Por un lado, el Gobierno es optimista con que lograrán llegar a un acuerdo, mientras que centros de estudios plantean subir por encima del 7% podría tener costos altos para la generación de empleo.

A pocos días de cumplir el plazo ordinario para que el Gobierno, los empresarios y los representantes de los trabajadores lleguen a un acuerdo para el incremento del salario mínimo para el 2022, ya se han ido poniendo las cartas sobre la mesa que han tenido sus seguidores y detractores.

Por un lado, este domingo el presidente Iván Duque dio a conocer la posición del Gobierno que normalmente no se da a conocer públicamente durante la mesa de concertación. Según el mandatario, la propuesta del Ejecutivo es que el alza para el próximo año sea de 10,07%, lo que significaría que el monto llegaría al millón de pesos.

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Ese incremento, según Duque y resaltado también por el ministro de Trabajo durante el foro del salario mínimo este lunes, tiene que ver con las proyecciones de crecimiento que tiene Colombia y la recuperación del empleo, que sigue siendo paulatina.

Así está el debate

Ante la propuesta que hizo pública el fin de semana Duque, los primeros en pronunciarse fue Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), quien apoyó la medida.

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“Desde el sector empresarial hemos venido trabajando por meses en construir la mejor y más solidaria propuesta de incremento de salario mínimo. En la Andi apoyamos un incremento extraordinario del 10,07% para salarios mínimos de forma que lleguen a $1 millón de pesos“, trinó en su cuenta.

De acuerdo con Mac Master, aunque hay que cuidar variables como la competitividad, la inflación, el empleo y la formalidad, este es un momento clave para impulsar el crecimiento económico a través de medidas como estas y acudir a la “solidaridad”.

Por su parte, el recién nacido gremio de empresas llamado Aliadas, liderado por María Claudia Lacouture, también apoyó la propuesta del Gobierno. “Este incremento reafirma el compromiso de las empresas con la reactivación económica y mantener empleos formales en medio de los efectos que la pandemia dejó y que aún subsisten. Al tiempo que se da este incremento salarial, es importante buscar acciones que permitan continuar y fortalecer las políticas de incentivo al empleo formal, con el fin de mantener, a lo largo de 2022, la recuperación de empleos que se viene dando de manera gradual“, dice un comunicado de la asociación que reúne a 25 gremios y asociaciones empresariales.

Los otros que se manifestaron con respecto a la propuesta de Duque fueron los comerciantes. Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio de los comerciantes (Fenalco) dijo que la propuesta del Gobierno es bastante generosa, pero que espera que sea el techo en la negociación y que sea tenida en cuenta por los representantes de los trabajadores en la mesa de concertación salarial.

Aumentar entre el 7% y el 8%

Aunque por un lado los empresarios y comerciantes apoyan la posibilidad de subir hasta el 10,07% el salario mínimo, dos de los principales centros de estudios que tiene el país dijeron que el aumento debería estar en un rango de 7% y 8%.

Por un lado, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, dijo este lunes durante el foro del salario mínimo organizado por el Ministerio de Trabajo que incremento debería estar en el orden del 7%, con un máximo de 8%, teniendo en cuenta el mercado laboral colombiano.

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Según Mejía, ante la propuesta de Duque hay que tener cuidado con que este incremento no afecte la creación de empleo y siga agudizando la informalidad laboral, que oscila entre el 47% y 49% en el país.

Por su parte, el centro de estudios de la Asociación de Instituciones Financieras (Anif) dijo que lo ideal sería que ese incremento no supere el 7%, teniendo en cuenta las proyecciones de inflación para el cierre de este año y también la productividad.

Según el análisis de Anif, “un incremento excesivo del salario mínimo, en vez de beneficiar a los hogares colombianos, podría tener consecuencias negativas sobre ellos, afectando especialmente a los hogares de menores ingresos y a los menos educados, a las mujeres y a los jóvenes, quienes se verían enfrentados a mayores barreras para superar la pobreza. Es decir, un incremento excesivo beneficiaría solamente a los que hoy ya tienen un empleo formal remunerado con un salario cercano al mínimo, mientras que perjudicaría de manera sustancial a aquellos que están buscando un trabajo formal“.

De hecho, según ese centro de estudios económicos por cada punto por encima del 7% que se incremente el mínimo tendría un peso de $527.000 millones en los empresarios.

“Es decir, si, por ejemplo, se decidiera aumentar el salario mínimo 10%, ya no estaríamos hablando de $4,7 billones adicionales, sino de casi $7 billones. Estas son cifras para nada despreciables y, sobre todo, muy perjudiciales en un momento en el que la recuperación tan sólo está empezando”, apuntó.

Lo que se viene

Ahora bien, con las cartas sobre la mesa este lunes sigue reunida la mesa de concertación laboral y el ministro de Trabajo manifestó que está optimista con que este año por fin las tres partes podrán llegar a un acuerdo.

En el cronograma de discusiones, tienen hasta el próximo 15 de diciembre para llegar a un acuerdo en las reuniones ordinarias. Si no lo logran podrían citar unas extraordinarias. En caso de que tampoco se logre, el Gobierno tendría que fijar el alza por decreto con un plazo máximo hasta el 30 de diciembre.

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