El sistema de valoración de las criptomonedas, centrado casi en su totalidad en la demanda especulativa, tiene a los expertos financieros con la mirada atenta en su desarrollo. Mientras algunos no lo ven como un problema, otros consideran este detalle como un factor peligroso para la economía mundial.
Las criptomonedas provocarán la madre de todos los colapsos. Cuando las acciones de memes caigan decenas de miles de millones, las pérdidas se acercarán al tamaño de los países. La historia no ha cambiado”, advirtió el inversionista estadounidense Michael Burry el pasado 18 de junio.
El también médico neurólogo es conocido por la cinta de 2015 ‘The Big Short’, en donde fue interpretado por el actor galés Christian Bale. El filme contó la historia de cuatro inversionistas que jugaron un papel vital durante la crisis inmobiliaria de 2008, en la que Burry actuó como una especie de profeta, pues fue uno de los primeros en vaticinar la hecatombe que originó la caída económica más grande desde el ‘crash’ del 29. Entonces, ganó apostando en contra de todo el sistema.
¿Tendrá razón esta vez? Esa es la gran pregunta que se hace el mundo de las criptomonedas, que oscila entre momentos de euforia y episodios de angustia dada la volatilidad de sus capitalizaciones de mercado, aspecto al que no escapa ninguna de ellas.
Según datos de CoinMarketCap, la trayectoria de las criptomonedas en los últimos ocho años podría asemejarse a la de una montaña rusa (ver gráfico), con su punto más llamativo entre mediados de 2017 y comienzos de 2018, cuando el Bitcoin tuvo uno de sus valores más bajos hasta la fecha, mientras que el Ethereum llegó al pico más alto de su trayectoria.

Para el 19 de junio de 2017, el Bitcoin representó 37,84% del cap market del sector, mientras que Ethereum alcanzó 31,17%. En esa fecha, el valor de las criptomonedas en conjunto llegó a US$112.252 millones, una etapa de ascenso para las divisas digitales. Paradójicamente, la más representativa de todas había perdido una cuarta parte de su valor en un día.
¿Cuál fue la causa? Algo tan simple como la “ley de la gravedad”, según la cual todo lo que sube, en algún momento cae. Aunque suene sorprendente, la explicación es así de sencilla, pero igualmente preocupante, pues al funcionar a nivel global, es difícil valorar los factores económicos que otorgan valor a las cripto, además de la demanda especulativa por las divisas en sí, según explicó a Forbes el profesor de Economía Internacional del MIT, Charles Kane.
“Hay divisas que están basadas en las tasas de interés, en el porcentaje del PIB, en deuda, así como otros medidores que les dan valor. No hay tal cosa en las criptomonedas”, agregó.
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El académico señaló que, si el mundo estuviera inclinado a moverse hacia las criptomonedas como un medio de transacción, no habría ninguna base para determinar su valuación, lo que haría de un eventual colapso algo mucho más grave. “Imagina los mercados mundiales donde haces transacciones a 30 días y pagas en Bitcoin: ¿Cuál va a ser su valor en 30 días? ¿Cuál podría ser la disrupción? Nadie lo sabe porque es especulativo”, complementó.
Sobre los países que avanzan en la creación de sus propias monedas digitales, Kane destacó que la pregunta que se deben plantear al respecto tiene que ver con cuáles van a ser los parámetros para avaluar esa moneda, así como el soporte de ese valor. El caso más llamativo es el de China, que comenzó el desarrollo del yuan digital hace más de 10 años y que, hoy en día, puede convertirse en efectivo a través de más de 3.000 cajeros en Pekín.
Por otro lado, si los países empiezan a aceptar las cripto, como El Salvador, el experto aseguró que se debe garantizar la existencia de controles alrededor de las divisas en sí mismas. “Tiene que haber mecanismos de rastreo, o de lo contrario serán fácilmente usadas en el mercado negro”, sentenció.
Al respecto, señaló que se puede asumir que habrá cobertura legal y rastreo de las criptomonedas en los próximos 10 años o menos, pero eso no elimina el debate inicial: ¿cómo le otorgas valor de mercado?

A pesar de esas preocupaciones, otros expertos tienen un punto de vista opuesto a las conclusiones de Kane y de Burry. Para el presidente de Colombia Fintech, Erick Rincón, el concepto de burbuja difiere de las cualidades y valor del activo, el cual es generado por simple oferta y demanda, no por flujo de futuros proyectados. Lo anterior teniendo en cuenta que, de acuerdo con las apreciaciones de Burry, los activos no son comparables, y el Bitcoin ha registrado más de 10 caídas pronunciadas durante los últimos once años.
El directivo comentó a Forbes que las características de esta criptomoneda tienen mayor afinidad con la de activos monetarios, como las divisas, por lo que no se puede hablar de una burbuja en activos monetarios. No obstante, existe un componente de alta volatilidad que ha generado caídas por encima de 80%, y mucha especulación.
Por su parte, el CEO de MOVii, Hernando Rubio, mencionó que la razón por la cual fueron creados algunos criptoactivos como Bitcoin, es para que estos sean la moneda nativa digital de las transacciones en internet.
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“Necesitamos mejorar la eficiencia y seguridad de la información en los servicios financieros y sistemas de pago actuales. Los que usamos hoy, que son el ACH y las tarjetas, son tecnologías creadas hace muchos años y no son lo suficientemente seguras, pues los datos están expuestos generando riesgos. El Bitcoin y su tecnología pueden resolver esto”, destacó.
Si lo logra, Rubio aseguró a Forbes que su valoración seguirá creciendo aceleradamente como lo hizo en los últimos años. Sin embargo, Kane alertó sobre el hecho de los “swings” que ha experimentado el Bitcoin en la última década, los cuales complican el comercio y los negocios debido al deseo de las compañías de “no verlos reflejados en las utilidades”.
“La reacción diaria en la valuación cripto es muy inestable, y lo más importante de los negocios es la estabilidad a la hora de tener métricas como utilidades, y si se hace en cripto va a ser muy complicado”, concluyó.
En este momento, la suerte de las criptomonedas aún no está definida, pues depende de las decisiones que tomen los inversionistas, los países y las empresas. De su apetito por las divisas y de su voluntad para invertir en ellas, además de su disposición a darles parámetros de valor, dependerá que se mantengan al alza mientras resuelven los vacíos del sistema financiero actual, o si se convierten en la madre de todos los colapsos. ¿Cuál es su apuesta?