del Congreso, plantea una verdadera reforma en la lucha contra la evasión porque cambia las reglas de fiscalización frente al impuesto de renta del país.
Al respecto, comentó que la idea de la DIAN es hacer un libro de compras y ventas a través de un sistema de facturación que recopile facturas y documentos electrónicos, proceso que denominó como ‘fiscalización 2.0’ al “acortar procesos a través de ingeniería de datos y respetando el debido proceso”.
“Con el sistema actual, uno se puede tardar hasta ocho años en decir a los evasores que paguen lo que deban. Con la fiscalización 2.0, puedo aliarme a los juiciosos haciéndoles las declaraciones sugeridas con mayor detalle y precisión, y a los evasores facturarles renta“, agregó.
Junco detalló que la intención de apuntar a la facturación electrónica tiene una razón: en el escenario de hoy, poner a la Dian a fiscalizar a casi 500.000 evasores ya detectados “nos genera un desgaste que no va a servir para nada”, sobre todo teniendo en cuenta que la propuesta está destinada a llenar las arcas del Estado y destinar recursos para los programas de ingreso solidario, el programa de apoyo al empleo formal (PAEF), contratación de jóvenes y matrícula cero.
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El directivo mencionó que, el año pasado, la DIAN envió 3.095.000 declaraciones sugeridas, entre las cuales se hallaron 730.000 personas que nunca habían presentado renta. De ese total, 402.000 no dijeron nada. Ese total, sumado a otros 100.000 que salieron de un ejercicio realizado en 2019, permitió descubrir a los 500.000 evasores de los que se tiene registro hoy.
Con esto en mente, el objetivo de la DIAN será “predializar la renta“, teniendo como base gravable el sistema de facturación electrónica, que está concebida como “el soporte de las transacciones”, permitiendo que la DIAN no solo se quede con los gastos y los costos, sino también con las compras y ventas de todos los colombianos, sean personas jurídicas o naturales.
“Lo que vamos a hacer es que a esos 500.000 les vamos a dar su factura, que se envía a su correo electrónico como si fuera el impuesto predial, acompañado del RUT. Con la fiscalización electrónica, si no pagan hoy, al siguiente día se les cobra“, explicó Junco, quien agregó que, en caso de error en los datos, se anula la factura con una declaración de renta.
El impacto del IVA
El directivo comentó a Forbes que la reforma, actualmente en debates del Congreso, es realmente un proyecto de inversión fiscal, que a su vez debe verse desde el énfasis de hacienda pública, ya que tiene tres ingredientes: ingresos, austeridad y manejo de la macroeconomía. Asimismo, comentó que nueve de los 35 artículos del proyecto son tributarios, además de un décimo considerado “híbrido”, centrado en los días sin IVA.
“Hemos entendido lo que hoy en día hablan los grandes economistas, que es la economía conductual, y los días sin IVA son eso. A su vez, son distintos a los tax holidays, porque dichas jornadas no compiten contra el contrabando como lo hacemos nosotros, pues no tienen 4 por 1.000, o el mecanismo de retención en la fuente, o la tributación municipal con el impuesto de industria y comercio que tiene Colombia”, aseveró Junco.
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Teniendo en cuenta el hueco de $40 billones que hay actualmente en relación con el IVA y el impuesto de renta, que equivale a 4% del PIB, el directivo reveló que la DIAN tiene en ejecución un proceso de modernización que implica un crecimiento del aporte de la institución al PIB, de acuerdo con el marco fiscal de mediano plazo.
“La meta para 2027 es que la DIAN tiene que poner 15,8 puntos del PIB, mientras que hoy en día está en 13 puntos. Hay que crecer 2,8 puntos que se traducen en más de $30 billones”, mencionó.
Con corte al 20 de julio, la DIAN ha puesto $44 billones en este Gobierno. Para contribuir al crecimiento de esa cifra, se busca sumar la fiscalización electrónica a un abanico de herramientas con las que ya cuenta la institución, que incluyen la cláusula antiabuso, facturación electrónica para determinar gastos y costos, así como normas para evitar que haya inversiones en jurisdicciones de baja imposición, como paraísos fiscales.
Otro aspecto importante en esta estrategia tiene que ver con el incremento de los impuestos de comercio exterior, cuyo aumento ronda el 26%, lo que significa que “estamos aconductando al contrabandista para que entre a la formalidad y haga las cosas bien” en palabras de Junco, quien subrayó que no hay un solo impuesto en el país que esté creciendo a ese mismo ritmo.
Actualmente, el comercio exterior pone alrededor de $16,4 billones en el recaudo de la nación, según Junco.
Déficit fiscal
La reforma tributaria tiene unas reglas de política macro que se están haciendo desde el Ministerio de Hacienda, y es poder ajustar el balance primario y la regla fiscal. Para ello, tiene que haber más ingresos y menos deuda, por lo que la DIAN tiene la tarea de aumentar los ingresos tributarios.
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La institución arrancó con una meta de $160 billones, que ascendió a $162 billones en mayo y a $164 billones en junio. Con corte al viernes 23 de julio, el recaudo ya llegó a $100 billones, aunque el verdadero reto para Junco no es solo poderlos conseguir, sino lograr la tarea de endeudarnos menos.
Ahí viene la importancia de figuras como la de normalización, descrita como una necesidad que se supedita a lo que ha encontrado la DIAN, que está intercambiando información con 110 países. Dicha práctica le permitió detectar hasta $4,6 billones no normalizados ni declarados de 6.000 residentes colombianos para el mes de junio.
“Este año, a manera de anticipo, y a diferencia de las anteriores normalizaciones, uno iba y pagaba todo, pero para estos 6.000 contribuyentes no va a haber sanciones ni cárcel. Sencillamente deben anticipar la normalización y declarar el próximo año. Es un anticipo porque, como ya arrancó el año gravable, esa suma representaría lo que van a declarar en 2022. Si el activo se repatria, la tasa gravable llega a 50%”, señaló.
La propuesta de la DIAN también cambia el concepto de beneficiario tributario efectivo y crea el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) de beneficiario final, convirtiéndola en la primera entidad del Estado en tener ese concepto.
“La DIAN va a ser la primera entidad con los dientes para poder combatir la evasión cuando se trate de operaciones ‘yo con yo’, porque vamos a identificar quienes son los controlantes y los beneficiados, que son personas naturales, pero sumado a ello, vamos a empezar a combatir contra la corrupción”, concluyó.
Unido a ello, Junco reveló que la DIAN creará el registro único de beneficiario final (RUB), que “nos va a permitir intercambiar información con entes de control y ministerios para que haya una lucha frontal contra la corrupción, la evasión y el contrabando”.