La descentralización de las criptomonedas en el mundo real las ha hecho serias candidatas para convertirse en la moneda oficial de los proyectos nacientes del metaverso. No obstante, hay ciertos detalles a tener en cuenta para garantizar la seguridad de las transacciones que tengan lugar en este campo.
El metaverso ya está aquí y no se trata solo de un espacio de juegos y entretenimiento, sino que tiene el potencial para convertirse en una plataforma de negocio donde se puede vender lo que sea. La cuestión es, ¿con qué se puede pagar?
Teniendo eso en cuenta, la posibilidad de que el metaverso pueda generar un espacio de convivencia entre cualquier divisa valida a nivel global es algo que el mercado de este nuevo mundo tendrá que soportar, y a su vez, determinará el valor de cada una, ya sean dólares, euros o pesos colombianos, dependiendo de su uso y adopción dentro de ese espacio. Eso también incluye a las criptomonedas.
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En este punto hay que plantearse una pregunta clave: ¿es posible que las cripto se conviertan en la moneda oficial del metaverso? Lo cierto es que puede suceder, aunque depende de ciertos factores, y aquí hay que hablar del concepto de centralización.
Para Austin Yavorsky, co-fundador y CEO de Landian, primer metaverso construido sobre la cadena inteligente de Binance, el problema con la centralización de las cripto en un país, como sucede en El Salvador, es que requiere confiar en las reservas monetarias de dicha nación. “Esto lo vemos con la banca de reserva fraccionaria hasta la hiperinflación, y cada instancia económica que ha existido a lo largo del tiempo”, dijo el ejecutivo a Forbes.
“La razón por la que Bitcoin tiene valor percibido en este momento es porque hay un cuerpo de gobierno singular que puede decidir si lo apaga o no. Puedes tratar de regularlo lo mejor que puedas, pero más allá de eso, estás realmente tratando de regular el diferencial entre una moneda digital y una moneda física”, agregó.
Asumiendo que el Bitcoin llega a ser el líder en términos de las transacciones que se hacen en el metaverso, hay que tener en cuenta que dicho espacio será un mercado impulsado principalmente por la oferta. Por ello, para que cualquier criptodivisa tenga más o menos valor que en el mundo real dependerá del uso y la demanda que existe en ambos extremos.
“Realmente depende de las demandas y de cómo reaccione el mercado de inmediato. Con el tiempo la gente se dará cuenta, se aprovechará de la situación de arbitraje, comerciará con eso y hará una tonelada de dinero. Sucederá y está sucediendo ahora mismo”, explicó Yavorsky.
¿Cómo encajan las cripto en el metaverso?
Según información de Binance, las criptomonedas pueden ofrecer las otras partes clave necesarias en el metaverso aparte del aspecto 3D que aporta la realidad virtual. Entre ellas se cuenta la prueba digital de propiedad, la transferencia de valor, la gobernanza y la accesibilidad.
Si bien algunos videojuegos ya contienen algunas soluciones básicas, muchos desarrolladores utilizan las cripto y el blockchain como una mejor opción. En el caso de este último, proporciona una forma descentralizada y transparente de tratar los temas, mientras que el desarrollo de videojuegos está más centralizado.
“Incorporar las cripto a un proyecto como el metaverso es absolutamente beneficioso porque son transacciones que se hacen rápido. A su vez, la capacidad adquisitiva de las personas y el hecho de que la moneda está en constante crecimiento sigue siendo un ejercicio bueno”, comentó a Forbes Daniel Vergara, CTO de Wings Games, desarrolladora colombiana de videojuegos encaminada a desarrollar la realidad virtual para proyectos del metaverso.

Para el experto, la cuestión con las criptomonedas es que tienen un rastreo mucho más fácil debido a que toda transacción es pública. “Todos los movimientos quedan registrados y cualquiera puede ver su origen en el metaverso. La idea es organizar herramientas para crear filtros en el movimiento de dinero y límites de manejo”, sostuvo.
Yavorsky aseguró que ningún usuario de Landian puede entrar sin comprar antes una criptomoneda. Bajo esta lógica, los organismos reguladores que están asociados con los intercambios y todos los demás que están vendiendo criptomonedas son responsables de asegurarse de que los usuarios no estén relacionados con juegos de azar, industrias para adultos o tráfico de drogas.
Precisamente, el ejecutivo destacó que el valor agregado de la transparencia actúa como punto a favor de las criptomonedas dentro del metaverso, debido principalmente a la descentralización de las mismas.
“He trabajado directamente con bancos y gobiernos para tratar de explicar que la tecnología blockchain, ya sea Bitcoin o Ethereum, es tan transparente como cualquier otra, pero puede ser utilizada para cosas malas. No obstante, hay muchas más transacciones nefastas que suceden con el efectivo físico cada día, que las cripto no pueden acercarse ni siquiera al 1% de ese total”, dijo.
