La primer canciller alemana, Angela Merkel, apareció 14 veces como la mujer más poderosa de la revista Forbes a lo largo de los 16 años de su mandato.
Por: Andrea Gama Del Valle
A pesar de que Angela Merkel fue blanco de diversos ataques y críticas por parte de diferentes figuras políticas, durante 16 años lideró la cancillería alemana con grandes aciertos al sortear diversas crisis a nivel nacional y mundial.
Angela estudió Física en la Universidad de Leipzig. En el año 1978, terminó sus estudios y entró a trabajar como investigadora en el Instituto Central de Química en la Academia de Ciencias de Berlín y se doctoró con una tesis sobre química cuántica.

Se adentró en la política tras la caída del Muro de Berlín (9 de noviembre de 1989). Incorporándose al partido Despertar Democrático. Su vida política arrancó en la Alemania Oriental, al ser viceportavoz del último primer ministro de la República Democrática Alemana, Lothar de Maizière.
A los 30 años de edad ganó las parlamentarias con el partido Unión Demócrata Cristiana de Alemania hasta a ser presidenta del mismo. Fue parte del Gobierno del canciller Helmut Kohl, y se ‘coronó’ como la primera mujer canciller de la República Federal de Alemania el 22 de noviembre del 2005.

“Juro dedicar mis esfuerzos al bien del pueblo alemán , trabajar en su provecho, apartarlo de cualquier daño, defender la constitución y la leyes de la federación, cumplir cabalmente con mis obligaciones y ser justa con todos, con la ayuda de dios”, aseguró Merkel en su día de protesta como la primera canciller alemana.
Otro de los grandes retos que marcó su carrera fue la Gran Recesión originada tras el atentado de las Torres Gemelas del 11 de septiembre del 2001. Esto provocó que el sistema de reserva federal (FED) bajara su tipo de referencia, para poder empujar a la baja las tasas de interés del mercado y así, evitar una desaceleración del crédito y de la actividad económica.

La Gran Recesión significó la mayor crisis económica desde la Gran Depresión y que ocasionó que el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos cayera el 0.3% en el 2008 y el nivel de desempleo alcanzó un máximo del 10%.
Esta crisis económica no demoró en presentar síntomas en Europa, como sucedió con la falta de liquidez y el desplome de las bolsas en países como España, Portugal, Italia y Grecia. El caso más severo fue el de Grecia, cuya deuda soberana desplomó la Bolsa de Atenas y profundizó la desconfianza de los acreedores.


En ese sentido, Merkel tenía dos opciones; dejar caer a Grecia y expulsarla del bloque, o rescatarla a punta de multimillonarios préstamos. Merkel apostó por lo segundo poniendo a prueba su capital político con el fin de convencer a sus pares de que Grecia no podía abandonar la zona euro.
Sin duda el brexit fue una de las situaciones más retadoras que le tocó a Merkel en el cual el Reino Unido exigió su salida de la Unión Europea (UE).
En ese momento, Merkel además de ser la canciller alemana, era la lideresa de la UE, por lo tanto, para evitar la salida del Reino Unido de la comunidad, impuso diversas condiciones para evidenciar la nula relación que iba este país con la comunidad europea, situación que lo perjudicaría en aspectos políticos, económicos, laborales, educativos y diplomáticos, además de las multas económicas a las que se iba a ser acreedor, por su presunta salida.


La situación migratoria es un caso severo a nivel mundial y Europa, no se escapa de eso. En el año 2015, el continente europeo se enfrentó a la crisis migratoria, de miles de personas que escapaban de las guerras en los países como Siria y Libia.
Alemania llegó a recibir un millón de refugiados los cuales recibieron asilo por decisión de Merkel. Las de críticas no se hicieron esperar por parte de los países vecinos europeos y de opositores políticos alemanes que rechazaban la llegada de migrantes.
Pero la canciller siempre lo tuvo claro: “para ser sincera, si tenemos que empezar a disculparnos por mostrar una cara amistosa en tiempos de crisis, entonces este no es mi país. Permítanme decir simplemente que Alemania es un país fuerte y nuestra intención es la de saber que hemos logrado tanto, ¡que lo lograremos!”


Merkel apareció en 14 ediciones en la clasificación de Las Mujeres más Poderosas del Mundo elaborada por Forbes Estados Unidos; desde el año 2006 al 2021, con excepción en el año 2010, donde se encontró en el cuarto lugar, por debajo de Michelle Obama, Irena Rosenfeld y Oprah Winfrey.
Se ganó ese mérito en la revista de negocios Forbes por ser experta en el ámbito económico, político, social y cultural. En Europa, era imposible no resaltar su trabajo, por lo que siempre estaba en el puntero de las Mujeres más Poderosas del Mundo.

“Quién hubiera imaginado que una mujer ocuparía este gran cargo político, quién lo habría pensado”, aseguró alguna vez Merkel quien no solo deja una huella poderosa en Alemania y la Unión Europea, sino en el mundo, gracias a su capacidad y liderazgo femenino.
Merkel traspasó hoy el cargo al socialdemócrata Olaf Scholz, tras 5.860 días en el poder -10 menos que los que estuvo Kohl, récord absoluto de permanencia de la República Federal de Alemania (RFA)-.
Asistió a la investidura de su sucesor desde la tribuna de invitados del Parlamento (Bundestag), debido a que ya no es diputada en la actual legislatura. Recibió desde ahí una larga ovación de los diputados de casi todo el espectro parlamentario, con excepción de la ultraderechista Alternativa para Alemania.
Tras jurar su cargo, Scholz se dirigió a la Cancillería, donde Merkel le saludó ya como “nuevo canciller federal”. Su sucesor le agradeció el trabajo conjunto y la buena cooperación, especialmente en esta pasada legislatura, en que fue vicecanciller y ministro de Finanzas de la última gran coalición de Merkel.
Con información de Forbes, BBC, EFE Reuters.