El presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora, reconoció que el crecimiento de cartera disminuirá en 2022, aunque cerrará en números positivos.
El país atraviesa un periodo de política monetaria contracíclica desde septiembre del año pasado, cuando el Banco de la República empezó un proceso de ajuste a la tasa de interés. Este proceso inició como una simple normalización gradual, teniendo en cuenta que las presiones inflacionarias que se percibían en ese momento eran temporales y la aceleración de la economía era importante.
Un año después, la inflación se acerca a 11% y se espera que 2022 cierre en una cifra cercana. Para regular el indicador, los actores del sector financiero tienen claro que el Banco de la República está tratando de nivelar la oferta y la demanda para controlar este indicador, pero también reconocen que “la política monetaria no es como como un interruptor que uno baja inmediatamente”.
Así lo expresó el presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora, en entrevista con Forbes Colombia, quien destacó que el fuerte incremento de las tasas de interés en los últimos en los últimos meses busca que esa política monetaria llegue a la economía y disminuya la demanda y el consumo.
“Eso ya se va a empezar a ver, y yo espero que en este segundo semestre, ese efecto de la política monetaria se empiece a notar en la economía, que haya menor demanda y, por lo tanto, una menor inflación”, añadió.
De ahí que el directivo tenga claro el hecho de que va a haber un menor crecimiento de cartera en el segundo semestre del año, aunque esto no impedirá que la cifra final sea positiva. De hecho, aseguró que “debe estar alrededor de 14% y 15%“.
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Asimismo, destacó que la coyuntura actual no va a impedir que 2022 será positivo, porque “la dinámica que traemos hasta ahora creo que nos permite prever que va a ser un buen año para la economía colombiana y para la banca”.
Todo lo anterior se ve soportado por el crecimiento económico del país en el primer semestre del año, que alcanzó 10,6% según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), lo que posiciona a Colombia como uno de los países líderes en este indicador.
En esa mejor actividad económica, Mora sostiene que “los bancos somos un ejemplo de esa realidad”, pues a su juicio, las instituciones financieras “estamos en toda esa actividad” donde el comercio viene creciendo y donde las actividades asociadas a entretenimiento siguen repuntando.
“En el caso de Bancolombia, nosotros hemos tenido el beneficio de esa mejor actividad económica. Apoyamos ese crecimiento porque nosotros somos parte del engranaje que ayuda a que la economía avance mejor, pero también nos beneficiamos de ello, de que la gente tome más crédito y de que está pagando mucho mejor”, sostuvo.
Si bien hay un componente de pago y un tema de cartera vencida que se profundizó tras la pandemia pero que hoy ya no está, el sector financiero es consciente de que aún hay que ser cauteloso.
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Durante la última edición de la Convención Bancaria, el Superintendente Financiero, Jorge Castaño, habló de la hoja de ruta para el sistema, de la madurez del sistema, y al mismo tiempo, de los pagos electrónicos. Al respecto, mencionó que la estrategia en torno a este ecosistema tenía que impulsarse no solamente entre usuarios, sino entre empresas en todo Colombia.
Sobre dicho tema, Mora se mostró de acuerdo en que el sistema de pagos necesita evolucionar en usabilidad y en accesibilidad, pero también sostuvo que es “deseable que esos dinero fluyan de manera mucho más fácil para que este círculo virtuoso que estamos viendo de mayor digitalidad siga su impulso”.
En línea con lo anterior, el ejecutivo hizo hincapié en la posibilidad de que Colombia incursione en la creación de una moneda digital y sostuvo que “es un camino que hay que recorrer”.
“Es un paso natural y yo creo que eso beneficia a la economía. Habrá que hacerlo de la manera adecuada, y en eso creo que hay que trabajar todos en conjunto, pero es muy positiva esa propuesta de ir avanzando hacia un peso digital”, dijo.
En ese aspecto, calificó como positiva la experiencia que el sistema financiero impulsó con el proyecto de la Arenera, que a juicio de Mora, otorga unos elementos muy claros ante el boom de las criptomonedas y las caídas del valor de los activos digitales en los últimos meses.