El excandidato de 'Colombia Renaciente', Luis Gilberto Murillo, apuntó a la necesidad de luchar contra la deforestación como estrategia clave para reducir las emisiones de carbono.

Para nadie es un secreto que los temas medioambientales jugarán un rol clave para elegir al próximo presidente de Colombia. Con la COP26 aún presente en la memoria mundial, y un debate álgido sobre qué hacer con el petróleo en Colombia, la pluralidad de voces orientadas a abordar estos temas con propiedad enriquece el debate electoral.

Una de esas voces es el exministro de Ambiente, excandidato de la colectividad ‘Colombia Renaciente’ y ahora fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo, Luis Gilberto Murillo, quien además de haberse desempeñado como ministro de Ambiente y gobernador de Chocó, también ha trabajado con organizaciones como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en temas relacionados con el medioambiente.

Esta trayectoria le da poder para afirmar que hay un electorado en Colombia que ya es muy consciente de la necesidad que tenemos de garantizar un ambiente sano a la población, pero también de proteger y conservar nuestro patrimonio natural. “Lo que yo he dicho es que seré el presidente de las regiones, del ambiente y la unidad. Ahí veo la posibilidad de plantear una nueva visión de desarrollo para el país”, aseguró.

Con respecto al impacto de la cumbre celebrada en Glasgow, el exministro sostuvo que dicho encuentro trazó el camino para avanzar hacia la carbono neutralidad a nivel global, y una de las acciones clave para lograrlo es la disminución de combustibles fósiles, con especial énfasis en dejar atrás el carbón.

En el caso colombiano, destacó la necesidad de diseñar un plan de transición basado en evidencia, pero que también responda a las circunstancias particulares nacionales. En cuanto a los compromisos que el país adquirió en la COP26, se trazó la meta de disminuir las emisiones en 51% para 2030.

“Esa es una meta ambiciosa (…) Teniendo en cuenta la matriz de emisiones del país, donde casi 60% provienen de la deforestación y cambios de uso del suelo, la prioridad en el corto plazo debe ser la lucha contra el primer aspecto”, agregó.

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Y es que Murillo es consciente de que, en esa lucha contra la deforestación, hay que darle un papel central a las comunidades que saben como manejar y conservar los ecosistemas. De acuerdo con el exministro de Ambiente, en aquellas zonas donde hay titulación colectiva, sobre todo con comunidades negras e indígenas, la deforestación puede ser hasta tres veces menor que en otras áreas.

Por otra parte, Murillo no comparte el hecho de que la prioridad en el corto plazo en la lucha contra el cambio climático deba ser el sector minero energético, pero sí debe serlo en el mediano plazo, por lo que el país “debe empezar a prepararse para eso”. Para entonces, hay que responder a la necesidad de eliminar la explotación de carbón y desestimular la exploración petrolera.

Todo lo anterior, a juicio del candidato, trae un abanico de posibilidades para impulsar el crecimiento económico, generar mayor inclusión y luchar contra la pobreza y la desigualdad. Esto es importante si se tiene en cuenta que el sector minero energético solo aporta 14% de las emisiones de carbono en Colombia, según el último informe del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM).

El problema es que el país no ha definido mecanismos concretos para poder combatir ese fenómeno, principalmente por la falta de desarrollo en las regiones y la ausencia de un esquema de control por parte de las autoridades estatales, los organismos de investigación, el sector judicial y la fuerza pública. Esto sin contar las redes de especulación sobre la tierra, que pueden ser usadas para lavado de activos y titulaciones ilegales, prácticas que promueven la deforestación.

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