Cuando nadie lo esperaba, una guerra iniciada por Rusia ponía "patas arriba" a todos los países en el planeta. Sucesos que siguen alimentando una incertidumbre poco beneficiosa para la economía.
Hace escasos días, los informes que hacía públicos el FMI mostraban un horizonte optimista para el planeta. Pese a la ralentización que ha vivido la economía a nivel global, la recuperación avanzaba en tanto en cuanto se reducía la incidencia del virus en los distintos territorios.
Después de más de dos años de incertidumbre extrema, el mundo parecía que alcanzaba esa “nueva normalidad” que, hace meses, era impensable. Sin embargo, atendiendo al dicho que dice que “lo bueno dura poco”, y los sucesos que hemos ido viendo desde hace meses, la suerte nos vuelve a recordar que sigue sin estar de nuestra parte.
Convierta a Forbes Colombia en su fuente de información económica
Hasta que la pandemia llegó a nuestras vidas, las economías se preocupaban por un estancamiento, a la vez que los economistas y los expertos debatían medidas para incrementar el nivel de bienestar en unas economías que, desde hace años, habían activado la velocidad de crucero. Pero con la pandemia todo cambió. En cuestión de días, el planeta se enfrentaba a una crisis de dimensiones insospechables. Y a esta crisis, numerosos sucesos envolvían el contexto de una excepcional incertidumbre que ha mantenido inquietos hasta a los más sabios de la materia.
Como si de un tributo al matemático Nassim Taleb se tratara, numerosos “cisnes negros” han ido apareciendo en la historia, marcándola con capítulos agradables y no tan agradables. A lo largo de estos años, hemos sido testigos de cómo un planeta entero se volcaba por salvar las vidas de aquellos más vulnerables, pero también hemos sido testigos de una polarización política que ha provocado revueltas en numerosas capitales de todo el mundo. Y basta atender a la historia reciente, como si de un cronograma se tratara, para confirmar esta inestabilidad de la que hablo.
Hace dos años los periódicos los protagonizaba la pandemia. Pero hay que decir que, desde entonces, la pandemia no ha sido el único suceso que ha puesto a prueba al planeta. Esos cisnes negros a los que hacía referencia los hemos ido viendo a lo largo de estos años, y esa nueva normalidad que perseguíamos tras “superar” la pandemia se ha ido retrasando en tanto en cuanto se iban produciendo los sucesos citados. Y es que, en un momento en el que pensábamos que ya nos había pasado de todo y la cosa no podía ir nada más que a mejor, una guerra se impone en la agenda pública, con los riesgos de que hablamos de una guerra iniciada por una potencia nuclear como Rusia.
Hoy, una invasión iniciada por el kremlin ha puesto “patas arriba” a un planeta que, hace semanas y como decíamos, luchaba por recuperarse de una pandemia que hoy se convierte en una pequeña mancha si tenemos en cuenta que nos encontramos ante lo que algunos expertos ya denominan como “tercera guerra mundial”. Y es que los últimos cinco años han dado para mucho en lo que a sucesos inesperados se refiere. Desde el asalto al capitolio hasta lo sucedido en Afganistán, pasando por la propia pandemia, numerosos sucesos han acabado con esa calma y esa paz que hace meses llegaba hasta a aburrir a las economías desarrolladas y no tan desarrolladas.
Y es importante ser consciente de las consecuencias que tiene todo esto en la economía. Pese a que hay quien considera divertida esta situación, la incertidumbre y esa inestabilidad que vivimos a lo largo de estas semanas, y que hemos vivido a lo largo de estos meses, años, etc… Pues a mi me gusta decir que esta incertidumbre se convierte en otro freno a la recuperación, siendo un factor que condiciona claramente el crecimiento económico. No obstante, el Fondo Monetario Internacional (FMI), a través de estudios realizados por economistas del propio organismo, también ha sido capaz de medir el impacto de esta incertidumbre y esta inestabilidad en la economía.
Lea también: Guerra en el mundo: ¿Qué pasa con Latinoamérica?
Pues debemos saber que la economía puede parecer algo complejo, pero no es más que una ciencia social que estudia el comportamiento de los seres humanos. Teniendo en cuenta que partimos de que estamos ante una ciencia social, debemos comenzar el análisis por el comportamiento de las personas, y en un escenario de excepcional incertidumbre e inestabilidad, las personas se vuelven pesimistas y no mueven, como se precisa, la economía a través del emprendimiento, la contratación, el consumo, entre otras acciones que se ven condicionadas por esa situación de inestabilidad.
En cifras globales, el organismo estima que podríamos hablar de hasta 1,5 puntos porcentuales que no se acabarían materializando en el crecimiento a final de año. La incertidumbre y la inestabilidad, como vemos, pueden dañar gravemente una economía, restándole al crecimiento económico, entre otras cosas. Si tenemos en cuenta que precisamos todos esos recursos para recuperarnos, debemos ser conscientes de lo comentado en este artículo. Pues podemos seguir confiando en la recuperación como hasta ahora, y no estamos equivocados, pero ello no quita que no esté exenta de graves riesgos de los que debemos estar muy pendientes.
Por: Francisco Coll Morales*
Francisco Coll Morales
*El autor es economista, responsable de educación económica y financiera en Rankia. Analista económico en más de 40 medios, nacionales e internacionales.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.