El presidente de Colombia Fintech, Erick Rincón, destacó que el país se destaca como el mejor de la región en materia de adherencia fintech, superando a naciones como México o Chile.
La industria fintech enfrenta retos complejos, pues aún necesita crecer más en el insurtech, en el crowdfunding y en neobancos, ya que todavía tiene pocos actores como estos, cuyo desarrollo y penetración en el país es clave para que tengan un efecto competitivo desde la banca tradicional. No obstante, el crecimiento del sector arroja perspectivas positivas.
Entre 2020 y 2021, el número de startup fintech puede estar rondando un crecimiento de 30%, según explicó el presidente de Colombia Fintech, Erick Rincón, que a su vez destacó un aumento vertiginoso en temas de financiamiento alternativo, así como en las soluciones de compliance para mitigar los riesgos en el uso de medios electrónicos.
El ejecutivo habló con Forbes en el marco del Latam Fintech Market, que concluirá mañana, y que ha sido descrito como un escenario que se ha posicionado en los últimos tres años para darle relieve al negocio de la industria fintech, donde hacen presencia los empresarios que lo desarrollan.
Para este año, se destacaron tres objetivos estratégicos en la industria: la inclusión financiera y el papel que tienen las fintech en Colombia, que son cerca de 360 empresas; la generación y gestión del talento fintech, mejorando las capacidades y las competencias del recurso humano vinculado a la industria; así como la atracción de la inversión, teniendo en cuenta que la industria fintech tiene un uso intensivo de recursos de capital.
En el primer caso, Rincón destacó que la economía se ha caracterizado por indicadores donde se privilegia el acceso a productos y servicios financieros, y no el uso de los mismos. Por lo tanto, aseveró que no es suficiente con analizar qué tantos productos financieros se abren en el país, sino cuánto los usan los colombianos.
Rincón también señaló que, en la actualidad, los indicadores están construidos sobre información que proveen las instituciones financieras convencionales vigiladas por la Superfinanciera, y se está desconociendo el papel de las fintech.
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“En los dos ultimos años se ha entregado, desde crédito digital de fintech, hasta 4,5 millones de créditos con un promedio de colocación de $400.000, un fenómeno de la inclusión que no se encuentra adecuadamente medido”, afirmó.
Para el ejecutivo, también es clave medir el impacto de las billeteras digitales en la disposición de pagos y en la dispersión de dinero en la economía colombiana. En el último año y medio, el país ha pasado de tener 12 millones de billeteras digitales activas a 23 millones.
“Colombia se muestra como un país líder en inclusión financiera a nivel regional, pero unicamente teniendo en cuenta el acceso, es decir, la activación de productos y servicios financieros, mas no su uso”, agregó.
A pesar de esos avances, uno de los desafíos más importantes a enfrentar tiene que ver con la democratización del ecosistema fintech, que está directamente asociado a las condiciones de conectividad y de apropiación cultural sobre las nuevas tecnologías.
Hoy en día, la concentración de las fintech está en dos ciudades: Bogotá, que cubre 65% de la industria, seguida de Medellín con 20%, mientras que en otras ciudades principales como Cali, Barranquilla, Bucaramanga, se ubica parte del restante fintech. Sin embargo, algunas ciudades intermedias como Pereira, Tuluá, Manizales y otras ciudades de Antioquia y de la Costa Caribe comienzan a tener presencia fintech.
En temas de educación y adherencia, Colombia es el octavo país del mundo en adherencia fintech, según un informe realizado por la firma Ernst and Young a nivel internacional, analizando variables como los usos de las herramientas fintech, el número de fintech per cápita de cada país.
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Colombia no solo ocupa un importante lugar a nivel mundial, sino que también es el líder a nivel regional, seguido de México y Chile. Eso se debe a que el país ha tenido un crecimiento vertiginoso de las soluciones digitales, pero aún hay cosas que nos hacen falta para destacar aún más.
Al respecto, Rincón mencionó retos como mejorar desde los índices de conectividad, sobre todo en zonas rurales, y trabajar en la regulación del open banking, sobre todo en la apertura de datos financieros, así como tener más soluciones de crowdfunding, y la mejora regulatoria de los temas de crédito digital.
El ejecutivo añadió que hay un proyecto de ley en materia de pagos digitales que se está tramitando en tercer debate, pero en el que aún se están superando algunas asimetrias regulatorias de caracter tributario y en temas de retenciones como el 4×1000, que hacen más caro el tema de micropagos.
Con respecto al openbanking, Rincón manifestó que se debe hablar de un proceso “obligatorio, gradual y bidireccional” donde no sea solo la industria financiera convencional la que administra datos, sino que también pueda recibir información de otros sectores para mitigar mejor los riesgos y crear mejores productos o más convenientes para los consumidores.
Frente al interés de los fondos de inversión internacionales en inyectar capital a las empresas fintech, el directivo lo consideró un aspecto fundamental para garantizar que existan los recursos suficientes que permitan seguir impactando desde fintech a la población infrabancarizada. “De allí que sea tan importante conectar inversionistas interesados con las soluciones que ofrece la industria“.
“Vemos el panorama muy positivo y creemos que vamos a seguir creciendo la inversión en materia de tecnología financiera, pues es el sector de la tecnología que más aporta a la inversión extranjera en Colombia. El año pasado estuvo en US$370 millones“, concluyó.