Un programa piloto de criptoactivos a punto de concluir, en el que la mayoría de sus participantes ni siquiera ha iniciado, y una ley de la que aún no se tienen novedades son solo algunos de los factores que nublan el destino de las monedas digitales en Colombia. En este punto, vale la pena preguntarse qué está en marcha, qué se ha logrado y cuál es la visión del sector al respecto.

El avance de las criptomonedas en Colombia enfrenta una carrera contra el tiempo. Durante la Convención Bancaria, el superintendente financiero, Jorge Castaño, comentó que el programa piloto de criptoactivos culminaría en marzo de 2022, pero a escasos meses de que llegue la fecha límite, solo dos de las nueve alianzas autorizadas están en operación.

De acuerdo con información oficial de la Superintendencia Financiera, los únicos proyectos del piloto de criptoactivos aprobados para operar en la Arenera, espacio para la realización de pruebas de innovaciones tecnológicas y financieras, son la alianza entre MOVii y Bitpoint, así como el convenio entre Coltefinanciera y Obsidiam, según datos actualizados con corte al 30 de septiembre.

Al margen de estas iniciativas, solo hay otras dos que actualmente están activas dentro de la Arenera, que a su vez se ubican fuera del programa piloto de criptoactivos. Se trata del primer bono blockchain en Colombia, emitido por Davivienda, BID Invest y el Banco de la República, además de la asesoría asistida de Valores Bancolombia.

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En el primer caso, su duración estimada de seis meses comenzó el 18 de junio y concluirá el 18 de diciembre, y ratifica el primer paso para implementar tecnología blockchain en la colocación, negociación y cumplimiento de operaciones en el mercado de capitales.

Para este caso, Davivienda se encargó de la emisión del bono, mientras que el BID Invest suscribió la totalidad de la emisión y el Banco de la República se encargó de ponerlo a cursar en su sistema de pagos de alto valor, según información oficial de la operación.

Con respecto al segundo caso, los datos de la Superfinanciera detallan que la asesoría de Valores Bancolombia culminará el 31 de diciembre, luego de operar desde el 1 de junio de 2020.

Teniendo en cuenta que Colombia está a solo tres meses de conocer el destino de la comercialización de las criptomonedas en el país, y que más de la mitad de alianzas autorizadas para las pruebas piloto están congeladas, es necesario preguntarse si las monedas digitales tienen futuro a partir de 2022.

Las posturas

“Destaco como algo muy positivo el trabajo que adelanta la Superintendencia Financiera a través de la arenera, que permite que, en un espacio muy controlado por el regulador, se puedan detectar posibles elementos de los criptoactivos que beneficien el sistema financiero y la economía en general”, dijo a Forbes el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar.

El directivo aseguró que ese ejercicio permitirá identificar los riesgos que conllevan las transacciones con ese tipo de activos como, por ejemplo, que no dejan trazabilidad y pueden abrir la puerta a mecanismos de lavado de dinero y encubrimiento de operaciones ilegales. Este panorama obliga a tener una regulación robusta.

Por su parte, el presidente de Colombia Fintech, Erick Rincón, comentó a Forbes que el tema cripto en Colombia no solamente requiere un análisis del papel de las exchange o de las plataformas de intercambio de criptoactivos, sino que también es necesario estudiarlos como un verdadero instrumento financiero.

“Se necesita revisar de fondo si estos pueden ser un instrumento de pago con independencia de la revisión, que creo que es de mucho más largo plazo de si se puede tratar de una moneda de curso legal, porque Colombia todavía no va a llegar a ese tipo de discusiones”, señaló.

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Asimismo, apuntó que esta discusión debe permitir que se superen algunas fricciones que se están presentando en materia cambiaria y que, hoy en día, pueden estar afectando incluso al régimen de cambios en el país.

“En el sandbox de supervisión que se está desarrollando, creemos que hay un paso importante pero no es suficiente”, sostuvo.

La falta de ese marco regulatorio llevó a que la ley de criptoactivos, propuesta por el representante a la Cámara del Partido Verde, Mauricio Toro, volviera al Congreso a comienzos de agosto. Su finalidad: crear el registro único de plataformas de intercambio de criptoactivos y generar una parametrización contable, así como la obligación de que los operadores presenten un panorama de riesgos a sus clientes, dada la alta volatilidad de las monedas digitales.

A pesar de la urgencia con la que Toro ha promovido el proyecto de ley, subrayando el hecho de que la regulación cripto cerrará a la puerta a mercados negros y posibles fraudes, no se han conocido novedades sobre el avance de dicha iniciativa al cierre de esta edición.

