La caída en el precio del Bitcoin ha creado alarma en los mercados financieros y ha puesto en el ojo del huracán a países como El Salvador, que avanzan en su proyecto de crear una ciudad que gire en torno a la criptomoneda. A pesar de la debacle financiera, los protagonistas del proyecto no parecen estar preocupados. Esto es lo que los hace sentirse tan seguros.
Luego de tres meses de guerra entre Rusia y Ucrania, la búsqueda de un lugar seguro ante la incertidumbre económica provocada por el conflicto se convirtió en un asunto prioritario. De ahí que algunas ciudades del mundo estén considerando migrar a un modelo que les permita a sus habitantes recuperar la libertad y soberanía financiera, promesa de valor muy ligada a las criptomonedas. La cuestión es si dicha estrategia tiene futuro dado el panorama actual de las divisas electrónicas, sobre todo en el caso del bitcoin.
Para la última semana de mayo, el valor de mercado del bitcoin se ubicaba en US$579.960 millones. Dicha cifra cayó 35% desde el 1 de enero, para cuando la moneda contaba con US$892.170 millones de capitalización. No obstante, el descenso más agresivo tuvo lugar entre el 4 y 11 de mayo, periodo en que la criptomoneda tuvo una caída de 42,6% al pasar de US$754.670 millones a US$529.340 millones, el monto más bajo que se ha registrado en lo que va corrido de 2022.
Dicha coyuntura ha puesto la lupa sobre la Bitcoin City de El Salvador, que se construirá cerca del volcán Conchagua en el departamento de La Unión, ubicado en la parte oriental del país. Dicha localización tiene como propósito utilizar la energía de la montaña para la minería de criptomonedas.
Cabe resaltar que, con la situación actual, el proyecto insignia del presidente Nayib Bukele parece tambalearse ante la pérdida de valor que ha sufrido la criptomoneda, que funciona en dicho país como moneda legal desde septiembre de 2021. Solo para hablar de precio, un bitcoin vale US$30.447 en la actualidad; el 1 de enero valía US$46.778. Incluso, la divisa ha perdido 56% de su costo frente a noviembre de 2021, cuando alcanzó su máximo histórico de US$69.000.

Con la adopción del bitcoin como moneda legal junto al dólar, la promesa de Bukele apuntaba a digitalizar la economía, dejar de depender de la divisa estadounidense y disminuir el flujo de remesas que entraban al país. Una movida arriesgada si se tiene en cuenta que representan alrededor de 20% del PIB nacional.
Bajo esa perspectiva, no es de extrañar que el país pueda entrar en impago y afrontar un vencimiento de su deuda en dólares para 2023, según estiman las agencias calificadoras. Más aún si el Gobierno obligó a todos los establecimientos capaces de recibir criptomonedas a aceptar únicamente dicha divisa como forma de pago, de acuerdo con lo establecido en la Ley Bitcoin del 7 de septiembre del año pasado.
Precisamente, el primer reto es que se aprueben nuevas leyes que creen la base legal para la Ciudad Bitcoin, según explicó a Forbes el arquitecto de los bonos Bitcoin y CEO de Pixelmatic, Samson Mow. Al respecto, Bukele manifestó que hay una serie de leyes que irán al congreso pronto para este fin.
“Me gusta pensar en la Ciudad Bitcoin como una zona económica especial, con condiciones atractivas para atraer a las empresas a establecerse y para que la gente busque convertirse en ciudadanos de la misma. Así que el principal reto será tener un marco excelente para facilitar los negocios, el comercio y la ciudadanía, lo que significa que las próximas leyes tendrán que ser cuidadosamente pensadas y diseñadas”, dijo Mow.
Si bien admite que “nos está llevando más tiempo del que esperábamos”, Mow asegura que merecerá la pena una vez que todo funcione y siente un gran precedente para una mayor adopción de bitcoin en todo el mundo.
¿Parte de tranquilidad?
“No nos estamos preocupando porque sabemos cómo se comporta el bitcoin y los ciclos que se han venido manejando. Hace unos años estaba en US$1.000, subió y volvió a bajar. Comprendemos la volatilidad, pero estamos enfocados en mantener el porcentaje de inversión”, dijo el diputado de la Asamblea Legislativa de El Salvador, William Soriano.
El también secretario de las comisiones de Hacienda, Economía y Finanzas y Anticorrupción de la Asamblea aseguró a Forbes que la caída del Bitcoin “no ha afectado en lo más mínimo” la economía de El Salvador. Al respecto, explicó que las finanzas del estado son bastante sólidas y el país “está lejos de un default”.
