El componente social es la base de los negocios que crea Santiago Botero, el empresario que acaba de vender Finsocial y que ha cofundado un ecosistema de empresas que prometen crecer de la mano de la tecnología.

Vestir con camiseta todos los días le permite a Santiago Botero contestar llamadas a bancas de inversión en Nueva York desde uno de los pisos más altos de la Torre Atlántica de Barranquilla y, acto seguido, pararse bajo un inclemente calor, a repartir comida en la mitad de una calle sin pavimentar de Villa Caracas, un asentamiento de refugiados venezolanos.

“Soy rentable, soy grande y amo ayudar a las personas”, dice Botero a Forbes. “La principal razón de crecer y prosperar es servir a quienes más lo necesitan. Nunca será suficiente lo que podamos hacer por nuestras comunidades más necesitadas”.

Botero, nacido en Medellín y radicado en Barranquilla, fundó Finsocial, que ahora es una de las fintech más rentables de Colombia, ofreciendo varias líneas de crédito on-line, pero que en 2012 era una originadora de préstamos para docentes y pensionados análoga. Esto muestra la transformación que han tenido que experimentar.

Hace poco, se dio por concretada una transacción en la que se vendieron la totalidad de las acciones de Finsocial a inversionistas internacionales asesorados por Christofferson, Rob & Company, lo que les permitirá acelerar la tracción de originación de crédito con la promesa de preservar el enfoque social, la razón por la que Botero seguirá al frente de la compañía.

El enfoque social de la firma se expresa en varios frentes. En el impacto mismo que produce al inyectar capital por medio de sus créditos a emprendedores, a consumidores y su tradicional libranza, y a través de toda la labor que impulsan en su brazo filantrópico, la Fundación Finsocial.

“Quienes pagan nuestro salario son los clientes, para ayudarlos en sus necesidades a precios justos sin dejar a fuera a las personas que están en nuestro entorno”, asegura Botero. “Todo debe ser más sencillo”.

En el momento más incierto de la pandemia, Finsocial apareció con una línea de crédito de inversión para que independientes informales pudieran mantener a flote su actividad, otro crédito para que independientes pudieran sacar adelante sus propios negocios y una línea de crédito en alianza con Femsa para abastecer neveras de emprendedores y tenderos.

“La pandemia ha sido una oportunidad para los emprendedores sea con empresas grandes o pequeñas. Están los que piensan que el mundo volverá a ser igual y se quedaron quietos. Hay quienes estamos pensando cómo será el futuro. Hay unos que se quedan en el sueño y estamos los que ejecutamos”, destaca.

Ha recibido fondeo de Morgan Stanley, Symbiotics, Kandeo Asset Management y entidades locales como Bancóldex. Por eso Finsocial ya tiene una cartera de más de 600.000 millones de pesos colombianos y la meta es llegar a US$1.000 millones en el mediano plazo con su operación nacional. Tan solo el año pasado desembolsaron $262.853 millones.

Por estos resultados, Santiago Botero se ha ganado espacios como miembro de la junta directiva de Colombia Fintech y emprendedor admitido en la red de emprendedores Endeavor.

“Santiago es el banquero del futuro, porque cree firmemente en la economía colaborativa que se está imponiendo a nivel global y cree en los negocios sostenibles donde todos ganan. Esto es no solo el banquero sino el cliente, pero también los grupos de interés alrededor: comunidades en zona de influencia, trabajadores o familiares del cliente”, refiere Camilo Zea, CEO de Pronus, la boutique de inversión. “Tiene un entusiasmo y una energía que lo contagia todo, invitando a todos a jugar, como él mismo lo dice, a ser los números uno”.

Por medio de su fundación, Finsocial adelanta programas de educación e inclusión financiera a madres emprendedoras, personas con capacidad especiales y niños y de readaptación social. En 2020 dicen haber llegado a más de 336.000 personas enfatizando programas de alivio relacionados con la pandemia y apoyo al emprendimiento.

“La economía debe basarse en el emprendimiento, no en el empleo”, comenta el fundador y CEO de Finsocial. “Todos los días hay un nuevo emprendimiento, hay que apoyar ese proyecto para poder sacar el país adelante. Si inyectamos dinero a la economía, nuestro país va a ser otro”.

En congruencia con esa visión, Botero ha creado un ecosistema de empresas que se apegan a ese propósito. De Finsocial nació Red5G, una desarrolladora digital que no solo puso en marcha la infraestructura financiera de la compañía, sino que se ha convertido en proveedor de tecnología para otras entidades financieras. De Red5G surgió Wiipo, que financia digitalmente pólizas de seguros.

Paralelamente, ha florecido Finanzas Para Todos, una financiera de pólizas de seguros que se soporta en la plataforma de Wiipo y Para Todos, una agencia de seguros que le presta servicios a Finsocial y que tiene intenciones de recibir autorizaciones regulatorias para convertirse en reguladoras de seguros.

Santiago también lideró la fundación de Integrity, que quiere obtener las licencias para ser un banco B2B digital y Bee, una compañía de seguros digitales. Con otros socios cofundó Green Feed and Fair, una gestora de negocios en el sector agropecuario y Tu Tienda Tu Casa, que tiene como propósito impulsar a mujeres emprendedoras que quieran poner en marcha su propio negocio desde su barrio; el plan es construir una red de 50.000 mujeres emprendedoras en todo el país.

Si queda duda que es, de lejos, un emprendedor con espíritu serial, vale contar que Santiago Botero tiene activamente su radar atento para respaldar empresas en etapa temprana como inversionista ángel.

En medio de todo, Finsocial es la joya de la corona. A finales del año pasado cerró una operación de titularización de créditos de libranza por $50.000 millones. Ahora emitirá bonos ordinarios sociales hasta por $100.000 millones con un respaldo de 70 % del Fondo Nacional de Garantías.

Recientemente, la firma calificadora Fitch Ratings asignó la calificación de AA+ (col) a esta colocación y hace poco le otorgó una calificación de A+(col) de largo plazo con perspectiva estable.

Aunque Finsocial cambie de dueños, se sabe que Botero, al frente de ese y otros negocios, seguirá priorizando los fines sociales: él ya es un referente de los emprendedores y la inclusión financiera en Colombia.

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