Lo que está en marcha

“El piloto de cash-in y cash-out a través del sistema financiero abre posibilidades para que los ciudadanos puedan realizar operaciones con plataformas de intercambio de criptoactivos en un escenario delimitado y supervisado que cuenta con altos estándares de gestión de riesgos. Además, se ha puesto especial énfasis en la experiencia del usuario, así como en la atención a los consumidores financieros”, explicó a Forbes el superintendente Castaño.

Hasta el momento, la única alianza que ha arrojado resultados dentro del programa piloto de criptoactivos es la que conforman MOvii y Bitpoint, que a la fecha supera los 2.000 usuarios activos y los $500 millones transados. De acuerdo con la información oficial de la Superfinanciera, el piloto que lideran ambas compañías concluirá el próximo 22 de junio, fecha en la que cumplirá un año desde su inicio.

En cuanto al convenio entre Coltefinanciera y Obsidiam, apenas lleva un par de meses de vigencia, tras iniciar de manera oficial el pasado 29 de septiembre. Al igual que cualquiera de los proyectos que conforman el programa, tendrá un año para llevar a cabo su proyecto piloto. De momento, no se han revelado cifras sobre el avance de su operación.

En cuanto al resto de proyectos anunciados, lo que se sabe es poco. Además de las alianzas que ya están operando, y próximamente lo harán dos más, según reveló a Forbes el superintendente Castaño, pero es difícil saber cuáles serán entre las siete que aún están pendientes de arrancar.

A vuelo de pájaro, podría decirse que se trata de la alianza entre Bancolombia y Gemini, así como la unión entre Coink y Banexcoin, pues en ambos casos, los CEOs de las entidades financieras han declarado que están listos para comenzar. No obstante, aquellas en las que trabaja el Banco de Bogotá, aliado con Bitso y Buda.com, también estarían a punto de anunciar su entrada en vigor.

De hecho, el banco anunció a comienzos de septiembre que habilitará las transacciones con criptomonedas con 5.000 de sus clientes mayores de 25 años, por un monto máximo de $49,9 millones al mes, tan pronto reciba la autorización de la Superfinanciera.

No obstante, las fechas de inicio de cada uno de los casos anteriormente mencionados solo se confirmará cuando hayan recibido aprobación de la Superfinanciera, por lo que aseverar cuál será el siguiente proyecto en dar el salto a la operatividad es mera especulación.

Sobre la metodología de las mismas, Castaño comentó que cada alianza ha estructurado sus pruebas y determinado el mercado objetivo de acuerdo con su propio perfil de riesgo y las distintas etapas que desean desarrollar en el marco del piloto.

“Algunas han decidido ofrecer sus servicios al público en general para tantear la demanda por este tipo de operaciones. Otras, en cambio, han optado por arrancar con una base de clientes determinada según una valoración previa del perfil de riesgo de estos”, agregó.

Los resultados

Para Castaño, los primeros meses de operaciones en el marco de la Arenera han arrojado resultados interesantes para todos los participantes, desde la construcción de contratos y análisis de riesgos hasta el conocimiento mismo de la transaccionalidad. Hasta ahora no se han reportado incidentes de riesgos operativos, de ciberseguridad u operaciones sospechosas.

Adicionalmente, el ejecutivo resaltó que se pueden extraer varios aprendizajes en cuanto al entendimiento que los consumidores financieros tienen sobre las operaciones que realizan con estos activos intangibles. “Es claro el importante desafío en materia de educación financiera y de acompañamiento al consumidor, pues es fácil caer en la tentación de una rentabilidad o utilidad rápida sin ser muy conscientes sobre los riesgos que pueden correr sus ahorros”, dijo.

No obstante, Castaño consideró importante recordar que la implementación de la prueba piloto no tiene incidencia en el marco regulatorio vigente aplicable a los criptoactivos. Eso quiere decir que no cambia la asignación de responsabilidades en la información y manejo de riesgos de estas transacciones, ni puede entenderse como una autorización para que el sistema financiero utilice el ahorro del público para realizar este tipo de operaciones.

Por ahora, solo queda esperar a que los proyectos pendientes den frutos y que la población colombiana se familiarice aún más con las monedas digitales. No cabe duda de que el Gobierno y los entes reguladores están haciendo un trabajo minucioso para asegurar condiciones óptimas que no comprometan el porvenir financiero de los usuarios, pero también deben cuestionarse si los retrasos actuales pueden perjudicarlos todavía más en un sector que se afianza cada vez más a nivel global.

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