Expertos y emprendedores, en un evento del Cesa, coincidieron en que el secreto para impulsar la financiación está en que los negocios "se enfoquen en soluciones correctas".

Aunque mucho se ha hablado de la importancia y peso que pueden tener los recursos financieros para el emprendimiento, poco se habla de si las finanzas de empresas o tradicionales son iguales o no en este ámbito.

Y ante la pregunta de si la financiación es similar entre las empresas y los emprendimientos, lo que dicen los expertos que sí hay una diferencia.

Eso concluyeron en el panel desarrollado este lunes 18 en el Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA), que trató el tema en la apertura de la semana del Emprendimiento e Innovación que celebra esta institución.

Puede ver el evento en este link

Los panelistas convergieron en que, dada su naturaleza y caracterización, las finanzas corporativas resultan poco útiles para los emprendimientos. Solo cuando los negocios adquieren cierto grado de madurez, es cuando ese tipo de finanzas empiezan a ser importantes.

Para Roberto De la Vega, exbanquero de inversión, con estudios en emprendimiento y hoy director de posgrados del CESA, las finanzas tradicionales aparecen en un estadio mucho más avanzado de los emprendimientos, quizás más empresas, para regular, velar por la rentabilidad y en descifrar cómo maximizarla, zonas en las que no se mueven los negocios en etapa temprana. 

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Factores como el foco, la actitud emprendedora, la claridad sobre la existencia e impacto del problema son, entre otras, algunas otras variables de peso que al final del día resultan mucho más determinantes en la ecuación obtención de capital.

Según Enrique Ramírez, cofundador de Bold, fintech que ha diseñado datáfonos de bajo costo para incidir favorablemente en la inclusión financiera, hay por lo menos tres diferencias entre las finanzas tradicionales y las finanzas para el emprendimiento. 

La primera es el foco. Los emprendimientos, sobre todo los de base tecnológica, tienen una necesidad de crecimiento exponencial desde el primer momento para lograr atraer la atención de los venture capital (VC) o fondos de riesgo, en tanto que las corporaciones se enfocan es mucho más en mejorar la rentabilidad, y donde presupuesto y control del gasto están a la orden del día, y no tanto como en el emprendimiento.

Cuando un VC debe hallar este tipo de emprendimientos es porque siente que este (el emprendimiento) debe generar retornos mayúsculos, de hasta 20 o 30 veces la inversión, para que en el promedio puedan darles el retorno a sus inversionistas. En otras palabras, “son volúmenes grandes los que se vuelven palanca para que funcione todo el modelo: que los VC estén interesados, y que los emprendimientos tengan las capacidades para obtener esas oportunidades”, enfatiza Ramírez.

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¿Y la incertidumbre?

De otro lado, está el grado de incertidumbre en las finanzas para el emprendimiento. 

A qué tamaño va a llegar el emprendimiento, cómo va a poder monetizar su base de clientes, cómo se van a volver rentables, qué requisitos podrán salir en el camino, son algunos de los interrogantes que aparecen tras el equipamiento financiero, pero que no son habituales en el mundo corporativo. Y es que en este, dado el historial y la trayectoria, hay una licencia de proyecciones para decisiones más seguras de inversión.

Y en tercer lugar, es la financiación tras el riesgo mismo. Mientras que en el mundo del emprendimiento fundadores le están apostando a una idea para hacerla crecer, hacerla exitosa y ver cómo la perfeccionan, la preocupación del corporativo es cómo mantener su rentabilidad, como diversifica el riesgo y cómo genera múltiples fuentes de ingresos.

Para Roberto De la Vega, en el contexto del emprendimiento de alto impacto, los fondos de capital privado no son un recurso limitado. Lo sustancial, dice, está en el hecho que los emprendimientos se enfoquen en soluciones correctas, pues a partir de allí los recursos llegan por añadidura.

En este sentido, son tres dimensiones sobre las que los VC centran su intención para respaldar con capital a los emprendimientos: la importancia del problema (sobre el que el emprendimiento está centrando sus esfuerzos), el tamaño del problema, y si el emprendimiento tiene la factibilidad (llámese tecnología o el talento humano) para hacer la solución viable.

Por su parte Adriana Suárez, Managing partner de Matterscale Venture, fondo que invierte en startups y emprendedores dinámicos, en la apuesta de los fondos de riesgo por los emprendimientos, un 80% de la carga decisoria está asociada a la capacidad emprendedora, al conocimiento o entendimiento de la industria y a la capacidad de ejecución del equipo emprendedor.

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