Colombia está por iniciar un nuevo gobierno y sus primeros desafíos son en materia económica local y global. ¿Qué se viene para el país en esa materia?

Empezará un nuevo Gobierno en Colombia y sus primeros pasos se darán en un entorno internacional inusual que trae desafíos para su política local: la inflación está desbordada, el petróleo supera los 115 dólares por barril y se avizoran nubarrones de recesión económica global en el 2023. Rápidamente, el nuevo Gobierno tendrá que actuar para lograr una buena posición internacional que permita resistir a los posibles choques.

Colombia habitualmente tiene un desbalance externo: importa más de lo que exporta y la diferencia en su cuenta corriente suele rondar los US $13.000 millones cada año. Por ejemplo, aunque ahora son más costosas, este año las importaciones crecerán un 20% en comparación con el 2021, después de que ya habían crecido al 38% el año pasado. A la vez, el dólar se encareció $600 desde el inicio del 2021 y, aún así, las exportaciones no van a la misma velocidad.

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Este año el déficit de la cuenta corriente será alto (un 4,5% del PIB). En comparación con el 2021 será menor gracias al alto precio del petróleo, pero seguirá siendo superior al promedio histórico. Esa diferencia tendrá que cubrirse a través de deuda en los mercados internacionales o a través de inversión extranjera directa. Eso significa que, como los altos precios del petróleo no van a durar por siempre, Colombia necesitará seguir siendo una economía bien vista desde el exterior.

Afortunadamente, Colombia tiene grandes ventajas. Es un país que tiene una imagen internacional de cumplir y honrar todas sus obligaciones. Es también una economía bastante estable y disciplinada. A diferencia de la amplia mayoría de los vecinos de la región, en las últimas dos décadas sólo ha tenido un año de recesión: el de la pandemia. Además, Colombia ha mostrado una gran recuperación. El crédito, el consumo de los hogares y el gasto público han disparado el crecimiento. Tanto que este año se espera que Colombia crezca más que el doble del promedio mundial.

Por eso no sorprende que la inversión en Colombia desde el exterior esté creciendo a todo vapor. En 2022 Colombia recibirá la inversión extranjera directa más alta de los últimos 7 años, superando los US $15.000 millones, un nivel superior al promedio de la década anterior a la pandemia.

El primer trimestre del año se duplicó la inversión extranjera directa que se había recibido en el mismo periodo del 2021, y, a mitad del 2022, ya llegó a Colombia tanta inversión desde el exterior como la que hubo en todo el 2021. Los servicios financieros y empresariales reciben la mayor parte (40%), seguidos por el sector minero-petrolero (20%) y el del transporte y las comunicaciones (13%). La inversión extranjera directa, además, está llegando principalmente a nuevas participaciones de capital (45%) y mediante reinversiones de utilidad (24%), lo que sugiere que hay confianza en el país.

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La buena noticia, entonces, es que Colombia podrá seguir financiando la mayor parte de su déficit externo mediante la inversión que recibe desde el exterior. Sin embargo, será fundamental que el nuevo Gobierno decida explícitamente poner la atención sobre el balance externo.

El Gobierno del Presidente Petro deberá, trabajar en la seguridad jurídica del país, reducir la elevada carga tributaria de las empresas y simplificar los trámites necesarios para la exportación. A la vez, apoyar especialmente a los sectores que tengan más vocación de generar empleo y diversificar la canasta exportadora del país, con un estímulo decidido a las exportaciones no tradicionales. Las medidas económicas del Gobierno del Presidente Petro deben buscar reducir el déficit comercial, fortalecer la industria nacional, y, además, seguir profundizando el nivel de atractivo del país.

Por: Germán Darío Machado Rodríguez* 
Twitter: @gmachrod 
*El autor es economista con opción en Gobierno, Magíster en Economía y Magíster en Políticas Públicas de la Universidad de Los Andes. Profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes y del Colegio de Estudios Superiores de Administración -CESA. Ha sido miembro de Juntas Directivas de empresas del sector energético y del sector financiero colombiano y se ha desempeñado como Asesor del Ministro de Hacienda y Crédito Público. 

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