Una startup encontró que facilitar el acceso a servicios de logística internacional para las pymes es un gran negocio. La compañía está cerrando su primera ronda de inversión y espera consilidar otra en agosto para iniciar su expansión a México.

Ricardo Wills recuerda que las primeras señales que le llegaron sobre una nueva oportunidad de negocio provenían de una zona oscura en la galaxia de la logística internacional. Este emprendedor advirtió un fenómeno sorprendente: había clientes a los que su antigua empresa de logística trataba mal, quedaban insatisfechos y con quejas, pero que volvían mes tras mes a solicitar los mismos servicios.

El transporte marítimo, el agenciamiento de aduanas, el transporte terrestre y el almacenamiento se pueden convertir en un verdadero dolor de cabeza para las empresas que no son grandes. “Aparecían amigos que sabían que yo estaba en una compañía de logística y nos pedían ayuda. Les hacíamos el favor, porque eran pymes, pero muchas cosas salían mal. El que nos había pedido el favor nos terminaba odiando, porque todos nuestros esfuerzos estaban concentrados en las grandes compañías”, explica Ricardo Wills, CEO y fundador de Kargoru.

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Wills relata que la sorpresa era que al mes siguiente aparecía el mismo amigo que había quedado insatisfecho, pidiendo nuevamente el servicio.

Se calcula que los costos logísticos para una gran compañía pueden llegar al 15% del total de costos; para las pymes se duplican y llegan hasta 30%. Ese es un dolor enorme. De otra parte, según las cifras de la encuesta de desempeño empresarial de Acopi, a finales de 2019, justo antes de la pandemia, 33% de las Mipymes hizo operaciones de importación. Según Wills, el otro indicador importante es que cerca del 35% del volumen de la carga del país corresponde a pequeñas y medianas empresas. Así que ese sobrecosto en los servicios logísticos afecta a buena parte del tejido empresarial colombiano.

Las altas tarifas se deben, como ocurre en cualquier mercado, a un problema de escala: no es lo mismo importar algunas unidades que hacerlo en masa. Y los problemas en el servicio se explican porque nadie quiere atender el nicho pyme, pues no deja márgenes interesantes. Todo esto sumado hizo que se le ilumininara el bombillo a Wills, que empezó a imaginar una solución.

Historia emprendedora

Wills ya tiene una tradición de emprendimiento. Fundó, junto a Sebastián Echeverry, la firma 3PL, una compañía de servicios logísticos que atiende a la demanda tradicional y que tiene en su portafolio de clientes a marcas como Huawei, Oriflame, Mary Kay, Matel, Loreal y Ara, entre otros. 3PL es parte del conglomerado de compañías conocido como Cumbria Holdings, de la familia Echeverry Garzón.

Cuando Wills comprendió el dolor de las pymes y empezó a imaginarse la solución para esos problemas, entendió que todo pasaba por tres cosas: agregar demanda para reducir costos, resolverlo con tecnología y lograr un buen servicio al cliente.

“Aparecían amigos que sabían que yo estaba en una compañía de logística y nos pedían ayuda. Les hacíamos el favor, porque eran pymes, pero muchas cosas salían mal. El amigo que nos había pedido el favor nos terminaba odiando, porque todos nuestros esfuerzos estaban concentrados en las grandes compañías”.

Ricardo Wills, CEO fundador de Kargoru.

Este fue el nacimiento de Kargoru. La solución consiste en una plataforma que permite el cruce entre la oferta de quienes prestan servicios de logística internacional y los usuarios pyme. Allí están en consecuencia agentes de carga internacional que son representantes de las grandes navieras del mundo; agentes de aduanas que nacionalizan las mercancías; transportadoras terrestres y almacenadoras.

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Los resultados han sido muy positivos. La compañía inició operaciones 100% en 2021 y ese año alcanzó ventas por US$1,6 millones y esperan este año multiplicar por seis su operación y alcanzar los US$9 millones.

Lo que ha permitido la startup es ser muy eficientes y ágiles en servicio al cliente y así atender a miles de pymes que al agregar su demanda de servicios pueden negociar mejores condiciones de precio, como lo hacen las grandes compañías. “La idea de Kargoru es ir por miles de usuarios para agregar demanda y luego ir donde proveedores tradicionales a buscar mejores tarifas”, explicó.

Están cerrando una ronda de inversión en este primer semestre y esperan hacer una nueva ronda en agosto, para financiar la apertura de sus operaciones en México.
“Creemos genuinamente que es una compañía diseñada para el mundo del venture capital, porque vemos posibilidades de crecimiento exponencial: el asunto no es satisfacer la avaricia de crecer sino resolver lo que es un problema para una parte importante de las empresas colombianas”, explica.

Kargoru.

A Wills lo acompaña como cofundador de Kargoru, Santiago Acevedo, actual director operativo de la compañía. Se trata de un ingeniero industrial de la Universidad de los Andes que realizó su práctica en Vigía Plus, otra de las compañías del Grupo Cumbria Holdings. Allí se conocieron con Wills quien le contó la idea. Acevedo estaba listo para entrar al mundo laboral gracias a ofertas importantes de firmas como Accenture y Mckinsey. Pero Wills le endulzó el oído y lo logró enganchar en el proyecto. “Lo que estamos logrando al ir montando más pymes a la plataforma es capturar más volumen. Ahora ya podemos afirmar a la hora de negociar con los proveedores que nosotros hacemos el mismo volumen de un Frito Lay, de un Coca-Cola o somos como medio Unilever. Entonces podemos pedir las mismas condiciones”.

La pandemia dejó muchos desafíos en la cadena mundial de suministro. Esto ha significado un golpe en el costo para las empresas usuarias del servicio. “Lo negativo de todo esto es que conseguir los cupos en los barcos es mucho más demorado hoy que antes. Cuando alguien confirmaba un booking de contenedor, antes de la pandemia, a los tres días estaba montado, pero hoy eso es imposible”, comenta. Lo positivo es que justamente ese aumento en las tarifas ha abierto opciones para que las compañías busquen ofertas más económicas como las de Kargoru. Para muchos empresarios pequeños, el mundo ahora está al alcance de un click.

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