Uno de los componentes en escasez que más ha resentido la industria automotriz es el de los microprocesadores porque hoy día es impensable el automóvil sin su presencia a lo largo y ancho del vehículo.

Por: Andrés Fuse*

En las crisis que el mundo vive hay que agradecer que seguimos con vida y buena salud, pero condolernos con las víctimas fatales que ha dejado la pandemia. Sin embargo, los estragos a la economía mundial por causa de la afectación de los eslabones productivos más importantes nos obligan a un llamado a la acción.

En el caso de la industria automotriz los problemas derivados del confinamiento afectaron desde la raíz misma. Me refiero a que tanto las materias primas, como las fábricas de piezas de equipo original, así como las fábricas de ensamble y la cadena de distribución y el soporte logístico se han ralentizado drásticamente.

Uno de los componentes en escasez que más ha resentido la industria automotriz es el de los microprocesadores porque hoy día es impensable el automóvil sin su presencia a lo largo y ancho del vehículo. De ellos depende la ejecución de funciones, desde las más elementales hasta las más complejas y por eso su ausencia no permite la fabricación del vehículo.

Lea también: Ventas de vehículos nuevos en Colombia arrancan con buen ritmo en enero

Algunas corporaciones automotrices están explorando nuevas formas de trabajar con los proveedores y, en el caso de componentes estratégicamente importantes, participando más de cerca con ellos. Para asegurar el abastecimiento de semiconductores a largo plazo, algunas compañías han firmado acuerdos de garantía de suministro directo con desarrolladores de microprocesadores de alta tecnología para la provisión de varios millones de microprocesadores al año. 

Andreas Wendt, miembro del Consejo de Administración de BMW AG responsable de Compras y la Red de Proveedores comentó recientemente: “Estamos profundizando nuestra asociación con empresas en puntos clave de la red de proveedores y sincronizando nuestra planificación de capacidad directamente con los fabricantes y desarrolladores de semiconductores. Esto mejora la confiabilidad y transparencia de la planificación en torno a los volúmenes necesarios para todos los involucrados y asegura nuestras necesidades a largo plazo. Este acuerdo, marca el siguiente paso lógico para asegurar nuestros suministros de una manera aún más equilibrada y proactiva en el futuro”.

Estos acuerdos muestran cómo construir un enfoque de asociación de la cadena de suministro más resistente para recuperar el equilibrio entre la oferta y la demanda de microprocesadores en la industria automotriz, así como los esfuerzos para acelerar la innovación tecnológica.

Ya en el pasado se han dado estas asociaciones: hace unos 25 años, en una planta de Chequia, el ensamblador llamó a los proveedores a ser más eficientes mediante el arrendamiento de espacios tanto en la instalación industrial como en la misma línea de ensamble para que ellos mismos produjeran e instalaran “just in time”.

Aquí en Colombia, también se recuerda el asentamiento de proveedores de tanques de combustible y sistemas de escape, entre otros, en las ensambladoras locales.

Así como la automotriz gana por asegurar el suministro de partes para su ensamble, el proveedor asegura la venta de su producción, con lo cual puede planificar mejor la carga de las líneas de fabricación y ensamble.

Es decir, un gana-gana. 

*El autor es gerente general de Autogermana.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

Convierta a Forbes Colombia en su fuente de información habitual