Un esquema cuyo propósito es garantizar un ecosistema de comercio electrónico legal, en el que la data juega un papel relevante, abrió el debate entre las plataformas de streaming y las franquicias de pagos electrónicos. La causa: el aumento en las comisiones del dinero plástico.

El comercio internacional en un contexto digitalizado tiene sus vericuetos. Sobre todo, en casos donde se manejan operaciones que involucran un emisor local y una entidad foránea, escenario que puede catalogarse como una transacción transfronteriza. Es ahí donde las reglas se hacen complejas de entender, no solo por las condiciones del negocio, sino por el manejo de la información, situación que ha obligado a las compañías a actuar.

Para lograr más claridad, un ejemplo: cuando alguien en Colombia recibe el servicio de streaming de una compañía ubicada en Estados Unidos, como Netflix o Amazon Prime Video y paga por ello, técnicamente está haciendo una operación de comercio exterior. Ese tipo de transacciones tiene reglas del juego distintas a una operación de comercio local; aparece entonces una zona gris que abre un debate.

Por eso, Visa y MasterCard trabajan en la implementación del Expanded Merchand Location Pilot Program (EMLP) y Payment Intermediary Foreing Exchange Operator (PIFO) respectivamente, y así establecer las reglas del juego para este escenario.

“En esos casos, dado que el comercio es internacional, nosotros la categorizamos como una transacción transfronteriza, con los mismos requisitos y normas en temas de información y data”, explicó a Forbes la vicepresidenta ejecutiva de Desarrollo de Mercado de MasterCard para Latinoamérica y el Caribe, Kiki del Valle.

Convierta a Forbes Colombia en su fuente de información económica

La situación ya ha generado polémica en el mundo: en Inglaterra, Amazon amenazó con no volver a recibir Visa en sus sistemas de pago. No obstante, la semana pasada se conoció que ambas compañías estaban negociando al respecto. En Perú ya hay insatisfacción entre los representantes del comercio electrónico, que pidieron a su autoridad de competencia mirar el tema.

La problemática es nueva y surge en los contextos digitales donde es más difícil definir las fronteras. Esto es importante para entender la dificultad que empresas como Amazon o Netflix tienen con estos esquemas que fijan las franquicias de pago como Visa y Mastercard: se trata de comprender que están trabajando, directa o indirectamente, con un comercio extranjero, porque actualmente esas operaciones se disfrazan como una transacción doméstica.

“Lo que están haciendo es categorizarse como el comercio y no están prestando esta información del comercio final, que es tan importante para los consumidores”, sostuvo del Valle, quien también resaltó que el programa PIFO ya opera en toda América Latina.

Esta situación impacta a las plataformas de streaming, pues significan comisiones más elevadas a los adquirientes locales para procesar los pagos de estas compañías multinacionales sin una representación local dentro del país donde se esté dando la transacción.

En el ecosistema digital no están contentos con el tema. La presidenta de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), María Fernanda Quiñones, explicó a Forbes que el planteamiento de toda la industria frente a los costos de las transacciones debe ser coherente con los modelos de negocios hoy vigentes. “La prestación de los contenidos se hace necesariamente desde un país y es impensable que quien hace y presta ese tipo de servicios vaya a constituirse en cada uno de los lugares a donde llega con su servicio”, subrayó.

La ejecutiva aseguró que la prestación de servicios en streaming se origina en una determinada locación para muchos países en el mundo y esa es la forma en la que los servicios digitales se prestan hoy en día. Cualquier medida que afecte el costo para el usuario final va a significar que muchas personas pierdan acceso.

Sin embargo, el problema no se da solo en las plataformas de streaming, pues del Valle, de MasterCard, comentó que “nosotros trabajamos hoy en día con todas las plataformas”. De hecho, lo hacen a través del adquiriente, encargado de hacer el abordaje de todos los comerciantes en la red.

Lea también: Claro dice que compensará a sus usuarios en Cali por cortes de energía producidos por Emcali

Lo cierto es que son precisamente los comerciantes quienes tienen la habilidad de convertirse en una entidad local o trabajar siguiendo las regulaciones locales para beneficiarse del valor de una transacción doméstica, pero son ellos los que determinan cómo realizar los pagos. Para lograrlo, lo hacen a través de jugadores internacionales o locales, si pasan a ser entidad local.

El vicepresidente senior de franquicias de MasterCard para Latinoamérica y el Caribe, Peter Goldenberg, comentó a Forbes que los participantes en mercados latinoamericanos, incluyendo Colombia, también tienen licencia de la marca para operar en el mercado local, por lo que “el adquirente que está en Colombia tiene una licencia de MasterCard, con la marca de MasterCard, para operar con comercios ubicados en Colombia”.

En caso de que se afilie un comercio a través de un facilitador de pagos que no está ubicado en el país, este último no tendría una licencia para actuar. Quien sí la tendría es el adquiriente ubicado en el país del comercio.

Esa es una de las disrupciones que traen los modelos implementados por Visa y MasterCard.

“El facilitador de pagos no envía los datos del comercio, claves para la seguridad y la transparencia de nuestra red. Al ocultar esos datos genera una desventaja y una distorsión, pues son importantes para MasterCard con el tema de lavado de activos, así como para el emisor a la hora de tomar una buena decisión y para el consumidor final de saber dónde está ubicado el comercio con el que está haciendo una transacción”, dijo Goldenberg.

Lea también: El enfrentamiento entre Visa, Mastercard, Netflix y Amazon… ¿llegará a Colombia?

Bajo esta perspectiva, lo que estos programas buscan es la transparencia en la data. Esto también apunta a que, si el facilitador de pago no provee la información de quién es el comercio, la red no puede proveer los niveles de seguridad, generando riesgos a la hora de gestionar las tareas de cumplimiento en lavado de activos y financiamiento del terrorismo, así como el comercio de bienes y servicios ilícitos o prohibidos y el fraude en general.

Esto no implica que sea la red la que fija las comisiones que se aplican a los comercios. Según explicó un portavoz de Visa a Forbes, estas son fijadas por las empresas adquirentes, que son las que tienen la licencia para poder afiliar comercios para recibir pagos con las tarjetas de la firma.

“Los comercios digitales con alcances transfronterizos se han desarrollado y potencializado en los últimos años. Como motor del comercio, nuestro compromiso es seguir trabajando junto con todos los actores del ecosistema de pagos para seguir implementando nuevas soluciones que mejoren la experiencia de pagar en línea”, dijo.

Al ser un ecosistema que involucra distintos jugadores en el ámbito digital y comercial, incluyendo a los mismos gobiernos, la importancia de estas iniciativas está en permitir que las entidades inmersas en él puedan competir de forma segura y equitativa con los otros jugadores; están pensadas para mejorar el servicio nacional.

Siga a Forbes Colombia desde Google News