A pocos días de haber concluido el plazo para iniciar nuevos pilotos de criptomonedas, las alianzas que ya han avanzado ven el futuro de las divisas electrónicas con optimismo. Los referentes regionales como El Salvador apuntan a la necesidad de dar pasos firmes hacia una regulación, que tampoco puede apartar la mirada de los acontecimientos geopolíticos del momento.
Llegó la hora cero. A finales del mes pasado, el plazo para iniciar pilotos de proyectos con criptomonedas terminó, y de las nueve alianzas incluidas en “laArenera” de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), siete culminaron con éxito la etapa de estructuración de la prueba y se encuentran en operación.
Se trata de Movii – Bitpoint, Coltefinanciera – Obsidiam, Bancolombia – Gemini, Coink – Banexcoin, Banco de Bogotá – Bitso, Banco de Bogotá – Buda y Davivienda – Binance.
Cumplido este periodo de prueba, todo parece indicar que las cosas han salido bien. El superintendente financiero, Jorge Castaño, dijo a Forbes que “tanto las autoridades involucradas en esta iniciativa como la SFC se encuentran realizando el seguimiento a cada uno de los pilotos. Hasta el momento, no se han materializado los riesgos operacionales y de ciberseguridad, como tampoco de lavado de activos y financiación del terrorismo”.
Culminada la etapa de estructuración, que tuvo lugar entre febrero y diciembre de 2021, la Superfinanciera estará al frente de otros dos periodos enfocados en seguimiento y retroalimentación de las alianzas activas hoy en día, los cuales se llevarán a cabo a lo largo de todo el año.
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En línea con los mismos, el funcionario comentó que las consultas, quejas y reclamos de los consumidores se han concentrado en solicitar explicaciones para entender y utilizar el servicio ofrecido dentro de la alianza entre la entidad vigilada y la plataforma de intercambio de criptoactivos.
Dicha información, ligada a estas etapas de seguimiento y retroalimentación, son el primer paso para identificar acciones adicionales que las entidades vigiladas podrían implementar en su gestión de riesgos, sobre todo a la hora de vincular y ofrecer sus canales a un tercero proveedor de servicios de criptoactivos.
“Esto también va de la mano con las buenas prácticas en materia de protección al consumidor para entregar información comprensible, cierta, suficiente y oportuna que permita diferenciar a la entidad vigilada del proveedor de servicios de criptoactivos”, complementó Castaño.
Desempeño de los proyectos
Si el panorama general es positivo, vale la pena revisar cómo les está yendo a las alianzas activas en la actualidad. Una de las más destacadas ha sido la que lideran Movii y Bitpoint, que a su vez fue la primera en entrar en operación. Al respecto, el CEO de Movii, Hernando Rubio, comentó a Forbes que han logrado movilizar más de $2.000 millones en el periodo del piloto, que en su caso comenzó el 22 de junio de 2021.
“Esto demuestra el gran interés de nuestros más de 2.000 usuarios en alternativas de inversión y de explorar el mundo de los criptoactivos. De igual manera podemos observar que las transacciones de cash-in (compra) son más del doble de las transacciones de cash-out (venta), lo que nos dice que los usuarios están más interesados en invertir a largo plazo que en un tema de especulación financiera”, apuntó.
Otro caso destacado es el de Bancolombia, que inició las operaciones del piloto con el exchange neoyorkino Gemini el pasado 14 de diciembre. Actualmente, el proyecto se encuentra en una fase inicial donde participan cerca de 500 clientes, por lo que se espera vincular en el próximo año hasta 5.000 clientes del banco, máximo habilitado por la Superfinanciera. Dicha selección tendrá lugar “a través de diferentes fases y según indicadores de riesgo y digitalidad”, agregó la información.

El proyecto buscaría que los clientes puedan negociar criptomonedas directamente con Gemini, así como hacer uso de sus cuentas de ahorro o corrientes y de los canales digitales de Bancolombia. Esto para ayudar a entender el comportamiento de las personas que invierten en este tipo de activos, al igual que la forma de operar correctamente entre bancos y exchanges.
