Los empresarios, el Gobierno y los trabajadores tendrán hasta el 15 de diciembre para ponerse de acuerdo en la cifra.
Este viernes, la discusión del alza del salario mínimo tendrá otro capítulo. Hoy las centrales obreras, los empresarios y el Gobierno harán sus apuestas sobre en cuánto debería quedar ese monto para el próximo año y la disputa está entre un incremento del 5% y otros dicen que el aumento debería ser hasta del 11%.
Para la discusión de este año hay varios factores que se van a considerar: un momento de recuperación económica que ha posicionado a Colombia como uno de los países de América Latina que más crecería, una recuperación lenta del empleo, la productividad y una inflación que en noviembre ya acumula el 5,26% anual.
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A eso se le suma que 3,5 millones de personas entraron en el 2020 en situación de pobreza monetaria, dejando al país con 21 millones de personas en esa condición.
Esos son algunos de los factores que definirán la discusión del mínimo y por la que desde ya centros de estudios, Gobierno, empresarios y representantes de los trabajadores se debaten la definición del mínimo para el 2022, un año electoral y clave para consolidar la recuperación económica.
De acuerdo con el ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, para este año también invitaron a expertos independientes que den luces de lo que puede ser mejor para el país para, por un lado, no ir contravía de los trabajadores y asimismo impulsar la creación de empleo.
Así está el debate
Uno de los centros de estudios que ya se manifestó abiertamente frente al incremento del salario mínimo fue la Asociación de Instituciones Financieras (Anif), que apuntó que el aumento debe estar en al menos 5% -que es la proyección del aumento de la inflación- y máximo en 7%.
“En Anif hemos proyectado un incremento de la inflación cercano al 5% para este año, por lo que como mínimo el alza en el salario mínimo debe ser de esta proporción, pero no mayor al 7% pues el aumento en la productividad será del orden del 1% al 1,5%“, dice un documento que publicó la entidad la noche del jueves.
“Es fundamental proteger el empleo que se ha recuperado y, con eso, los ingresos salariales. De esta manera, hacemos un llamado para que el aumento del salario mínimo se haga de manera responsable y teniendo en cuenta las implicaciones que ese aumento puede traer para la generación de ingresos y el bienestar de los hogares colombianos”, apuntó Anif.
Precisamente, en el análisis que hace ese centro de estudios apunta que el incremento del salario mínimo se tiene que hacer con cautela, teniendo en cuenta que el 51% de las personas ocupadas en Colombia ganan menos de un salario mínimo.
A eso se le suma que la informalidad laboral en Colombia oscila entre el 47 y 50% en los últimos años, situación que se ha agudizado por la pandemia. “Si el salario mínimo continúa creciendo como lo ha hecho, lo único que observáremos es un grupo cada vez más reducido de personas ganando mejores salarios, al mismo tiempo que entre los grupos más vulnerables crece el desempleo y la desprotección social”, dice el documento de Anif.
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Por su parte, Jorge Enrique Espitia, investigador del Centro de Política Fiscal de la Universidad Nacional, hizo un análisis del mercado laboral colombiano, en el que demuestra las desigualdades salariales en el país, factor que también debería ser tenido en cuenta en la definición del salario mínimo y las políticas de creación de empleo para los próximos años.
Según Espitia, “con el confinamiento aumentaron los niveles de desigualdad del ingreso laboral“. En su análisis encontró que la diferencia entre los ingresos promedio del 1% de las personas con más ingresos, versus el 50% del grupo de personas con menos ingresos aumentó al pasar de 30 veces en diciembre de 2019 a 33 veces en septiembre de 2021.
“Con los ‘niveles históricos de crecimiento’ de la economía, no se ha logrado reducir el aumento de las desigualdades, el país sigue siendo particularmente desigual”, subraya Espitia.
Trabajadores versus empresarios
Ahora bien, aunque todavía no se han hecho públicas las apuestas del incremento, históricamente ha habido una distancia entre lo que proponen los empresarios y los trabajadores.
Por un lado, aunque no han dado mayor detalle, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) le dijo a varios medios de comunicación que aunque no tienen el dato exacto, están pensando en un aumento de doble dígito, como incluso lo había propuesto el precandidato presidencial y exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, del 11%.
Por su parte, los empresarios han manifestado en varios escenarios que la decisión que tomarán será con cautela y tendrá en cuenta el impulso a la creación de empleo.
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