LeaEl presidente Duque propone al FMI la condonación de deuda por el logro de metas climáticas. Una propuesta que no exime al país de seguir combatiendo un problema al que esta economía está muy expuesta.
El presidente Iván Duque, durante su comparecencia en la cumbre virtual Diálogo de alto nivel sobre acción climática en las Américas, ofreció un discurso bastante curioso, donde proponía a los organismos multilaterales innovar, premiando a los países que logren determinados objetivos climáticos con la condonación o la neutralización de parte de la deuda contraída.
En otras palabras, librar al país de pagar por la deuda adquirida tras lograr determinadas metas relativas a la crisis climática, y con el objetivo de incentivar el cumplimiento de estas por parte de muchas economías de América Latina; dicho sea de paso, tan expuestas a esta problemática.
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“Es necesario que tengamos herramientas novedosas desde los organismos multilaterales de crédito y, a mi juicio, eso implica que establezcamos sistemas de condonación o de neutralización de deuda contra objetivos logrados en materia de acción climática”.
Así concluía Duque su afirmación en la que solicitaba estos estímulos a organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, así como otros muy conocidos. Sin embargo, cabe decir que lo que comenta Duque, siendo una buena idea, no es una opción para las economías de América Latina especialmente. Pues, como veremos a continuación, combatir la crisis climática es una tarea de obligado cumplimiento.
Un estudio llevado a cabo por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia dependiente de Naciones Unidas (ONU), el cual señala que la región que conforman América Latina y el Caribe ya era una de las regiones del mundo más afectadas por el cambio climático y los fenómenos meteorológicos externos, además de ser una de las más expuestas en el futuro, sumado a otro estudio que realiza el Fondo Monetario Internacional, donde se vinculan los shocks climáticos con el rendimiento de los bonos soberanos y, por ende, el coste de la deuda, nos muestran que combatir el cambio climático para estas economías, como digo, no es una opción ni una condición para recibir dichas ayudas, pues hablamos de una obligación.
Así pues, el primer estudio que citamos, el cual publica la OMM, muestra que América Latina, además de ser una economía bastante dañada por el cambio climático, se proyecta como una de las regiones del mundo donde los efectos e impactos del cambio climático, como las olas de calor, la disminución del rendimiento de los cultivos, los incendios forestales y los eventos extremos del nivel del mar, serán más intensos en los próximos años.
Para hacernos una idea lo que hablamos, estos fenómenos, en el pasado, acabaron con cerca del 80% de la producción de maíz en Guatemala por las condiciones climáticas. México, por ejemplo, sufrió importantes reducciones en las cosechas por las sequías. Honduras, sirviéndonos también de ejemplo, vio como su PIB perdía 2.000 millones de dólares por los huracanes.
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En resumen, el informe señala que los eventos relacionados con el clima y sus impactos se cobraron más de 312.000 vidas en la región, a la vez que afectaron a más de 277 millones de personas entre los años 1998 y 2020. Como vemos, cifras para nada desdeñables. Pero este estudio citado, ya no solo por los daños que provoca la crisis climática, es interesante complementarlo con otro realizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo al que se solicita dicha condonación.
Y es que este estudio que publica el organismo multilateral, con relación a lo comentado anteriormente, nos muestra una clara vinculación entre los shocks derivados de la crisis climática y la rentabilidad de los bonos soberanos. O lo que es lo mismo, las economías más expuestas al cambio climático deben pagar un mayor coste por su deuda.
Para conocer un poco la metodología, con datos que miden la vulnerabilidad de estas economías, el estudio relaciona y compara los rendimientos de los bonos, así como el impacto de los shocks climáticos en el mismo. Mientras en las economías desarrolladas no se nota prácticamente ningún efecto, en las no desarrolladas y en las emergentes se observa un claro vínculo, el cual relaciona los shocks climáticos que viven estos países y los rendimientos que ofrecen los bonos soberanos en este tipo de economías.
En conclusión, el estudio muestra que en el bono a largo plazo se observa un efecto negativo sobre la calificación crediticia en tanto en cuanto se va incrementando esa vulnerabilidad. Por lo que, a la luz de los datos, vemos un claro sobrecoste que deben abonar estas economías más afectadas.
Con estos datos en la mano, y valga la redundancia, no creo que sea ninguna opción o una condición combatir el cambio climático para Colombia, así como para todas estas economías. Pues, de no combatirlo, no solo no lograrán las ayudas y esa condonación que se persigue, sino que, como muestra ese vínculo, los países deberán pagar un mayor coste por su deuda, por lo que esta se volvería aun más insostenible. Además, como sabemos, estas economías son más vulnerables a los elevados niveles de endeudamiento y a esas variaciones en el coste de la deuda, por lo que controlar todas externalidades también es esencial para su sostenibilidad.
En conclusión, la medida propuesta por Duque podría evaluarse, pero ello no exime a Colombia de combatirlo si el FMI la desecha. Pues los países latinoamericanos enfrentan un gran reto en el presente que, en el futuro y de no actuar, le pasará factura a toda la ciudadanía.
Por: Francisco Coll Morales*
*El autor es economista, Redactor jefe y jefe de análisis de Economipedia. Analista económico en más de 40 medios, nacionales e internacionales.
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