“Creo que las criptomonedas son un tema que llega para quedarse, pero que está en evolución. No sabemos cómo va a ir avanzando (…) entonces estamos aprendiendo de este mundo y entendiendo que, en la medida en que este piloto dé resultados, podremos ir a la SFC y entender cómo evolucionamos”, explicó el presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora.
En el caso de Buda y Banco de Bogotá, el CEO de la compañía de tecnología cripto, Alejandro Beltrán, sostuvo que el avance de la alianza se ha centrado en procesos de socialización y capacitación de funcionarios, lo que ha traído conclusiones sobre aspectos de negociaciones de cash-in y cash-out en cuanto a precios y alistamiento. “Hasta ahora, el formato ha sido muy controlado y discreto, con expectativa de poder moverlo estos meses”, añadió.
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Por su parte, el director de Binance para Latinoamérica, Maximiliano Hinz, mencionó que, una vez finalizado el piloto del sandbox en el que trabaja junto con Davivienda, “vamos a tener un importante incremento en el uso e interés en el mercado colombiano, mucho más del que estamos viendo en estos momentos”.
“Por primera vez en Latinoamérica, los usuarios van a tener un marco seguro y legal en donde van a poder comprar sus criptomonedas y elegir qué hacer con las mismas. Esto estaría sentando un precedente en toda la región, y seguramente vamos a ver cómo se replica en muchísimos países más dentro de Latam”, subrayó.
¿Qué le espera a las cripto en Colombia?
Los actores involucrados coinciden en que el marco normativo tenía que llegar, o por lo menos de acuerdo al índice global de adopción cripto, que ubica a Colombia en el puesto 11 a nivel mundial (ver gráfico). Para los implicados, había que abrir esa discusión, pues los entes de control han reconocido que existe la industria, que Colombia es protagonista y hay que establecer una reglamentación.
Lo cierto es que el piloto es una antesala a posibles regulaciones frente a la industria. De hecho, ya ha habido una iniciativa incluida en la circular externa de la Superintendencia de Sociedades del 24 de diciembre de 2020, que obliga a las empresas que desarrollan servicios con activos virtuales a implementar un sistema de gestión de riesgo de lavado de activos y terrorismo.
Las entidades financieras vigiladas tienen una carga mucho mayor para el piloto, pues deben implementar aspectos del Sistema de Administración de Riesgo de Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo (Sarlaft) para ingresar al programa. “La Superintendencia y el Banco de Bogotá validaron esta información, sobre todo aspectos de ciberseguridad informática y protección de derechos de consumidor”, detalló Beltrán.
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Otro documento vital para el futuro de las cripto en el país es la Resolución 314 de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), que impone la obligación de reportar acerca de operaciones sospechas a las unidades de inteligencia financiera del país. Para los involucrados en los pilotos, esto anticipa de lo que pueda pasar en materia regulatoria, que a su vez puede derivar en algún tipo de marco normativo inicial para la industria.
“La apuesta es que cada alianza forje su relacionamiento con entidades vigiladas, y que los exchanges tengamos conexión con servicios bancarios. Los dos puntos clave son la proyección de una regulación en Colombia y el fortalecimiento de alianzas a largo plazo”, subrayó Beltrán.
Por su parte, Rubio mencionó que su equipo ha visto un interés en la población en general, unido al hecho de que Colombia es el cuarto país del mundo con transacciones cripto de persona a persona, por lo que “buscamos ofrecer operaciones más eficientes y seguras para aquellos usuarios que ya transaccionan con criptoactivos”.
Para lograrlo, Mora apuntó a la regulación como un elemento clave, y a pesar de que “va un poco más atrás de lo que está sucediendo y debe actualizarse”, el directivo celebró que la Superfinanciera esté permitiendo estos programas de pilotos.
Mirada internacional
Una referencia clave para esta afirmación apunta a los acontecimientos del año anterior en El Salvador, seguidos de las iniciativas políticas en Panamá y Paraguay en materia de regulación, demostrando que las criptomonedas serán cada vez más comunes en la región como medio de pago, e incluso como moneda de curso legal.