Esto no ha sido ajeno para otras locaciones del mundo. Y es que después de que bitcoin se convirtiera en moneda de curso legal y se anunciara Bitcoin City, la ciudad de Lugano, ubicada al sureste de Suiza, le siguió los pasos a El Salvador gracias al trabajo de Paolo Ardoino, CTO de la criptomoneda Tether y la plataforma de trading Bitfinex.
“Él creó efectivamente otra Ciudad Bitcoin en Lugano, donde tienen bitcoin como moneda de curso legal ‘de facto’. A Paolo se le atribuye el mérito de hacer realidad este segundo dominó”, agregó Mow.
Otras locaciones que también están avanzando al adoptar bitcoin como curso legal son la isla hondureña Prospera y la región portuguesa de Madeira. En esta última, los planes apuntan a que se convierta en una moneda de curso legal de facto, como en Lugano. A esto se unen proyectos como la Bitcoin Beach en la playa brasileña de Jericoará y la Bitcoin Jungle del Triángulo Dorado de Costa Rica.

Mow también sostuvo que Bitcoin City es un gran ejemplo de cómo el aprovechamiento de la moneda sólida y una red financiera abierta pueden allanar el camino para un nuevo renacimiento financiero.
“Ciudad Bitcoin, la Ley Bitcoin, las nuevas leyes de valores digitales, los Bonos Volcán, todo ello está permitiendo a El Salvador transformarse sin renunciar a la soberanía. Tengo la esperanza de que otros países latinoamericanos sigan su ejemplo y adopten Bitcoin, por el bien de su gente y por un futuro más brillante”, afirmó.
Con respecto a los bonos, Soriano mencionó que el proyecto de Bitcoin City contempla una compra de US$1.000 millones, de los cuales US$500 millones estarán destinados a la compra de bitcoin, mientras que el resto se invertirá en capacidad energética para minar criptomonedas y darle energía a la ciudad, que tiene “mucho potencial geotérmico”.
Actualmente, El Salvador cuenta con reservas de bitcoin avaluadas en US$40 millones, aunque Soriano sostiene que no solo se trata de comprar grandes montos de la criptomoneda, sino de crear un ecosistema y andamiaje legal que se pueda promover.
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En este punto habla con conocimiento de causa, pues formó parte del Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (Proesa). Basado en su experiencia, destacó que es difícil traer inversiones al país, pues carece de una estrategia exitosa que pueda cambiar la perspectiva de los mercados extranjeros.
“Primero debemos comprender cuál es el aporte que pueden tener las criptomonedas a la economía global y local, y nosotros entendimos la importancia de ese proyecto como la punta de lanza de crecimiento económico en los siguientes años”, dijo Soriano.
Al respecto, reveló que la apuesta del país está enfocada en proyectos de infraestructura en educación, salud y seguridad. Solo este año, se apunta a una inversión de US$1.500 millones en infraestructura pública, de acuerdo con el diputado. En materia de educación, la cifra apunta a 5,1% del PIB, acercándose al 7,6% de Costa Rica, líder regional en dicho campo.
Estas inversiones también contemplan la construcción del aeropuerto del Pacífico, proyecto que se ubicará en territorios aledaños a la Bitcoin City. Sobre este tema, Soriano afirmó que ya se creó el andamiaje legal para empezar negociaciones con los propietarios de la tierra, además de que se prevé una inversión de hasta US$200 millones para su desarrollo.
Visión empresarial
De acuerdo con el diputado, el objetivo del gobierno es manejar una estrategia diferente que no se centre solo en beneficios fiscales para establecer operaciones empresariales, pues se considera “lo mismo que han hecho muchos gobiernos por mucho tiempo. Nuestra visión con la estrategia del bitcoin es que se convierta en la principal estrategia de atracción de inversión que tendremos de aquí a corto plazo”.
Para lograrlo, el plan consiste en ingresar hasta 52 reformas a la asamblea legislativa. Entre ellas se incluye un paquete que va a dotar al bitcoin de un marco legal sólido. “Algunas se están afinando y otras se están acabando de evaluar. De ahí pasan a comisión de economía y comisión financiera. Eso es el andamiaje completo para establecer empresas, como hemos prometido en el Bitcoin City. Es diferente a lo que ya tenemos como país”, subrayó Soriano.
