Durante la presentación del informe final de la Comisión de la Verdad, el presidente electo, Gustavo Petro, comentó que cortar los cíclos de la violencia implica "cortar los cíclos de la venganza y la retaliación".
Luego de casi cuatro años que permitieran entender el porqué de la persistencia del conflicto armado interno, la Comisión de la Verdad presentó el informe ‘Hay futuro si hay verdad’, que dejó como resultado una serie de recomendaciones para la no repeticion del conflicto armado, con el propósito de iniciar un gran diálogo de pais sobre su implementación.
El presidente electo, Gustavo Petro, recibió dichas recomendaciones de la mano del presidente de la Comisión de la Verdad, Francisdo de Roux. En su primera intervención pública después de ganar las elecciones presidenciales, el que será mandatario desde el próximo 7 de agosto leyó las sugerencias que, en dicho documento, se le hacen al pueblo colombiano, al Estado y a la sociedad.
“Este esfuerzo que hoy se entrega al país, esa aproximación a la verdad no puede ser considerada un espacio de venganza. Debe ser mirado como la posibilidad de una reconciliación de la convivencia nacional, social y de la paz”, afirmó Petro.
El líder del Pacto Histórico también sostuvo que este gobierno podrá tener éxito implementando las recomendaciones de la Comisión si “convertimos los espacios de la verdad en espacios de reconciliación. Lo que sigue a la verdad, en el fondo, es la posibilidad del perdón social y de una era de paz”.
Por su parte, de Roux destacó que “traemos un mensaje de esperanza y futuro para nuestra nación vulnerada y rota. Un mensaje de verdad para detener la tragedia intolerable de un conflicto en el que 80% de las víctimas eran civiles no combatientes”.
Las peticiones
A partir de hoy, la Comisión de la Verdad inicia el proceso de socialización de todos los capítulos del informe final en todo el territorio nacional. Durante ese tiempo y hasta el próximo 29 de agosto, cuando concluye el mandato de la Comisión, De Roux aseguró que se concluirán los arreglos para dejar el archivo de derechos humanos y una transmedia digital accesible en computadores y celulares desde cualquier parte del mundo.
“Hicimos una narrativa seria, que no pretende ser la historia de Colombia, sino la entrada a una conversación sin miedo sobre la nación que somos y el Estado que hemos venido construyendo desde nuestra profundidad humana y política”, añadió.
El presidente de la Comisión hizo un llamado a la comunidad internacional y a los colombianos, donde pidió acoger las verdades de la tragedia y reconocer a las víctimas del conflicto en su dolor, dignidad y resistencia, así como a asumir sus compromisos con la reparación integral.
Al mismo tiempo, solicitó al Estado colombiano garantizar la independiencia de los entes de investigación y juzgamiento, así como reconocer la penetración del narcotráfico en la cultura, el estado y la economía, y encararlo como nación.
Con respecto a la comunidad internacional, De Roux pidió que dejen de ver a Colombia como un país que necesita armas para sobrevivir en el conflicto, y en su lugar, solicitó su apoyo “en una comunidad que comparte la casa común del planeta”.
La metodología
La página web de la Comisión se convertirá “en esa herramienta de la verdad para Colombia y el mundo”, que incluye registros de audio, video textos y materiales de encuentros publicos, asi como la totalidad de archivos del informe final como documentos descargables. Serán cargados a la plataforma progresivamente.
El material también contiene más de 2.500 recursos publicos que recogen una parte importante del trabajo de la comidión ente enfoques misionales y estrategias. Uno de los mas importantes en derechos humanos, derecho internacional humanitario y conflicto armado.
El informe también tendrá tres capítulos inéditos que no han sido abordados por otras comisiones: exilio (hubo más de un millón de exiliados), pueblos étnicos, mujeres y población LGTBIQ+
De Roux también anunció que ya queda en marcha el Comité de Seguimento y Monitoreo sobre las Recomendaciones, formado por siete personas, en su mayoria mujeres, designados por la Comisión de la Verdad.
“No podemos aceptar la alternativa de seguir acumulado vidas desaparecidas y exiliadas. No podemos postergar el día en que la paz sea un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”, agregó.
Para elaborar este informe, se nombraron 11 comisionados según lo establecido en el acuerdo de paz. Su labor se centró en el acompañamiento a comunidades civiles, siendo una de las tres entidades que forman el sistema de verdad, justicia y reparación.
Los agradecimientos
De Roux agradeció la presencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad para Encontrar a las Personas Desaparecidas, las otras dos entidades del sistema, y dedicó unas palabras de reconocimiento a Alfredo Molano y Ángela Salazar, quienes fallecieron en el transcurso de los años de elaboración del informe.
El presidente de la Comisión también resaltó el soporte del Papa Francisco, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), los países de América y Japón, fundaciones privadas y el International Center for Transitional Justice (ICTJ) para realizar esta tarea.
Para la presentación de hoy, el sumo pontífice envió un mensaje desde la Ciudad del Vaticano en el que animó a “seguir recorriendo caminos de reconciliación que generen procesos de reencuentro y a trabajar juntos en la búsqueda del bien de todos”.
La alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet,concluyó que “la verdad es un derecho transformador para las víctimas. Es un elemento fundamental del proceso de consolidación de la paz. Valoro el trabajo de la Comisión y exhorto a las autoridades del Estado a que trabajen para difundir el informe final. Este proceso no solo esclarece el pasado, sino que contrubirá a unir las piezas que Colombia necesita para avanzar hacia el futuro“.
El contexto
El 29 de noviembre de 2018 comenzó oficialmente el mandato de la Comisión de la Verdad, que llegó a lugares apartados donde rara vez hizo presencia el gobierno nacional. Durante más de tres años, escuchó a más de 30.000 víctimas en encuentros personales y colectivos, particularmente a comunidades afro e indígenas, así como a todos los expresidentes de la República vivos.
Se dispusieron 28 sedes en todo el país como casas de la verdad, donde se incentivó a la gente a dar testimonios voluntarios que llevaron a una escucha plural con hasta 14.000 entrevistas en Colombia y otros 27 países, incluyendo víctimas exiliadas.
Asimismo, organizaciones de diversos sectores colaboraron con 1.802 informes y casos con análisis y reflexiones sobre dinámicas de conflicto y documentación de violaciones a derechos humanos, que sirvieron de insumo para el informe.