El precandidato presidencial de la Coalición Centro Esperanza, Carlos Amaya, destacó que creará una emergencia económica por el hambre al llegar a la Casa de Nariño.

Colombia tiene un desafío muy grande ante la baja productividad del país, sumado a los altos niveles de informalidad que maneja en la actualidad dentro de todos los sectores económicos. Este panorama hace que sea necesaria una diversificación tanto de las industrias como de la economía en general para generar empleo.

No obstante, el país tiene un problema en el tema de tierras, y es que hasta 83% se concentran en el 1% de la población más adinerada del país, según comentó a Forbes el precandidato de la Coalición Centro Esperanza, Carlos Amaya.

A pesar de ello, su propuesta de gobierno tiene al sector agrario como motor del crecimiento económico nacional. La razón para ello tiene que ver con que este sector, junto al minero-energético, tienen una participación similar dentro del PIB, que llega a 6% en ambos casos.

Como hijo de campesinos, Amaya resalta en entrevista con Forbes Colombia que conoce las necesidades del campo de primera mano, así como sus virtudes, por lo que no duda en afirmar que es de la tierra de donde puede surgir el eje central de la reindustrialización en Colombia, además de una fuente clave en la generación de empleo.

“En el sector agropecuario se generar 3,5 millones de empleo, mientras que en el minero-energético apenas llegan a 300.000, casi 12 veces menos que en el primer caso“, comentó el también exgobernador de Boyacá.

Con respecto a la inflación de los alimentos, que según el último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) alcanzó una variación anual de 23,3% en febrero, Amaya destacó que dicho indicador se debe sumar a los 12 millones de toneladas de comida que entran a Colombia desde el exterior para entender la crisis que tiene el país en este aspecto.

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Esto va de la mano con el hecho de que hay pocos campesinos sembrando en la actualidad, lo que genera una oferta escasa de alimentos en Colombia, aspecto que se complicaría más con el recrudecimiento de los conflictos internacionales en torno a la guerra entre Rusia y Ucrania debido a la dependencia del país en los precios internacionales de los alimentos.

¿Cómo lograr todos los objetivos anteriores? Duplicando el valor de siembra actual en el país, que llega a 8,7 millones de hectáreas, para superar los 17 millones e impulsar la creación de hasta siete millones de empleos. Mediante esta estrategia, Amaya se muestra confiado en que el país podría sustituir gran parte de las importaciones de alimentos y corregir la inflación de este sector al mismo tiempo.

Sin embargo, un punto importante para que esa estrategia tenga éxito recae en las vías terciarias, y es que, según Amaya, hace falta “conocer el territorio”. “Si son 147.000 km de vías terciarias, y un kilómetro de placahuellas alcanza alrededor de $1.000 millones, se necesitarían $147 billones. Eso quiere decir que no hay manera de arreglar las vías terciarias con placahuellas”, sostuvo.

Si bien es importante mantener la inversión en dicho rubro, el precandidato señaló que el país debe considerar otros aspectos, como la renovación de la maquinaria amarilla, y garantizar el mantenimiento de las vías terciarias en Colombia.

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