El avance de las negociaciones en la COP26, que concluye hoy, llevó a la elaboración de un borrador del texto final que no convence. Conozca las opiniones al respecto.
A pocas horas de que concluya la COP26 en Glasgow, la elaboración del texto final sigue generando sentimientos encontrados entre los negociadores y la comunidad internacional. Aunque algunos actores celebran la mención de puntos clave por primera vez en la historia, otros critican la falta de contundencia en las responsabilidades de cara al futuro.
El borrador presentado hoy reconoce la interrelación de las crisis mundiales del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, destacando además la importancia de proteger, conservar y restaurar la naturaleza, los ecosistemas y los océanos para alcanzar el objetivo climático del Acuerdo de París y hacer frente al cambio climático.
Al mismo tiempo, hace hincapié en la importancia de proteger, conservar y restaurar la naturaleza para prestar servicios cruciales que reduzcan la vulnerabilidad a los impactos climáticos y apoyen los medios de vida sostenibles, incluyendo el IPLC.
Más importante aún, el nuevo borrador incluye una referencia inédita en relación con los combustibles fósiles, solicitando la eliminación progresiva del carbón y los subsidios para los combustibles fósiles, presionando a países como Arabia Saudita, China, Rusia y Australia, cuyas economías giran en torno al carbón, petróleo y gas.
Si bien este apartado marcaría la primera vez que un acuerdo de la COP hace una mención específica al carbón, petróleo y gas, aún es percibido como falto de fuerza en comparación con el borrador anterior, pues solo se limita a pedir a las economías desarrolladas que endurezcan sus objetivos en materia de reducción de emisiones, rebajando la intensidad del primer texto, que instaba a presentar acciones concretas.
“La aceleración de la eliminación de la energía del carbón y de las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles es considerablemente más débil que el texto anterior, pero, no obstante, es una señal importante. Debemos ver la eliminación gradual de todo el carbón y de todas las subvenciones a los combustibles fósiles, con plazos para su cumplimiento, si queremos garantizar que mantenemos el 1,5℃ a nuestro alcance“, dijo la subdirectora mundial del World Wildlife Fund (WWF), Vanessa Pérez-Cirera.
Otro apartado que fue celebrado se centró en el reconocimiento del papel de la naturaleza en la mitigación y adaptación al clima. Al respecto, el director de Política Climática Internacional de The Nature Conservancy, John Verdieck, resaltó que “sin la naturaleza no podemos cumplir el objetivo del 1,5℃ del Acuerdo de París“.
“Aunque la nota de presentación carece de parte de la ambición de futuro que nos gustaría ver, en las últimas dos semanas se ha alcanzado un nivel de compromiso sin precedentes para proteger, restaurar y gestionar los bosques, además de reconocer el papel de los pueblos indígenas en este proceso”, complementó.
Para el ejecutivo, es necesario reforzar los textos en curso para la financiación, la transparencia y los mercados. Esto si se quiere ayudar a los gobiernos a cumplir las promesas de la COP26 y garantizar un sistema terrestre habitable.
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Más allá de lo anterior, otros actores no solo se enfocaron en las carencias del texto, sino que apuntaron a lo que no fue incluído en el mismo. Al respecto, el director general de Plantlife, Ian Dunn, señaló una omisión que amenaza con hacer descarrilar los esfuerzos futuros para hacer frente a la emergencia climática. Se trata de las praderas, que a diferencia de los bosques, no reciben ninguna mención.
“Esto es muy importante porque la enorme capacidad de los pastizales para retener el carbono y ayudarnos a adaptarnos a un clima cambiante debe ser una piedra angular absoluta de los esfuerzos significativos para hacer frente a la crisis climática. A menos que nos tomemos en serio la protección y restauración de los hábitats de los pastizales, estamos perdiendo una enorme oportunidad de cumplir la promesa de París”, subrayó.
Sin embargo, este no es el elefante más grande dentro del cuarto. Ahora mismo, las miradas más atentas están a la expectativa de lo que pueda pasar con el artículo 6, de lejos el más importante de la conversación: se trata del único apartado del acuerdo de París que aún no se ha reglamentado, y que pone sobre la mesa la participación de un mercado de transferencia internacional en la reducción de emisiones de carbono.
¿Qué significa esto? Un terreno común para definir las reglas del mercado de carbono a nivel global, centrado en el estándar de 1,5 grados fijado en el Acuerdo de París, donde todos los países tienen responsabilidades en materia de mitigación, comprando o vendiendo reducciones en las emisiones de carbono. La cuestión aquí es que tan duras van a ser las condiciones de esas negociaciones, pues de ahí vendrán las acciones clave para lograr la meta ya mencionada.
No por nada el CEO de Conservación Internacional, M. Sanjayan, fue tajante al afirmar que “si esta COP termina sin que se finalicen las normas del artículo 6 -normas fuertes y claras que permitan el comercio de carbono en todos los sectores- no es injusto decir que esta COP habrá sido un fracaso“.