La estructura financiera de las OPAs por Nutresa y Sura muestra además que los Gilinski, poniendo US$300 millones adicionales, podrían hacerse al control de un conglomerado cuyo valor en bolsa supera los US$11.000 millones.

La semana pasada se conoció la aprobación para que los Gilinski (Jaime y su hijo Gabriel) vayan por otra participación accionaria que les dé el control definitivo de Sura y Nutresa. Estas OPAs se desarrollarán en las próximas semanas y se espera que concluyan a finales de febrero o comienzos de marzo. La de Sura tendrá aceptaciones entre el 8 y el 28 de febrero.

Si la movida les sale bien, se harán al control de un grupo de empresas cuyas holdings (Grupo Sura, Grupo Nutresa y Grupo Argos) tenían al viernes pasado y con la tasa representativa del mercado del dólar vigente un valor superior a los US$11.000 millones.

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La sopresa es que ese control lo lograrían con muy pocos recursos de su propio bolsillo en proporción al valor de las compañías en bolsa. El secreto está en la estructuración financiera de la movida que además tiene como base utilizar el propio enroque del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) en su contra. Estas son las cuentas de la plata de los Gilinski en las OPAs del GEA.

La semana pasada se conoció que los Gilinski empezaron a capitalizar los vehículos a través de los cuales hicieron las OPA’s.

Según informó el portal de noticias económicas Primera Página, la holding panameña de los Gilinski (JGDB) recibió una inyección de capital por $1,4 billones (cerca de US$351 millones).

Aquí es donde se ponen interesantes las cuentas, porque estamos hablando de la movida empresarial del siglo en Colombia y eso daría para esperar un multimillonario flujo de capital. La realidad es que los Gilinski ya se hicieron al control del 25% del GEA poniendo de su bolsillo apenas US$502 millones para pagar las dos OPAs iniciales de Nutresa y Sura y podrían hacerse al control total, a través de la segunda ola de OPAs, poniendo sobre la mesa otros US$300 millones.

La historia es así.

Lo primero que hay que decir es que los Gilinski iniciaron su oferta por Sura anunciando que 65% de los recursos provendrían de financiamiento del First Abu Dhabi Bank.

Así que si por el 25% de Sura pagaron US$946 millones, eso quiere decir que 65% de ese monto (US$615 millones) fue deuda, mientras que el otro 35% (US$331 millones) salió de su bolsillo.

En el caso de Nutresa ocurrió algo similar. No obstante, el Royal Group va como socio y pone el equity equivalente al 49,9%.

Aquí las cuentas son así: el 27,68% de Nutresa les costó US$977 millones. Bajo el mismo esquema (65% financiación, 35% equity), a los socios en la transacción les prestaron US$635 millones y pusieron US$342 millones de su capital propio.

Es necesario hacer aquí otro desglose, porque esos US$342 millones debe dividirse en los 50,1 de los Gilinski (US$171,3 millones) y el 49,9% del socio de Abu Dhabi (US$170,7 millones).

En pocas palabras, los Gilinski han sacado de su bolsillo US$502 millones para hacerse al control de un grupo de holdings que valen más de US$11.000 millones. Así de claras son las cuentas con la plata de los Gilinski en las OPAs del GEA.

La jugada magistral, desde el punto financiero, cerraría con la adquisición de las participaciones adicionales en Nutresa y Sura (lo que además les daría el control en Grupo Argos y Bancolombia), poniendo US$300 millones adicionales.

Esto es posible, porque los Gilinski encontraron cómo utilizar el enroque accionario del GEA en contra de los paisas: tomando el control de unas participaciones importantes en dos de las holdings, los deja con la sartén por el mango del principal conglomerado empresarial del país.

Solo un dato de contraste y que sirve para darle dimensión a esta jugada magistral de los Gilinski: Hamburguesas El Corral le costó al GEA en 2015, $743.000 millones, unos US$450 millones de la época.

Desde cualquier punto de vista, la apuesta de los Gilinski les ha representado un éxito, pues como ya lo reveló Forbes Colombia, aún si fracasan con las segundas OPAs, la valorización de sus participaciones en Sura y la llegada de un eventual socio estratégico en Nutresa, les abre la posibilidad de obtener una utilidad superior a los US$864 millones.

Es innegable que esta apuesta de los Gilinski por las compañías del GEA será un estudio de caso para los expertos en finanzas en el futuro próximo.