El CEO de Colombia Productiva asegura que el país logró tres años consecutivos de aumento en la productividad. ¿Cuál es la clave del éxito?
El debate sobre la productividad en Colombia había quedado relegado a un segundo plano durante décadas. De hecho, hasta antes de la pandemia, la productividad total de los factores en cambio de sumar, restaba a la economía nacional.
Pero todo indica que esta historia quedó atrás. Así por lo menos lo ve Camilo Fernández de Soto, CEO de Colombia Productiva, el programa del gobierno que busca impulsar a las empresas en su forma de operar y producir.
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“Por primera vez creo que la productividad se incrustó como un tema central de la agenda nacional. La productividad en la historia del país era un problema. Ahora por tres años consecutivos la productividad total de factores ha venido creciendo”, explicó.
Para él, este logro fue posible, por cuenta de una estrategia bien definida de intervención de las políticas impulsadas por Colombia Productiva.

“Pasamos de atender 2.700 empresas al año y en 2022 vamos a llegar a 90.000. Ese es un número exponencial. Hay agencias internacionales como la española, que con un presupuesto de más de 1.300 millones de euros no llegan ni a las dos mil empresas anuales”, destacó Fernández de Soto.
Dentro de los programas que han implementado con el objetivo de conseguir la meta está “Fábricas de productividad”, que, según Fernández de Soto, ha salido muy bien en dos evaluaciones de Fedesarrollo y Econometría.
“Lo señalan como el programa de extensionismo económico más grande de América Latina, incluyendo Brasil y México”.
Uno de los temas clave es el trabajo mancomunado al que se han sumado otras instituciones del Estado, las cámaras de comercio, los gremios de la producción y la ayuda internacional de la Unión Europea.
Si bien este programa promete una mejora en indicadores de productividad del 8% el resultado ha mostrado impactos superiores al 31% en las empresas intervenidas.
Además, destaca que con Colombia Productiva están haciendo presencia en todos los departamentos del país. “Guaviare, Amazonas, Chocó y San Andrés, estos programas llegan y han mostrado ser efectivos inclusive en estas regiones”, aseguró.
Lanzaron igualmente una estrategia de encadenamiento desarrollo de proveedores con empresas anclas. De esta manera buscaban cerrar brechas para que esos proveedores más competitivos entraran a la cadenas locales y globales de suministro.
“Alianzas para la reactivación es el más grande programa de este tipo en la historia y logramos que 2.600 mipymes trabajaran con grandes compañías como Airbus, Alpina y Nutresa. Eso es muy importante”, destacó.
Con el programa “Compra lo nuestro” se logró establecer la red social empresarial más grande América Latina que incluye a 90.000 empresas.
El programa ha trabajado también en una oferta amplia de servicios que les ayuden a los empresarios en el proceso de transformación digital. Servicio de códigos de barra gratuito y estrategias para incursionar con éxito en el comercio electrónico, son algunos de los factores clave en esta iniciativa.
Igualmente impulsaron las estrategias de calidad al interior de las organizaciones. “Es no es un tema sexy pero hacemos el esfuerzo de posicionarlo, porque en Colombia menos del 10% de las empresas tienen certrificación de calidad. Apenas hay 6,3% con certificaciones de proceso y solo 3% de producto. La certificación es la carta de presentación en cualquier parte del mundo”, dice Fernández de Soto.
Las lecciones del proceso son muchas, pero una de las más importantes es la de la articulación, pues eso permite aunar esfuerzos y lograr mejores resultados. “Desde el día uno entendimos que teníamos que trabajar de manera articulada, para lograr que el acompañamiento de una empresa no terminara abruptamente, sino dejarla lista para el siguiente paso y eso significaba conocer la oferta de otras instituciones e invitarlas a trabajar de la mano con nosotros. Cuando ya va a terminar su servicio una empresa hay que preguntarle qué camino le interesaría: ¿quiere un programa de promoción de exportaciones? Entonces vamos a Procolombia; necesita desarrollar un laboratorio para producto nuevo, entonces vamos al Sena; lo que necesita es financiamiento, entonces la conectamos con líneas de crédito nuestra o de aliados como Bancoldex”.
El otro factor clave es que, de acuerdo con un estudio de la economista Marcela Eslava, 65% de las posibilidades de mejoras en productividad corresponden a esfuerzo internos de las firmas. Así que la mayor parte del éxito en la estrategia se da desde dentro de las empresas.
“Aquí la invitación es a mirarse al espejo. Esto programas empiezan con diagnósticos y nosotros les decimos: ‘son ustedes los que deciden por dónde quieren ir’. Los gerentes son fundamentales porque son tomadores de decisiones. Por eso hemos sacado programas de formación (Gerentes 4.0). Ofrecemos programas tanto a la gerencia como a la base de la pirámide de la organización”.
Sobre el futuro, Fernández de Soto se muestra optimista, porque sabe que la estrategia en pro de la productividad debe ser de largo plazo. “Logramos posicionar el tema en la agenda nacional. Uno ya ve que algunos candidatos hablan más de frente de esos temas y de seguir trabajándole a eso. También las empresas mismas se han dado cuenta de que tenemos que ser competitivos tanto para nuestro mercado como para el de afuera”, concluyó.