Con el ejemplo de países como Perú, Ecuador, México y recientemente Chile, en los que las monedas se devaluaron por el nerviosismo, la pregunta que queda es ¿hasta qué punto un nuevo mandatario puede afectar a un país?

En otra jornada electoral en América Latina, la noticia de que el diputado considerado de izquierda, Gabriel Boric, será el nuevo presidente de Chile ha impactado a los mercados y en los primeros días después de la noticia el peso chileno y otros indicadores han tenido números en rojo. Por eso, las preguntas que surgen son: ¿qué tanto puede afectar un nuevo presidente a la economía de un país? ¿Eso le va a pasar a Colombia?

Por un lado, vale revisar los casos de los países de la región que recientemente han elegido a sus mandatarios. Uno de ellos fue el de Pedro Castillo, el presidente electo de Perú y quien es categorizado por los peruanos como sindicalista.

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Castillo, quien tuvo que esperar un mes para ser ratificado como el presidente electo de Perú, se posesionó a mediados de este año y su elección ha puesto nerviosos a inversionistas por unas decisiones que pueden afectar la estabilidad económica de ese país, que fue uno de los que más se contrajo de América Latina durante el 2020.

Tanto así, que según un informe del Banco Central de Reserva del Perú, la inversión privada no crecerá en 2022.

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Otro caso fue el de Ecuador, que a principios de este año eligió al banquero Guillermo Lasso como su nuevo presidente lo que, contrario de lo que se vio en Chile o en Perú, fue aplaudido por los mercados en su momento con un repunte en los bonos y en las acciones.

Y, por supuesto, aparece en la foto más reciente el caso de Chile, en donde el peso chileno reaccionó a la baja apenas se supo el nombre del nuevo presidente de izquierda. Eso también se vio reflejado en el comportamiento de la bolsa de valores de ese país y creó un halo de incertidumbre en esos primeros días.

¿Hasta dónde va el efecto?

Con el reflejo de los vecinos de la región, Colombia tendrá que elegir a su próximo presidente y a sus congresistas, quienes estarán a cargo de hacer varios cambios para impulsar la economía a través una reforma tributaria, pensional, laboral y hasta de justicia.

Forbes Colombia consultó con varios expertos sobre el efecto que esto puede traer en la confianza inversionista y entre las conclusiones está que si bien históricamente los mercados son más cautos cuando se avecinan elecciones, el efecto se normaliza paulatinamente.

Para Felipe Campos, director de Investigaciones Alianza Valores y Fiduciaria, “esta volatilidad preelectoral y pos elecciones es un tema que se ha visto en América Latina y eso pasa, sobre todo, con candidatos que proponen cambios importantes en la forma en la que se maneja el país. Siempre hay este proceso en el que el mercado desde un tiempo antes empieza a descontar”, explica.

El analista cita el ejemplo del comportamiento del dólar en Chile y en Perú, en donde desde un año antes de las elecciones esa divisa se valorizó en esos países entre un 12% y 20%.

“Eso pasa porque los inversionistas buscan protegerse de los posibles cambios del país y lo hacen también para que la moneda llegue a cierto nivel en donde igualmente sea atractivo invertir”, apunta.

Eso quiere decir, en otras palabras, que aunque los inversionistas son cautos con lo que pueda suceder en un país se aseguran de tomar medidas para que aún en esa incertidumbre siga siendo atractivo invertir en un país.

Cuando eligieron a Lula en el 2002 hubo movimientos de la moneda brasileña e incluso de otras monedas de la región por el nerviosismo. Sin embargo, un año después de que salió elegida, la moneda se le devolvió todo su valor incluyendo la colombiana y el real brasileño. Es decir, hay un proceso electoral en el que aún así elijan al candidato no deseado por el mercado, la moneda retoma su valor”.

En ese sentido, Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa SCB Grupo Aval, agrega que “normalmente este tipo de eventos se descuentan poco a poco en el tiempo. De aquí en adelante, cuando se posesione el presidente y muestre quiénes serán las personas que lo acompañarán para gobernar pues el mercado va reaccionando. Y dependiendo de ese perfil, vemos que los mercados reaccionen positiva o negativamente”, agrega.

Otro ejemplo de eso es México, que pese a que su presidente Andrés Manuel López Obrador es de izquierda y provocaba cierto temor en los inversionistas sus acciones no han cambiado de manera radical el modelo económico mexicano, por lo que el interés en invertir en el país permanece.

También hay que ver cómo se comporta la institucionalidad porque si son organismos fuertes que soportan y sostienen al país sin desequilibrarlo, pues eso también es buena noticia para los inversionistas”, señala Ballén.

Por lo pronto y para el caso de Colombia, el mercado sigue de cerca las propuestas que aseguren, o no, la estabilidad macroeconómica del país como cambios en el sistema pensional, tributario y laboral.

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