“En El Salvador, país en el que Bancolombia tiene parte de su operación, tenemos una situación que nos ha servido para aprender muchísimo, pues tienen al Bitcoin como moneda de curso legal. Nosotros hoy, en tiempo récord, acomodamos nuestra plataforma en el Banco Agrícola para recibir Bitcoin y, quien los tenga, puede pagar su tarjeta de crédito. Esto será un tema que irá evolucionando en las costumbres de las personas, en cómo los criptoactivos se involucren en la economía y cómo la regulación nos vaya acompañando”, agregó Mora.
Esto unido al hecho de que cada vez más negocios aceptan criptomonedas como medio de pago en Colombia y la región. Aunque no están reguladas, toman fuerza porque se vuelven cotidianas para las personas, lo que hace que otros países latinoamericanos le sigan los pasos a El Salvador y busquen la legalización en cuestión de tiempo.
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Este acontecimiento, dejando a un lado los temas políticos y concentrándonos en los económicos, demuestra que algunas criptomonedas tienen una tesis económica más fuerte que las monedas de circulación nacional de algunos países y, por lo tanto, será mucho más fácil para las personas tomar la decisión de migrar a este medio de reserva de valor.
Ante este panorama, y entendiendo que los criptoactivos son una realidad, Mora no ocultó el hecho de que “las entidades financieras tenemos una responsabilidad de lograr educación y cultura financiera con nuestros usuarios acerca de la potencia y de los riesgos de los mismos”.
Al mismo tiempo, el CEO de Coink, Mario Castro, explicó a Forbes que los participantes en los pilotos de criptoactivos también tienen que hacer “un excelente trabajo” en conocimiento de los clientes de productos cripto y un control eficiente de las transacciones ‘know your client’ (KYC) y Sarlaft. “Bajo estas condiciones se logrará evolucionar con éxito en el tema, no solo en Colombia sino en el mundo”, añadió.
Lo que la guerra trae consigo
El avance de las políticas cripto en Colombia tampoco puede desconocer lo que está sucediendo hoy en Rusia y Ucrania, que llevan más de un mes en guerra. Debido al conflicto geopolítico entre ambas naciones, así como las sanciones económicas que Occidente ha puesto sobre Rusia, el uso de Bitcoin se ha incrementado entre la población rusa, que ve en estas divisas una alternativa para no perder poder adquisitivo. Esto toma fuerza ante la caída de 35% en el valor del rublo ruso, la mayor de toda su historia.
Lo curioso de todo esto es que Rusia tiene serias desarticulaciones entre la autoridad monetaria y la ejecutiva, pues mientras la primera las rechaza, la segunda las adopta. Esto ha llevado a que el debate se intensifique en medio del enfrentamiento bélico con el propósito de lograr un marco normativo para las monedas digitales.
Dicho objetivo se hace más urgente ante la ventaja que tiene Ucrania con estas divisas. En medio del conflicto, la demanda en el precio de compra subió 30% sobre la referencia internacional, la demanda creció más de 200%, y el Bitcoin fue 30% más costoso que en otros países. Eso hizo que se impulsara el precio en todo el mundo. Al mismo tiempo, el país gobernado por Volodymyr Zelensky ocupa el cuarto lugar en el índice global de adopción cripto.
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“El poder del Bitcoin es clave y permite que, hoy en día, la incertidumbre baje y se recupere rápido, como pasó en pandemia. Los inversionistas buscan en Bitcoin un sistema que no depende de una red central o una economía, y ahí cobra más relevancia. Mi visión es más positiva a la adopción de Bitcoin, sobre todo cuando la tensión geopolítica genera más valor”, concluyó Beltrán.
Tanto en el panorama local como global, las condiciones están dadas para que Colombia impulse una regulación que habilite el uso de criptomonedas en el país de una forma segura. No cabe duda de que será un camino largo y que hasta ahora estamos dando los primeros pasos, pero las señales del mercado y la visión que existe a nivel internacional sobre nuestro potencial dan señales optimistas. Hay que esperar buenas noticias.
Sin embargo, no hay que desconocer que la guerra entre Rusia y Ucrania está cambiando las reglas de juego, por lo que habrá que estar atentos a su impacto en las cripto… pero eso es tema para otro análisis.