Esto no ha sido ajeno para los empresarios que buscan entrar en el proyecto. Así lo demostró el fundador de Mind, Daniel Aguilar, quien comentó a Forbes que el modelo económico de El Salvador ha sido efectivo a la hora de atraer inversionistas que están llegando por sus beneficios, así como muchas empresas que se dedican a hacer trading y casas de cambio.
Por ahora, lo que los empresarios están esperando es el pitazo inicial para invertir, pues el proceso tuvo un retraso de cuatro meses, dejando la venta de los bonos para agosto y septiembre. Esto debido a los problemas de inseguridad del país en 2021, año en el que registró 1.140 homicidios.
A pesar de la cifra tan alta, el Gobierno reveló que fue “el año más seguro” con 201 muertes menos que el año anterior. Con el proyecto de Bitcoin City en plena marcha, las estimaciones apuntan a que la inseguridad ha caído 70%, dato comprobado con los 125 días sin homicidios que lleva el país en lo corrido del año, entre los cuales se incluye una semana completa sin asesinatos hacia finales de mayo.
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Para cuando los bonos salgan al mercado, se estima que la compra de tierras en la playa cercana a Bitcoin City para hacer resorts o supermercados será importante, de acuerdo con el ejecutivo. En cuanto al valor de los bonos, cabe mencionar que puede variar entre US$1.000 hasta US$10.000.
Con esto en mente, las proyecciones de inversión de Bukele también apuntan a la emisión de bonos para recoger hasta US$2.000 millones que se destinarán para mejorar la infraestructura tecnológica de El Salvador. “La demora es que salgan al mercado y se vendan por completo”, comentó Aguilar.
Dicho panorama suena atractivo para empresas como Mind, que ofrece soluciones para los comercios, sistema de gestión administrativa, de inventarios, facturación, nómina y pasarelas de pago cripto.
“Cualquier establecimiento puede recibir cripto como medios de pago. Nosotros creamos un sistema de fidelización en blockchain, similar a los puntos de fidelización que tiene los establecimientos, pero en una base de datos centralizada. Lo que le entregamos a la persona es algo que tiene en su wallet, o sea un token que puede volver otra cripto”, dijo Aguilar.
Con respecto al estado actual de las criptomonedas, el directivo se siente tranquilo por las ventajas y beneficios de la tecnología descentralizada, lo que convierte al bitcoin en una moneda ‘imparcial’, haciendo que muchas personas se refugien en ella.
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“Sabemos lo que pasa en muchos países donde se bloquean las cuentas de banco a los empresarios, y con bitcoin no es posible. Por ende, sabemos que muchos administradores están buscando dónde invertir y tener sus activos digitales de una forma que les brinde seguridad y transparencia. Bukele es muy visionario en la forma como ha liderado ese país y como ha atraído la atención de esos inversionistas, haciendo que la economía evolucione”, afirmó.
De ahí que Aguilar describiera el entusiasmo que se dio entre el ecosistema empresarial al revelarse el alcance del proyecto, llevando a muchos emprendedores a buscar crowdfundings y a hacer propuestas más atractivas con “personas que quieren diversificar y tener inversiones en distintas partes del mundo con criptomonedas”. Todo esto por medio de smart contracts, que otorgan transparencia y permiten verificar cuántas personas están adquiriendo tierras para hacer hoteles, estadios, apartamentos, y de esa forma sumar a la comunidad. “Se está democratizando y abriendo el paso a las nuevas generaciones”, afirmó.
Dicha democratización, que también se está expandiendo a otras naciones, ha llevado a que países como Colombia tengan potencial para una Bitcoin City, según Aguilar, quien considera que el proyecto podría desarrollarse en suelo colombiano.
“Colombia tiene un potencial gigante, mano de obra excelente y mucho profesionalismo. Muchas empresas están llegando a Colombia, ven talentos y se lo llevan, entonces el Gobierno debería analizar este plan de la actualidad y ver cómo apoya a estos empresarios y nuevas tendencias y comunidades para atraer al inversionista. En vez de ponernos trabas, deberían ver lo que están haciendo estos países y aumentar la economía”, dijo.
No cabe duda que la Bitcoin City de El Salvador ha creado una revolución económica sin precedentes. Tanto así, que su potencial parece inmune a las malas rachas del mercado, pues no hay empresario ligado al sector que no esté pensando en cómo crear su propia versión del proyecto en sus países. La cuestión es… ¿funcionará?
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