Aunque las empresas, la ciudadanía y el mismo gobierno han tratado de impulsar el reciclaje en el país, así como la transformación del negocio de los plásticos. En Colombia apenas el 26% de este tipo de materiales se recupera. Forbes habló con algunos de los protagonistas de la transición a una economía más circular. Esto es lo que se viene.
Supongamos que usted se tarda 10 minutos leyendo esta nota. Mientras lo hace, Colombia ha generado al menos 503 toneladas de residuos sólidos y productos residuales. Lo preocupante es que apenas el 11,8% de todo lo que se bota al año se recicla, según cifras oficiales del Dane.
Si bien buena parte de esos residuos no son tan fáciles de reciclar, el plástico se ha convertido en uno de los protagonistas en la conversación alrededor del reciclaje para que Colombia transite hacia una economía más circular, en la que estos desechos ya no sean basura, sino materia prima de otras cosas.
Según las cifras más recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en 2019 Colombia generó 26,4 millones de toneladas de residuos sólidos y productos residuales que provienen de los hogares y de las actividades productivas: 14,1 millones de toneladas vienen de las actividades económicas e importaciones y el resto, de los hogares.
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Si se mira solo el caso de los plásticos, datos de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios muestran que apenas 1,9 millones de toneladas de residuos de las casas fueron aprovechados en 2020, de los cuales 26% son plásticos mientras que el papel y el cartón son los materiales que más se reciclan (53,57%).
El tema se volvió a poner sobre la mesa con la aprobación del proyecto de ley, promovido por el congresista del Partido Liberal, Juan Carlos Losada, que busca la eliminación de los plásticos de un solo uso en Colombia en los próximos ocho años.
Esta iniciativa, que le queda una conciliación final en el Congreso, su sanción presidencial y la implementación para hacerse efectiva, dice que el país debe eliminar 14 tipos de plásticos entre los que están empaques tan utilizados como las bolsas de plástico que dan en centros de comercio para transportar paquetes, las bolsas para embalar periódicos, publicidad y facturas.

También entran ahí los soportes plásticos para las bombas de inflar, mezcladores y pitillos para las bebidas, los rollos de bolsas vacías y los soportes de los copitos de algodón. Incluso, aparecen los empaques, envases, recipientes y bolsas para contener líquidos o alimentos no preenvasados. Al mismo tiempo, cuentan los platos, bandejas, cuchillos, tenedores, cucharas, vasos y guantes para comer, así como el confeti, manteles y serpentinas.
Con la noticia, una de las preguntas que más ha sonado es qué va a pasar con las empresas que se dedican a fabricar ese tipo de productos.
Forbes consultó con algunos empresarios de la industria de los plásticos que están liderando un proceso de transformación que le está cambiando la cara a la manera que se consume el plástico en Colombia.
Daniel Mitchell, presidente del gremio que reúne a empresas de las cadenas productivas químicas, incluidas las industrias del plástico (Acoplásticos), explicó que los empresarios que se dedican a fabricar plásticos en todas sus presentaciones y todos sus usos han venido avanzando para aumentar la cantidad de este material reciclado en su industria, así como en el diseño de nuevos empaques que sean más amigables con el medio ambiente y se puedan reciclar.
“El mundo sin plástico es prácticamente imposible. Pero nosotros ya estamos buscando alternativas sostenibles, como lo establecen las normas. También estamos trabajando en revisar el impacto ambiental del producto y unos diseños ambientalmente más sostenibles”, explica Mitchell.
De acuerdo con los cálculos de Acoplásticos, actualmente toda la industria de los plásticos genera 220.000 empleos directos en Colombia y solo el reciclaje genera 80.000 puestos de trabajo en el país. Y la idea, para estos últimos, es crear más plazas.
Según cuentan los empresarios y expertos consultados por Forbes, varias iniciativas del Gobierno y del Legislativo han hecho más urgente la transformación de esta industria, pero protegiéndola con una transición moderada. Aún así, la cruzada para ser más sostenibles lleva al menos cinco años de manera intensa.
Laura Reyes, directora ejecutiva de la organización Compromiso Empresarial para el Reciclaje (Cempre), cuenta que desde hace más de 13 años esa entidad viene trabajando con empresas que buscan reducir la huella ambiental de sus productos.
De hecho, hace poco esa organización quedó elegida como la líder del Pacto del plástico en Colombia y hará parte de la Red Global sumándose a los 13 pactos existentes incluidos los pactos de la red de la Fundación Ellen MacArthur. “El Pacto en Colombia llega para habilitar las sinergias y potenciar resultados de todas las iniciativas vigentes y fortalecer otros aspectos del modelo de circularidad del plástico”, dice Reyes.
