"El país se adapta al avance imparable de la tecnología y se adentra, estamos seguros, en una nueva era en materia de asignación de espectro", dice la ministra de las TIC Carmen Ligia Valderrama.

Por: Carmen Ligia Valderrama Rojas*

En julio de 2019, mientras las ballenas llenaban de magia las aguas de Bahía Solano y los colombianos celebraban las victorias de sus ciclistas en Europa, el país alcanzó un hito con la sanción, por parte del presidente Iván Duque, de la Ley 1978, o ley de Modernización del sector TIC.

Hoy quisiera explicar algunas razones por las que esa ley es un hito para nuestro país y debe ser reconocida, sin exageración, como el cambio más trascendente de la estructura de inversión, operación y regulación del paisaje de las TIC en la historia reciente y una ventana a lo que depara el futuro de este importante sector.

La primera razón es que simplifica el marco institucional y regulatorio y lo pone así en sintonía con el estándar internacional al crear herramientas que atraen la inversión privada, generan certeza jurídica y facilitan el despliegue de infraestructura de última milla. Esto se traduce en cambios inaplazables, como la ampliación del plazo de los permisos de uso del espectro radioeléctrico, con la posibilidad de renovación previa verificación de requisitos de calidad, cobertura, inversión, entre otros criterios y la focalización de la inversión en las regiones más apartadas del país.

La sola fuerza del mercado no basta para que un operador privado lleve antenas, cables y redes a regiones rurales con baja densidad de población. De manera que los habitantes de esas zonas requieren del Estado para crear las condiciones que generen el despliegue de infraestructura y la prestación de los servicios en sus territorios.

Es así que, en el marco que crea la Ley 1978, en junio de 2020 se expidió el Plan de Transición a Nuevas Tecnologías, el cual determina los pasos a seguir para dar un tránsito efectivo de las tecnologías 2G/3G a nuevas tecnologías como 4G y posteriores. Para este fin se realizaron estudios sobre aquellas condiciones que dificultaban la masificación de las redes de cuarta generación.

Gracias a la implementación de este plan el país alcanzó, al cierre de 2021, 29,9 millones de conexiones 4G, superando con mucho la meta de 27 millones establecida para 2022. Esto abre paso al necesario desmonte de las redes 2G en las regiones que ya pueden permitírselo y allana el camino para el despliegue total de la red 4G, el paso lógico antes de la llegada de redes de quinta generación, o 5G.

Las redes 5G serán el complemento natural de las 4G y facilitarán a los colombianos nuevos modelos de educación, comercio, entretenimiento y negocios en el ecosistema digital.

Al tiempo, y gracias al gran soporte de la Ley 1978, el MinTIC publicó en 2019 un plan 5G que definió las acciones para iniciar el despliegue de esta tecnología y en 2021 comenzamos a trabajar en la hoja de ruta para definir las condiciones técnicas, financieras y jurídicas que guiarán su despliegue.

En esa línea, cuando se desplieguen las redes, el país podrá contar con la certeza de que han sido identificados los retos y barreras que puedan presentarse para el logro del objetivo primordial. En ese propósito, se diseñó un plan de pruebas piloto que nos han permitido vislumbrar la manera en la que el 5G va a cambiarnos la vida y se han hecho pruebas con vehículos autónomos, los llamados ‘carros sin conductor’, incluyendo la primera de maquinaria minera que opera de forma autónoma. Los pilotos cubren desde internet de las cosas hasta territorios inteligentes y telesalud en zonas urbanas y rurales.

Del mismo modo, se expidió el decreto 984 del 13 de junio de 2022, que define una nueva categoría del espectro, denominada Banda Media Alta, óptima para servicios 5G. Con estas acciones el país se adapta al avance imparable de la tecnología y se adentra, estamos seguros, en una nueva era en materia de asignación de espectro.

Y tratándose de los avances que hemos logrado gracias a ese gran marco regulatorio, es esencial resaltar la expedición de la resolución 0376 del 3 de febrero de 2022, pues con ella estamos promoviendo la prestación de servicios satelitales en nuestro país de manera eficiente y atractiva para la inversión extranjera. Hoy por hoy esos servicios no son menos que esenciales a la hora de soportar aplicaciones comerciales específicas, como servicios de televisión por suscripción directa al hogar, servicios de telefonía móvil satelital, o servicios a comunidades localizadas en zonas apartadas del país donde es difícil llegar con comunicaciones terrestres convencionales como microondas o fibra óptica.

Muchos de estos cambios, que en su momento fueron vistos con recelo, hoy son ampliamente reconocidos como avances. El futuro es un campo lleno de posibilidades y el legado de este Gobierno es traerlas al presente y enrutar al país por un camino que permita aprovecharlas con equidad.

*La autora es ministra de las TIC de Colombia.

Twitter: @CarmenLigiaV

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