Las startups y su cultura organizacional les dan ejemplo a las empresas tradicionales a la hora de preocuparse por la salud mental de sus trabajadores. ¿Cuáles son sus estrategias y por qué han decidió invertir en su capital humano? Algunas de las organizaciones más relevantes del país responden.
Una de las ‘herencias’ que el Covid-19 les dejó a los trabajadores fue la capacidad de elegir a su empleador no solo basados en la remuneración económica, sino también en el valor de los intangibles que les ofrecen. La oportunidad de crecer dentro de una organización y el cuidado que esta les dé de sus necesidades principales, entre otros, se convirtieron en puntos clave a la hora de permanecer en un puesto de trabajo.
Un estudio de la startup Momentu, que ofrece servicios de atención de la salud mental para las organizaciones, determinó que este año cada vez más empresas de la región implementarán medidas de bienestar emocional para atraer y retener a más y mejores talentos.
“Los problemas de salud mental de los colaboradores se han vuelto cada vez más evidentes, lo que ha hecho que sus expectativas de apoyo de los trabajadores por parte de sus empleadores aumenten”, indicaron desde Momentu. La tendencia es tan fuerte, que incluso en 2021 brindar apoyo emocional a su equipo se convirtió en uno de los puntos más relevantes en la agenda de las startups, menciona el estudio.
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Juan Pablo Montoya, CEO de Momentu, indica que las políticas laborales flexibles seguirán siendo el pilar de las estrategias de retención y motivación de la fuerza laboral. “Las empresas deberán brindar opciones para trabajar de manera flexible e híbrida, en cuanto a horario y lugar de trabajo. Esto, pensando en su bienestar emocional y en reducir la ansiedad e incertidumbre de volver 100% a las oficinas”, explica.
De igual forma existe un reto para las empresas: el de preocuparse por el círculo familiar de sus colaboradores. Según una encuesta de JED y Fluent Research, en el 2020 seis de cada 10 padres mencionaron que su hijo había experimentado problemas emocionales, sin embargo, el acceso a atención en salud emocional para los niños sigue siendo bajo, por lo que las empresas juegan un rol importante a la hora de atender ese fenómeno.
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Una tarea que ya se hace
En Colombia ya existen muchas startups que han emprendido el camino del cuidado del bienestar emocional de sus empleados como una estrategia de retención y atracción de talento. Una de ellas es Siigo, que desde su área de People & Culture se encarga de dar alternativas de apoyo psicosocial a sus empleados. “Este año la meta es hacer más accesibles las herramientas para la atención de problemas frecuentes como el estrés, por ejemplo, con la digitalización de las rutas de atención a ellos de la mano de soluciones como Momentu”, indica Paola Madriñan, Chief People Officer de Siigo.
La directiva menciona que abrir espacios para hablar abiertamente de problemas de salud mental ha marcado una diferencia en la dinámica cultural de la compañía. “Dentro de las reuniones se pregunta abiertamente cómo se sienten a nivel emocional y nos hemos dado cuenta de que abriendo espacios para incluir a las familias en las dinámicas laborales podemos tener una mejor retroalimentación de cómo se siente el colaborador y si ya está gestionando alguna situación en caso de que la haya”, agrega Madriñán.
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Desde La Haus, una proptech colombiana, se dieron cuenta de que atender la salud mental de los empleados puede disminuir el porcentaje de deserción, lo que termina beneficiando económicamente a las empresas, especialmente en etapas tempranas. “De lo contrario, empresas como la nuestra, tendrán grandes retos, ya que la alta rotación haría que la empresa no madure, o aún peor tener un equipo estable, pero con altos índices de burnout que impiden de manera natural lograr una productividad al 100%. En ambos casos existe una pérdida de ingresos considerable”, explica Gisela López, VP of People de La Haus.
Para López un equipo que monitorea y gestiona su bienestar emocional es un equipo que logra resultados, mejora su productividad, tiene más motivación, se compromete con sus tareas, se comunica de manera asertiva, es empático, más creativo, tiene más tolerancia a la frustración y es más resiliente.
La estrategia de cuidado además ha sido rentable. “Logramos crecer 10x en el 2021 de manera orgánica, sin quemar al equipo. Esto solo se logra por el talento de un equipo motivado, que tiene clara la visión y que trabaja por lograrla. Además, hemos visto un notable incremento en el compromiso del equipo que deriva de sentirse escuchados y motivados”, concluye.
TUL, la startup que digitalizó a la industria ferretera, se volcó desde hace un año a abrir espacios públicos y privados para que sus más de mil colaboradores hablaran de cómo se sentían. El resultado, cuenta Sebastián Ponce, Chief People Officer de TUL, ha sido construir un equipo más consciente de la importancia de priorizar su bienestar en el día a día. “En este sentido, es un equipo que se construye a largo plazo, pues a través de la empatía se está generando un vínculo con las personas, que no solo se reflejará en sus resultados y mejores rendimientos, sino en sus aspiraciones de crear planes de carrera y crecimiento profesional dentro de la compañía”, agrega.
Pero los directivos coinciden en que la dinámica del mundo de las startups, en donde la rapidez, el crecimiento acelerado, las largas jornadas laborales y la exigencia de mejores resultados, hace que sea más difícil que en otras industrias hablar de salud mental y atenderla efectivamente. “En nuestro contexto es ‘normal’ escuchar de trabajadores que acortan sus espacios de descanso, almuerzan frente al computador, y muchas otras prácticas que son vistas como muestras de compromiso pero que en realidad pueden desencadenar un caso de ‘síndrome del quemado’ o estrés negativo”, menciona Ponce.
Por eso, detalla, es importante que la apropiación de estos temas empiece por los directivos y CEOs de las organizaciones.
Juan Domínguez, Chief People Officer de la startup mexicana Clara, dice que como líderes las cabezas de las organizaciones deben servir de ejemplo de esa cultura que se quiere construir en la base de las empresas. “Nosotros hemos implementado pulsos trimestrales en los que participa toda la organización y desde 2021 hacemos una encuesta general para compararnos con nosotros mismos y con el mercado”, detalla. “Hemos observado una mejoría significativa en los índices de bienestar y al mismo tiempo esto nos ha permitido detectar y actuar”.
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