La pandemia retrasó los avances en materia de equidad de género en todo el mundo. El foro Económico de Davos estima que tardaría 135 años llegar a ella. ¿Cuáles son los retos con ese panorama?
La lucha por la equidad de género se viene dando desde siglos atrás; podemos remontarnos a la Marcha de las Mujeres del 6 de octubre de 1789, en donde más de 7.000 mujeres francesas marcharon hacia el Palacio de Versalles y entraron en el recinto de la Asamblea, donde no se permitía el ingreso a las mujeres; empapadas, hambrientas y exhaustas, se sentaron en las bancas al lado de los diputados y exigieron adoptar medidas urgentes para resolver la falta de pan, convirtiéndose en protagonistas de la Revolución Francesa. Sin embargo, siguieron siendo relegadas a ciudadanas de segunda categoría.
En 2017, un día después de que Donald Trump fuera elegido presidente, se convocó un paro mundial de mujeres donde participaron 250 ciudades de 50 países para protestar por la inequidad, la falta de oportunidades y la violencia contra ellas.
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A través de la historia, la lucha ha sido constante y difícil, y los derechos de las mujeres en todos los planos han sido cuestionados.
Acercándose el aniversario de la primera Cumbre de Líderes por la Equidad de Género, que se llevará a cabo el 17 de marzo de 2021 en Bogotá, por Women In Connection y el Gimnasio Moderno, y preparándonos para su segunda edición, vemos que desde la Declaración de Beijín en 1995 (considerada el programa más ambicioso sobre derechos de las mujeres y las niñas) hasta la fecha se han venido cerrando las brechas de la desigualdad de género, abonando el terreno para lograr equidad en temas de salario, acceso a cargos, educación superior, libertades sexuales y de opinión entre otras, así como el repudio de cualquier tipo de violencia física o verbal en contra de las mujeres.
Lamentablemente, todo esto ha venido en declive desde el 2020, cuando comenzó la pandemia. El foro de Davos del 2021 calculó que el tiempo para alcanzar la paridad de género pasó de 99,5 años a 135,6 años. Este atraso se atribuye al estancamiento de los avances económicos y al hecho de que las mujeres trabajan en sectores más afectados por las políticas de confinamientos. Los encierros han aumentado la violencia contra las mujeres un 30%, y el desempleo también ha afectado a las mujeres en proporciones mucho mayores que a los hombres.
John Stuart Mill escribió en ‘La esclavitud femenina’ que: “La ignorancia, el olvido o el desprecio a los derechos de la mujer son las únicas causas de las desgracias publicas y de la corrupción de los gobiernos”; si queremos lograr una sociedad equitativa debemos promover la igualdad. Asimismo, la escritora norteamericana Frances Wright escribió: “La igualdad es el alma de la libertad; de hecho, no hay libertad sin ella”.
Estamos frente a un momento crucial en la historia de la lucha por la equidad de género. Por eso, los invitamos a que sean parte del cambio para cerrar las brechas y alcanzar esa equidad tan anhelada.
Por: Ángela Angulo*
*La autora es Asociada experta en Habeas Data y Gobierno Corporativo en Devis Fraija Abogados y miembro del Comité de Empoderamiento y Academia de Women In Connection.
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