Los fundadores de Mono contaron a Forbes que en medio del 'invierno' de las startups no les ha tocado hace reajuste de personal ni tampoco tienen previsto hacerlo en el corto plazo.

A pesar del ‘invierno’ que están viviendo las startups por la ralentización de las inversiones de capital de riesgo, como efecto de la alta inflación y las alzas en las tasas de interés, la fintech Mono, que aspira a ser un neobanco para empresas, ha recaudado US$6 millones en una ronda de inversión semilla.

“Hubo un cambio repentino en los mercados y en el capital de riesgo, pero tuvimos la fortuna de haber cerrado la ronda en un contexto con un producto que es complicado de lanzar y porque el equipo que tenemos es ser totalmente complementario”, dijo a Forbes Salomón Zarruk, CEO de Mono, quien cofundó la fintech junto a Sebastián Ortiz (CTO), José Tomás Lobo (COO) y Juan Camilo Poveda (CPO).

A su primer producto, una cuenta débito en Colombia que se crea en 15 minutos, que da acceso a una tarjeta física y virtual, han integrado funcionalidades como la creación de múltiples usuarios además de los representantes legales de las compañía.

La inyección de capital ha sido liderada por Tiger Global, con la participación de Soma Capital, Y Combinator y varios ángeles inversionsitas entre los que se encuentran fundadores de Monzo, Fintual y Belvo.

“En este momento no estamos cobrando cuotas de manejo”, señala Zarruk.

A diferencia de otras fintech enfocadas en pymes y startups como Finaktiva, Sempli, Clara y Jeeves, que ofrecen créditos, Mono decidió arrancar por el lado más díficil: la autorización para obtener captación de dinero en cuentas débito, lo que requiere de una licencia bancaria.

Siga las historias de emprendedores en nuestra sección especializada

Ellos operan con el modelo de banking as a service con la licencia bancaria del Banco Cooperativo Coopcentral, lo que asegura las cuentas con el seguro de depósitos de Fogafín, aunque a futuro Mono aspira a tramitar su propia licencia para operar como compañía de financiamiento y con permiso de funcionamiento ante la Superintendencia Financiera.

Desde que lanzaron su cuenta y tarjeta débito semanas atrás, dicen haber atraído más de 300 clientes y haber procesado más de US$1 millón.

Con los nuevos fondos seguirán desarrollando el producto y explorarán una futura expansión a mercados como México, Perú y Chile. Fundada en Bogotá, su equipo de 25 personas está también en Medellín y en varios países de forma remota.

“Tenemos un equipo con el absoluto mínimo que necesitamos para hacer lo que hacemos. No nos ha tocado hacer reajuste de personal ni lo estamos planeando en el corto plazo”, señala Zarruk frente a la coyuntura que ha obligado a otras startups a revisar eficiencias y a despedir personal.

A futuro Mono, que fue presentada este año por Forbes como una de las 30 promesas de los negocios en Colombia, aspira a ser un neobanco en piloto automático que desarrolle pagos automáticos de nóminas cada mes, de impuestos cada año y desembolsos de créditos automáticos si detecta que se la empresa se quedó sin flujo de caja.