Desde un pacto para impulsar la industrialización del país hasta la defensa del salario real frente a la productividad del país, el candidato del Pacto Histórico expuso sus ideas para la economía del país en diálogo con Forbes Colombia. Estas son sus propuestas.

Entre agosto de 2021 y marzo de 2022, Forbes Colombia realizó una serie de entrevistas con buena parte de los precandidatos presidenciales para conocer sus propuestas económicas. El turno para Gustavo Petro, candidato del Pacto Histórico, llegó el pasado 4 de noviembre, fecha en la que expuso sus propuestas económicas.

El senador de la República y líder de la Colombia Humana obtuvo su pase a primera vuelta con casi 80% de los votos de su coalición, y lo hizo tras varios meses de intensa campaña por todo el país, que incluyeron propuestas que no estuvieron exentas de polémica, de acuerdo con expertos y analistas.

Una de las que causó mayor revuelo en su momento estuvo ligada con las decisiones más importantes que se anunciaron en la COP26 celebrada en Glasgow, y que tuvieron que ver con la no financiación de proyectos relacionados con combustibles fósiles. En el caso colombiano, Petro contempló cortar sus exportaciones de raíz entre sus propuestas.

Sobre este tema, mencionó en entrevista con Forbes Colombia que su presidencia sería “un gobierno de transiciones”, pues es un tema que no se resuelve en solo cuatro años.

“Colombia depende hace 40 años aproximadamente del petroleo y el carbón. Hacia 2013, sus exportaciones fueron de US$40.000 millones, que sirven para financiar las importaciones y garantizar el endeudamiento del estado”, comentó.

Precisamente en ese aspecto, mencionó que, en muchas materias, no se lograrán los objetivos en cuanto se inicien las transiciones, pero deben hacerse “con paso firme” y con la certeza de que “tenemos algunas experiencias”. Para dar un ejemplo, Petro sostuvo que Bogotá logró, bajo su administración, la capacidad laboral más alta de su historia. “No logramos eso sacando petróleo y carbón, sino de otra manera”, dijo.

Por ello, el precandidato propone salir de la economía extractivista para cambiar a un modelo productivo, que calificó como una “economía dentro del trabajo”, centrada tanto en la agricultura como en la industria.

“Esa es una transición que puede caminarse a un mejor cuerpo para acabar un raquitismo económico en términos de desarrollo, de dejar atrás la violencia que genera el modelo extractivista y pasar a un modelo donde el trabajo se vuelve esencial”, señaló.

¿Cesar la exportación petrolera?

Una de las propuestas de Petro que más polémica generó en medio de la contienda presidencial apuntó a la posibilidad de cesar la exploración petrolera en Colombia al inicio de su Gobierno. Al ser preguntado al respecto, comentó que las reservas petroleras de Colombia, que alcanzan para 12 años, serían suficientes para el país.

“Se extrae un porcentaje de las reservas probadas cada año. De ese total, la mitad se exporta y la mitad se consume. No es que sea un gran país petrolero realmente si deja de exportar, pues duplicamos el tiempo de duración de las reservas en tiempo, que serían 12 años. Ese es el periodo de la transición hacia una economía descarbonizada”, destacó.

El problema es que, si se deja de exportar, la duda principal apunta a cómo se reemplazan esos miles de millones de dólares que llegan de esta práctica. En cifras, el también senador mencionó que el país alcanzó US$12.000 millones el año pasado, cifra inferior a los US$40.000 millones para 2013.

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Dicha caída, según el precandidato, se debio principalmente a la caída de los precios del carbón, así como el cierre de la economía mundial con la pandemia de Covid-19.

Para reemplazar ese dinero, Petro es consciente de que industrias como el café nunca le dieron al país más allá de US$5.000 millones, y también tiene claro que exportar productos agrarios industriales o industriales no se logra de la noche de la mañana, porque implica “acumulaciones de conocimientos y experiencia que no se obtienen en clase”.

A pesar de ello, ya hay camino recorrido en este aspecto. Según estadísticas del Departamento Adminstrativo Nacional de Estadística (DANE), las exportaciones mineras siguen siendo la mayoría, abarcando hasta 45% con US$16.900 millones de los US$29.000 millones que totaliza el país. No obstante, las exportaciones no minero-energéticas ya alcanzan entre US$13.000 millones y US$14.000 millones.

Estas cifras, si bien son positivas, llevan a Petro a asegurar que Colombia tiene mucho potencial de aumentar. Actualmente, el país posee 15 millones de hectáreas fértiles que se pueden ampliar a 22 millones. Sin embargo, solo se utilizan cinco millones hoy en día.

El dilema de la industrialización

Otra discusión que mencionó el precandidato estuvo relacionada con la industrialización. Al respecto, destacó que en gobiernos anteriores se ha aplicado una reducción de costos laborales para avanzar en este proceso, impactando el salario real y las prestaciones de los colombianos.

“Llenaron al mundo del trabajo de indignidad, y eso para los que pueden trabajar. Ahora proponen que para industrializar hay que reducir aún más los salarios”, aseguró.

Para Petro, la industrialización del país depende de aspectos como la modernización agraria y de proteger del comercio internacional a aquellos sectores que se quieran desarrollar y en donde se puedan mejorar sus condiciones de producción.

Unido a ello, declaró que se necesita un pacto entre empresarios y trabajadores, donde las ganancias que provengan del aumento de productividad no devuelvan solamente incrementos para los primeros, sino aumentos salariales para los segundos.

Al respecto, Petro sostuvo que la industrialización del país no depende del salario real, sino de la modernización de la condiciones básicas de la misma, además de la protección del comercio internacional en el caso de las industrias “que queramos desarrollar y democratizar”.

Salarios y arriendos

Durante la entrevista, Petro encontró un espacio para defender nuevamente su tesis de que la ley de crecimiento del salario real respecto a la productividad es la norma general con que ha crecido el capitalismo en todo el siglo XX, tanto en Estados Unidos como en el este asiático.

“Nos han acostumbrado a pensar que el trabajador debe ser casi como un esclavo que llegamos a burlarnos de la ley fundamental del capitalismo, y es que el incremento del productividad se traduce crecimiento de los salarios reales, y por tanto, del nivel de vida de la sociedad”, dijo.

De ahi que si el país se coloca como objetivo el que el salario real crezca, el precio relativo del arriendo y del costo hipotecario dependería del precio relativo de producir vivienda, que bajo su criterio, se denomina como “la economía capitalista en su versión neoclásica”.

Basado en ese argumento, el también excalcalde de Bogotá centró su propuesta de bajar los arriendos en Colombia como medida clave para hacer rendir los salarios, sobre todo si se tiene en cuenta que, en los estratos más bajos, la demanda suele superar a la oferta.

Esto bajo el argumento de que el precio de la vivienda en Colombia es excepcionalmente alto con respecto al resto del mundo. Justo en este punto, Petro destacó que entre los factores de empobrecimiento de los últimos años , lo que creció más en su precio fue el valor de la vivienda.

“Esto resalta aún más la necesidad de diseñar una política que permita que el salario real crezca, otorgando poder adquisitivo a los colombianos a la hora de hacerse con una vivienda y, a su vez, mejorar su calidad de vida”, concluyó.

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