Aunque en este momento trabajan para diagnosticar cuáles son los desafíos que tiene esta industria para ser más sostenibles, el plan es que su trabajo aporte a la meta en la que buscan que el 17,9% de los residuos se reciclen.
Así se alistan las empresas
Hablar del reciclaje dejó de ser una iniciativa aislada, de la que solo se preocupaban los ambientalistas, y se volvió un asunto central en la agenda de crecimiento económico sostenible por la que transitan todos los países. Y ahí, varias empresas en Colombia están haciendo inversiones multimillonarias en innovación y en plantas.
Forbes conversó con representantes de cuatro de esas empresas: Sergio Díaz, gerente de mercadeo de Ajover Darnel, Jessica MacMaster, vicepresidenta de excelencia corporativa de Essentia, un firma del Grupo Ecopetrol; Juan Carlos Gutiérrez, gerente de Ekored, una empresa de Enka; y Ricardo Estrada, vicepresidente de sostenibilidad y compras de Plastilene.
Los productos de estas empresas se ven en todo el lado. Solo basta con salir a la calle y se pueden ver las tejas o los tanques de agua de Ajover en las casas; los materiales de construcción de Essentia; los empaques de domicilios o de restaurantes de Darnel; las botellas plásticas de Enka y los empaques de aceites, papel higiénico, bebidas, productos de aseo, cosméticos y hasta colchones de Plastilene, solo por nombrar algunos.
Y buena parte de la materia prima que utilizan las empresas que fabrican productos plásticos proviene de Essentia que produce, entre otras cosas, esos materiales en una planta en Cartagena.
Con un alcance tan importante como el que tienen estas organizaciones, los cuatro voceros coincidieron en que uno de los principales focos de sus empresas, que trabajan con el plástico de manera industrial, está enfocado en la economía circular.
Aunque las normas se han sentido con más fuerza en los últimos cinco años, entre todos estas compañías vienen adelantando importantes inversiones para impulsar la reutilización del plástico.
Por ejemplo, Jessica MacMaster, vicepresidenta de excelencia corporativa de Essentia, reveló que desde hace ocho años vienen invirtiendo en la entrega de mobiliarios con plástico proveniente del reciclaje. Incluso, crearon un portafolio verde en el que ofrecen bioplásticos a otras industrias, que es un material plástico que proviene del almidón de yuca y papa.
La inversión en plantas de reciclaje y centros de acopio por parte de estas organizaciones ha sido también considerable. Plastilene inauguró el año pasado una de las plantas más grandes de reciclaje de plástico flexible, considerado uno de los materiales más difíciles de reciclar.
Para construirla, invirtieron $15.000 millones y según Ricardo Estrada, vicepresidente de sostenibilidad y compras de Plastilene, las inversiones ascienden a los $30.000 millones.
En línea con lo que adelanta Plastilene, la directiva de Essentia reveló a Forbes que invertirán US$15 millones en una planta en Tocancipá con la que producirán 12.000 toneladas al año de resina hecha de plástico reciclado. “Las botellas, envases, empaques de mecatos, sillas y otros materiales se transformarán en materia prima para la creación de nuevos productos. Eso le dará empleo a 3.000 recicladores”, agregó MacMaster.
Por su parte, en Ajover Darnel lograron crear una línea de productos de empaques en las que utilizan un mínimo del 70% de plástico reciclado. Igualmente establecieron una línea de productos que están hechos de elementos biodegradables compostables. Y para lograr esos objetivos, solo en 2021 invirtieron $60.000 millones en procesos de modernización de sus equipos y nuevas líneas de producción. Esa inversión fue el doble de la que hicieron en economía circular, según Díaz.
En el caso de Ekored, que es la empresa dedicada a la recolección y transformación del plástico de Enka, también han invertido en varios puntos de acopio para impulsar el reciclaje tanto de las empresas como de los hogares. De acuerdo con Juan Carlos Gutiérrez, gerente de Ekored, empezaron reciclando 100 toneladas de botellas PET al mes en 2008 y hoy logran unas 3.400 toneladas mensuales. Su plan, según cuenta, es expandirse a más lugares de Colombia para poder reciclar un mayor porcentaje de estas botellas.
Aunque la cifra del 11,8% de material reciclado es todavía baja para lo que el país bota diariamente a los ríos y a los rellenos sanitarios, lo cierto es que la cruzada hacia la economía circular ya empezó.
#NuestraRevista | Este es un artículo publicado en nuestra edición de la revista Forbes Colombia de julio. Si desea recibir esta información de primera mano en nuestra revista física, ingrese aquí para suscribirse.