Un colombiano cuenta cómo fue su decisión de emigrar a los Estados Unidos y emprender en ese país para que sus ingresos fueran en dólares.
Por: Santiago Mendez*
A la edad de 28 años decidí salir del país para empezar mi emprendimiento en los Estados Unidos.
Al marcharme de Colombia, no solo dejé atrás a mi familia, también renuncié a mi trabajo como director de una compañía familiar.
Si bien, a esa edad no tenía claras muchas cosas, sí que tenía la certeza de algo: no regresaría a Colombia hasta no haber construido algo a lo que llamar propio.
Aunque al comienzo tenía miedo, tenía la expectativa de que todo iba a salir bien.
Llegar a Nueva York y notar toda la magnitud de la ciudad, la energía junto a la sensación de optimismo para lograr salir adelante para mí fue impactante. Es difícil adaptarse en un mundo a un ritmo tan diferente al que ya conocía.
A pesar de la incertidumbre, me mantuve firme en mi propósito: ser libre. Ni las dificultades ni todo lo que conlleva empezar de 0 fue suficiente para hacerme desistir.
Desde el primer momento que puse un pie en los Estados Unidos, empece a buscar la manera de hacer realidad mis sueños a lo grande. Siempre sentí interés en los mercados financieros, la tecnología y en las grandes compañías que había en dicho país, desde joven, soñaba con algún día ver Wall Street desde los rascacielos en Manhattan.
Con esa mirada clara, busqué la manera de adaptarme, entender el mercado americano, las diferentes audiencias, “el target” identificando modelos de negocio, integrando la tecnología y mi cultura de emprender y servir a los demás. En estados unidos como en Latinoamérica muchas personas trabajan día a día realizando labores o trabajos que no les agradan solo por algunos “dólares”, la verdad de esto es que en el largo plazo solo genera frustración de pasar tantos años haciendo lo mismo sin lograr avanzar y cumplir sus metas. Como empresario, la principal motivación ha sido compartir herramientas y conocimiento para que los emprendedores desarrollen diferentes líneas de negocios que les permita diversificar sus fuentes de ingresos.
Hasta el momento no me había atrevido a probar algo tan innovador, el inicio fue explosivo… Identificar una oportunidad es clave, en este momento hay un gran potencial en la economía digital y el emprendimiento, además de la posibilidad de generar ingresos de manera online, en remoto y desde cualquier parte del mundo. Basado en esto, el objetivo fue desarrollar un proyecto edtech que hace parte de todo un ecosistema digital y tecnológico que comprende sectores como los mercados en la bolsa de Nueva York, las criptomonedas, el comercio electrónico, las startups y el marketing, como pilares de esta economía digital.
En la actualidad, vivo en Miami, el la Florida (Estados Unidos), donde lidero dos compañías.
Una compañía de edtech que ofrece diferentes programas para emprendedores, enfocados en los pilares de la economía digital.
Una compañía de e-commerce que administra y opera “online stores” para emprendedores que buscan iniciar su tienda de comercio electrónico sin experiencia generando ingresos pasivos sobre las ventas de su propio e-commerce.
Gracias a que me atreví (y lo logré), puedo decir que ahora, vivo de lo que me apasiona, he logrado escalar a facturar más de 6 cifras y ayudo a emprendedores a que logren también ese objetivo.
Estoy convencido de que las inversiones en el mercado digital van a cambiar radicalmente la economía actual. Cada día busco prepararme para ese momento, y deseo hacer lo mismo con aquellos interesados en aprender sobre esta nueva forma de vivir la era digital.
De hecho, ese es uno de los principales propósitos de mi academia de formación.
Sé que la educación es el medio para cumplir nuestros sueños, así que deseo brindarles a otros la oportunidad de hacer realidad los suyos, y esto pienso lograrlo mediante mi servicio de formación en línea a emprendedores, que estén dispuestos a sumergirse un poco más en el mundo digital y aprender cosas nuevas.
Si algo tengo claro como emprendedor colombiano, es que todavía tengo camino por recorrer y mucho más que aportar. Tengo proyectado ser un referente en Latinoamérica de la educación digital y aumentar el alcance para brindar herramientas a cientos más de emprendedores para que logren construir diferentes fuentes de ingreso.
Y aunque podría decirse que actualmente me encuentro en una posición cómoda. Como emprendedor sé que este no es el final, porque mi propósito no termina, puedo decir que emprender es considerado como un juego infinito. Desde el comienzo, la idea siempre fue seguir creciendo como persona y emprendedor… parar no es una opción.
*El autor es fundador de Billions Academy.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.