A los desafíos históricos que siempre enfrentaron las empresas de diferentes industrias -control de costos, incremento de la competencia, cumplimientos regulatorios, gestión del talento, aumento de la eficiencia y de la productividad, sostenibilidad, se agrega uno nuevo que hasta hace no mucho tiempo se trataba de un elemento extraordinario que podría ocurrir apenas de tanto en tanto y que en la actualidad es casi un hecho cotidiano: el manejo de las disrupciones.
“El 2020 fue la clara demostración de cómo las reglas de juego pueden cambiar de un día para el otro, a partir de variables muy difíciles de prever y de controlar”, advierte Juan Cartier, Head de Digital Supply Chain Solutions de SAP Latinoamérica.

En el momento en que las empresas necesitaron garantizar la continuidad de sus negocios quedó al descubierto una realidad que hacía mucho se venía visualizando: la alta dependencia que tienen unas organizaciones de otras a través de la cadena de suministro, que de acuerdo a qué tan digitalizada y automatizada esté puede convertirse en una fortaleza o en una debilidad para la organización.
De hecho, muchas de las estrategias que se utilizaron durante años para hacer crecer los negocios y para reducir los costos, resultaron con la pandemia en restricciones enormes: mantener un número consolidado de proveedores, fabricar offshore o utilizar un único operador logístico que se ocupe de toda la distribución.
En estos nuevos tiempos, la flexibilidad y la resiliencia ganan terreno. Según datos de SAP, el 52% de las empresas manufactureras de Estados Unidos necesitaron ampliar el número de proveedores durante la pandemia debido a problemas de entrega relacionados con las restricciones a la movilidad. El fenómeno se extendió a todo el mundo.
Soplan vientos de cambio y es imprescindible abrazar las nuevas tendencias para poder amortiguar el impacto. En ese sentido, la automatización y la incorporación de nuevas tecnologías como internet de las cosas, inteligencia artificial o blockchain, por mencionar apenas algunas, permiten prever escenarios, obtener información en tiempo real sobre la evolución de la demanda, anticipar problemas en el suministro de materias primas, predecir la necesidad de mantenimiento de los equipos, rebalancear de manera dinámica la producción entre diferentes líneas en caso de un incremento explosivo en la cantidad de pedidos, establecer rutas óptimas para distribuir los productos terminados con análisis de restricciones potenciales en tiempo real y generar estructuras colaborativas a través de redes de negocios… La enumeración de posibilidades y beneficios es tan amplia como la creatividad y las necesidades de cada empresa.
Los cuatro pilares de cambio para una empresa que logra digitalizar su cadena de suministro se apoyan sobre:
- Agilidad: La planificación y la ejecución están sincronizadas de extremo a extremo y cualquier cambio puede reflejarse en tiempo real sin afectar las operaciones.
- Productividad: Todo el proceso productivo es predecible y óptimo, al tiempo que se reducen la actividad manual y los errores consecuentes y las actividades duplicadas o ineficientes.
- Conectividad: Es clave establecer relaciones colaborativas con el ecosistema de negocios.
- Sostenibilidad: Una buena planificación evita desperdicios de materias primas. La previsión de demanda elimina las mercaderías que nunca se venderán. Las rutas óptimas disminuyen la huella de carbono de los vehículos de transporte. Las redes de negocios permiten elegir proveedores responsables. La gestión de materiales simplifica el reciclado y el reúso.
“Ahí es donde apunta la estrategia Del Diseño a la Operación de SAP que busca conectar a la empresas en todas sus facetas, desde el diseño del producto hasta la fabricación, logística y servicio, de modo que todas las partes de una organización operan de modo holístico, fluido y veloz para responder a los rápidos e imprevisibles desafíos que enfrentan”, describe Cartier.
La disrupción se convirtió en una moneda corriente para las empresas. La digitalización de la cadena de suministro se consolida como la clave para manejar estas disrupciones de manera ágil, efectiva, con bajo nivel de complejidad y a bajos costos.