Con la pandemia, las empresas con modelos de trabajo remoto crecieron. Platzi, la startup colombiana de educación en línea, dio el paso para convertirse en 100% remota para siempre. Desde entonces no han parado de crecer y tienen una cultura organizacional más sólida. ¿Cómo lo hacen?
Nueve de cada diez trabajadores esperan que sus trabajos se mantengan remotos luego de la pandemia. Un estudio de Boston Consulting Group (BCG) y The Network detalló que las expectativas laborales cambiaron tras el Covid-19 y la flexibilidad es hoy, quizás, la cualidad más valorada a la hora de retener talento.
Colombia no es ajeno a este nuevo panorama. La tendencia dejó de ser exclusiva de los gigantes tecnológicos como Facebook, Google o Amazon. Desde Canadá, por ejemplo, se coordinan las comunicaciones de la plataforma de educación en línea más importante de Latinoamérica: Platzi. La colombiana Íngrid Zúñiga, marketing communications manager de la startup, inicia sus días entre reuniones de Zoom, mensajes de Slack y los viajes al colegio de sus hijos. Sin salir de su casa organiza milimétricamente los movimientos en esa área mientras que el crecimiento de la compañía no se detiene.
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Fundada por el colombiano Freddy Vega y el guatemalteco Christian Van Der Henst, Platzi aún cuenta con oficinas en Ciudad de México (México), Bogotá (Colombia) y San Francisco (Estados Unidos), que operan más como estudios de grabación de sus cursos, pero desde 2020 se tomó la decisión de convertir a la compañía en 100% remota para siempre, con trabajadores por todo el continente.
“Las grandes empresas ya se dieron cuenta de que para tener el mejor talento deben contratarlo en todas partes. Antes, por ejemplo, si una empresa mexicana quería contratar a una persona en Perú tenía que abrir una oficina allá, pero esto ya no es necesario porque hay mucha infraestructura que les entrega a las personas el poder trabajar desde donde sea”, dijo Vega en su momento al referirse a la decisión.
Esta descentralización ha permitido que, como Zúñiga, otros 358 empleados de 22 países estén vinculados a la compañía sin que importen horarios o distancias. “La parte buena es que ya existe infraestructura, pero la negativa, que es que si su empresa no lo está haciendo otras sí lo van a hacer. Hoy vemos a Amazon contratando talento en Latam, a IBM y a muchas otras startups también, ¿ustedes pueden retener a ese talento? Sobre todo si siguen pensando que se tiene que trabajar de 9 a 5 y que tienen que ver a las personas dentro de una oficina para sentir que trabajan”, agregó Vega.
Los innegociables
Para hacer que funcione una operación remota, la comunicación y tener reglas claras son lo más importante, explica Zúñiga en conversación con Forbes. Por eso, el proceso de contratación tomó especial importancia, pues en el onboarding se hace énfasis en los valores organizacionales y el código de conducta interno para garantizar que, en adelante, la interacción dentro del equipo funcione. Desde Platzi se le está dando mayor valor a las habilidades blandas (comunicación, redacción, empatía, liderazgo, entre otras), pues estas harán que, como un perfecto engranaje, cada nuevo candidato encaje en su modelo.
“Nuestra comunicación es completamente por Slack, y quienes se suman al equipo deben tener en su ADN el respeto y el espacio para la diversidad, porque ese termina siendo el mayor activo en la distancia”, indica la directiva. “No nos restringimos de nada. Incluso tenemos un canal en Slack dedicado para compartir memes, para que existan esos espacios de interacción que habría en una oficina física normal”, agrega.
Crearon una serie de ‘innegociables’ que han hecho que el trabajo remoto funcione a tal punto que la empresa ya tiene más de 3 millones de estudiantes y es considerada una de las más valiosas de YCombinator. “Esto no siempre fue así. Cuando empezó la pandemia y nos volvimos remotos caímos en muchos errores porque como empleados no sabíamos cómo funcionar, por ejemplo, en el trabajar de más y no tener horarios claros”, comenta Zúñiga. Ahora, la compañía convirtió en ley que no se mide a los empleados por el número de horas que permanecen conectados, sino por los resultados que entregan dentro de los tiempos previamente establecidos.
“Tenemos la regla de los lunes sin pantallas, un poco para combatir ese agobio que puede llegar a generar estar siempre conectado”, explica. Las semanas en Platzi no inician cargadas de reuniones, sino con cada colaborador, desde el lugar del mundo que prefiera, poniéndose al día con correos y tareas. La prioridad, comenta Zúñiga, es resolver vía texto lo que más se pueda; por eso han hecho de la capacidad de redacción uno de los skills más valiosos en las nuevas contrataciones.
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Ninguna reunión de Zoom debe durar más de 30 minutos, a excepción de una que se da una vez a la semana en la que se reúne todo el equipo, que tiene como límite una hora. Para no poner más distancia de la que ya existe, se volvió tradición tener siempre la cámara encendida, “así al menos nos vemos y nos sentimos cercanos”, dice.
Otro ‘innegociable’ tiene que ver con la toma de decisiones. Al ser una empresa remota está prohibido tener conversaciones que impacten en el futuro de la compañía cuando dos o más personas estén presencialmente y el resto del equipo no. “Estamos en contra de crear ‘ciudadanos de segunda clase’, que sientan que están siendo relegados por estar en otro lugar”, por eso un criterio para una promoción dentro de la compañía nunca es “quién es el más visible”, sino quién con su liderazgo y trabajo obtiene mejores resultados.
En cuanto al acondicionamiento de los lugares de trabajo en casa, la compañía desarrolló una política que permite que cada implemento pertenezca al colaborador, a través de generosos bonos que facilitan comprar desde un computador hasta una silla.
Con respecto a la cultura organizacional, una de las grandes preocupaciones de los departamentos de recursos humanos ha sido que esta pueda fracturarse en medio del trabajo remoto. Ante esto, la marketing communications manager de Platzi indica que esta es más sólida que nunca al interior de la startup. “Para lograrlo tenemos espacios como Villa Platzi, un encuentro en donde nos reunimos los más de 300 empleados en algún lugar del mundo cada año para inspirarnos, compartir buenas prácticas, conocernos y tener espacios de innovación para seguir creciendo”, señaló.
Son ‘remote first’, pero saben que encontrarse genera valor. Por eso trabajan ya en espacios de reunión ocasionales, “sin que se olvide que el día a día sigue siendo remoto”, aclara. “También es real que podemos trabajar desde la playa si así lo queremos, pero la regla de oro es que siempre debemos contar con una excelente conexión a internet. No hay excusa para no tenerlo”.