Por: Mauricio Tovar, cofundador de Tropykus.
Por: Mauricio Tovar*
El dinero, por lo que trabajamos ocho horas al día dejando de pasar tiempo con nuestra familia y amigos para conseguirlo y que utilizamos varias veces al día, es algo importante. Un cambio en su diseño y tecnología es de interés de toda la sociedad pues tiene implicaciones económicas, pero también posibles afectaciones a la privacidad e incluso a la libertad, como lo explicaré a continuación.
Un reciente anuncio por parte de la DIAN, sobre la creación de una moneda digital (CBDC en inglés) en Colombia y que luego fue confirmado por el Banco de la República, en principio parece una decisión orientada al desarrollo tecnológico, está justificada en facilitar las transacciones entre personas y mayor control para evitar la evasión de impuestos y lavado de activos. Adicionalmente, podría ayudar a reducir los costos de generación, almacenamiento y transporte de dinero, ahorros al eliminar intermediarios entre el ciudadano y el Banco Central, y tener transacciones más económicas y rápidas.
Hay países que están experimentando este dinero digital abriendo billeteras a ciudadanos directamente desde el banco central, eliminando la intermediación de los bancos. Otros países están replicando el modelo financiero actual de incluir a los bancos, manteniendo las ineficiencias con la justificación de riesgos al sistema financiero, y por la presión de estos jugadores para no quedar por fuera.
Pero así como hay un dinero mejor que otro, ¿puede haber una moneda digital o CBDC mejor que otra? desde el punto de vista económico, estas monedas seguirán dependiendo de los comportamientos de las economías locales y no esperaría tantos cambios en ese sentido. Pero los ciudadanos podrían optar por CBDC diferentes a la colombiana, esto podría llevar a escenarios de mayor fortalecimiento de las monedas fuertes y debilitamiento de las monedas más débiles como el peso colombiano.
¿Tendrían implicaciones en los ciudadanos más allá de lo económico? Estas monedas digitales se pueden diseñar o no para que sean totalmente trazables y sin privacidad, es decir, a diferencia de con el uso del efectivo, cada transacción puede ser registrada y vigilada por el banco central y bancos comerciales. Hay estudios que muestran que el comportamiento de los humanos cambia cuándo saben que son vigilados, afectando el derecho a la libertad. Además, debemos recordar que la privacidad es un derecho humano, y que está bien tenerla. El problema de evasión y lavado de activos que argumenta la DIAN es válido, hay consenso alrededor de ello, pero no puede ser a costa de la privacidad, existen otras soluciones.
Para ilustrar otros posibles riesgos, el Banco Central de China, quien lidera la implementación de CBDC a nivel global, ha propuesto programar dinero para que tenga fecha de caducidad. En un ejemplo hipotético de acceder a un subsidio, podría estar programado para utilizarlo máximo hasta diciembre para gastarlo, si no, lo pierdes. O que este programado para que solo puedas comprar comida saludable, y no puedas comprar antojos no saludables. Tampoco podrías pagar cosas no legales en algunos países, como una licencia de conducir para una mujer en Arabia Saudita, o acceder a más de 200 dólares por mes en Argentina.
Pero no para ahí, también se podría negar el acceso a tu billetera y al dinero, con los argumentos de que estás incumpliendo los términos y condiciones, o tus opiniones políticas no son afines con el gobierno del momento. Piensa las implicaciones que puede tener que no puedas acceder a dinero.
Esto parece ciencia ficción, pero China ya está bloqueando el acceso a comprar pasajes para transporte terrestre y aéreo a personas cuyo comportamiento en internet no corresponda con el que la línea política del gobierno, basado en un poco transparente “índice de comportamiento social digital”. Incluso no permiten que los hijos de estas personas puedan ir a escuelas públicas. Restricciones similares pero al dinero podrían pasar cuándo la mayoría de la población use el yuan digital.
Estos argumentos no pretenden decir que el diseño de la moneda digital colombiana sea buena o mala, pues poco se sabe de su diseño. Tiene consigo implicaciones que van más allá de lo económico y que afectan directamente a los ciudadanos, aspectos fundamentales como la privacidad y la libertad. Debe ser una conversación transparente y abierta, y no de unos pocos a puerta cerrada.
*El autor es cofundador de Tropykus.
Twitter: @maurotov
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