El presidente del Grupo Aval, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, afirmó que "el sector financiero es la espina dorsal de la economía colombiana”.
El diagnóstico de Colombia a la hora de buscar competitividad es claro: si bien el país cuenta con un pico de unidades productivas, estas necesitan ayudas para escalar. De lo contrario, “vamos a estar condenados al pedaleo eterno”, según comentó la presidenta del Consejo Privado de Competitividad, Ana Fernanda Maiguashca.
De ahí que la directiva reconociera que estamos en un tejido informal muy vulnerable, escenario donde acciones como generar financiación de proyectos productivos desde cada entidad del sector es clave para movilizar muchos más recursos que permitan afianzarlos en un contexto de mayor formalidad.
Unido a ello, el presidente del Grupo Aval, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, asegurara estar en desacuerdo con quienes creen que el sector financiero es un parásito que le quita a la industria y el agro, asegurando que “el sector financiero es la espina dorsal de la economía colombiana”.
La afirmación tiene sentido si se tiene en cuenta que hay territorios que dependen de actividades rurales, lo que implica que mover recursos para financiar productos de esa naturaleza sea el camino a la formalidad, de acuerdo con el presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora.
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El ejecutivo también aseguró que tanto el gobierno como las entidades financieras deben caminar hacia la formalidad al permitir que los colombianos accedan a muchos beneficios que hoy no tienen “porque son invisibles”.
Uno de esos beneficios vitales es la inclusión de mujeres en el agro. En el caso de Bancolombia, Mora sostuvo que el banco eligió como foco el tema de campo y la mujer rural para generar oporunidades con la línea ‘agro para todas’, con créditos y apoyo en educación financiera que les permita avanzar en el desarrollo de sus emprendimientos.
Para lograr avances en todo lo anterior, es vital construir un ecosistema que resuelva una de las grandes problemáticas del sector rural, que apunta a la incertidumbre de los precios, de acuerdo con el presidente de Davivienda, Javier Suárez,que a su vez hizo un llamado a “trabajar de la mano con todos los actores para reducir ese riesgo“.
Según Maiguashca, esto puede lograrse al elevar la barrera de la formalidad, porque si seguimos poniendo reglas del juego para montar un escenario óptimo lejano para productores o consumidores, se genera exclusión cuando no se logran cumplir esas reglas.
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Al respecto, la directiva añadió que se debe hacer un esfuerzo por dejar de imaginar un escenario ideal y construir caminos posibles para una población que adquiere mas cargas a la formalidad, en vez de alejar posibilidades reales de que transiten al crecimiento.
El otro elemento fundamental de este escenario, según Suárez, es llegar a soluciones costo-efectivas a traves de plataformas digitales. Esto si se tiene en cuenta su importancia ante las dificultades de infreastructura y de vías terciarias que tiene el país.
Sobre ese aspecto, Sarmiento detalló que la conectividad es el camino de la infraestructura y el mundo digital. “Debemos poder llegar con plataformas digitales mas sofisticadas, ser capaces de instalar plataformas, tener un vínculo directo con las regiones y tener modelos de riesgo que permitan llevar productos financieros”, dijo.
Incluso, el directivo añadió que la infraestructura representa hasta 1% del crecimiento del PIB del país. Asimismo, mencionó que una inversión que equivalga a 50 puntos básicos del PIB reduce el desempleo en 60 puntos básicos y la pobreza en 50 puntos básicos.