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Con respecto al impacto de Ethereum en el metaverso, el country manager de Buda.com para Colombia, Alejandro Beltrán, detalló a Forbes que las personas ya pueden evidenciar la conexión entre Ethereum y esta nueva tecnología, pues cada vez son más los usuarios interesados en poder interactuar con mayor libertad.
“A manera de ejemplo, muchos artistas pueden vender sus creaciones con NFT y los fans pueden apoyar el crecimiento de sus carreras digitalmente. Este progreso genera un impacto positivo teniendo en cuenta que, en sus orígenes, a pesar de que Bitcoin fuera la primera criptomoneda, era limitada en cuanto a capacidades y en el uso de características que permitieran el desarrollo de interacciones más complejas”, añadió.
Comprar en el metaverso
Dependiendo de lo que se compre dentro del metaverso, en el caso de los NFT, hay diferentes modalidades que varían dependiendo de su usabilidad tanto en el mundo virtual como en el real, ya sea para una propiedad o para tener acceso a cierto tipo de eventos.
En el caso de las propiedades, la herramienta más segura para hacer adquisiciones dentro del metaverso se centra en la firma de smart contracts, que son de propiedad pública. De acuerdo con Vergara, se trata de contratos automáticos donde se hace la transacción, y que pasan a nombre de la persona interesada.
Pero, ¿quién se encarga de registrar esta compra? La respuesta es muy sencilla: el mundo, pues el código del contrato queda registrado en internet, donde se muestra quién lo generó y de dónde proviene. Lo mismo pasa con los tokens y las monedas.
En el caso del token, se trata de un contrato inteligente que designa el lugar exacto en el que se va a ubicar la información de la compra. Para garantizar su autenticidad, cada proyecto del metaverso debe tener un registro de datos totalmente transparente al que cualquiera pueda acceder y ver exactamente donde ha estado.
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Sobre este aspecto, Yavorsky comentó que uno de los problemas que se evidencian dentro del metaverso en términos de gasto y pagos tradicionales, es que cada vez es más difícil para la persona promedio entrar y ver lo que está pasando y comprar un activo digital, sea lo que sea. “Eso podría ser un NFT, podría ser un wearable, y en nuestro metaverso, tienes que comprar el activo inmobiliario usando nuestro token. Eso está abierto y se negocia”, subrayó.
En este punto hay que tener cuidado, sobre todo cuando se generen monedas falsas y estafas online. No obstante, los expertos coinciden en que, si se hace un buen registro y soporte de las propiedades del metaverso, va a ser un proyecto patrocinado, regulado y de fácil acceso.
“Puedes comprar a través de un intercambio, pero para el resto de las transacciones que ocurren dentro de ese espacio, puedes utilizar el procesamiento de pagos tradicional, ya sea tarjeta de crédito, débito o Bitcoin. No queremos restringir a nadie de tener la experiencia”, comentó Yavorsky.

En vista de la necesidad de otorgar mayor seguridad a las transacciones, hay NFT que no pueden ser activados a menos de que los usuarios “tengan algo más”, pues no se puede tener el activo digital sin tener un activo físico. En este punto, el éxito de los negocios se reduce a la creatividad de los comerciantes y a la gente que está haciendo la comercialización.
Justo en este punto, cuando los negocios que involucran al metaverso y la vida real tienen lugar, Yavorsky explicó que la operación se reduce a la transacción que ocurre entre el comerciante y el usuario. Cualquier valor que se establece en la transacción inicial es aquel que se marca para cualquier obligación cuando la mercancía sale de un país y entra a otro. “En este caso, nuestra parte es potenciar que esos comerciantes existan en el metaverso. Lo que hagan al enviarle artículos físicos es cosa suya”, apuntó.
Sin embargo, en caso de que la moneda física desaparezca, solo queda la digital. En este campo, la regulación se ha ido y es muy difícil de supervisar. Para el ejecutivo, las criptomonedas fueron diseñadas con esto en mente: con la idea de que el usuario va a ser su propio banco, que va a separarse de todos los intermediarios y los organismos reguladores. Eso no significa que no debemos ser responsables.
“Deberíamos ser siempre responsables con estas transacciones para evitar caer en actos como el blanqueo de dinero, pero las criptomonedas no le pertenecen a ningún país ni a nadie, y esa es la parte bonita”, concluyó.
Al ser un proyecto en consolidación, el experimento entre las cripto y el metaverso aún tiene un recorrido largo, pese a la confianza de aquellos que lideran estos nuevos espacios, pues aseguran que “el cielo es el límite” en un mundo que se antoja infinito.
Mientras eso ocurre, la prioridad es aumentar la interactividad e interoperabilidad entre los usuarios de la red, acercándolos a nuevos retos mientras la tecnología abre nuevas puertas.