El país sigue creciendo, pero la tendencia es la misma, es decir, cada vez más lento. La economía nacional es una de las afectadas por el enfriamiento económico que anunciaba hace escasas semanas el Fondo Monetario Internacional. ¿Qué viene?

La economía colombiana empezó el año bastante bien. Las expectativas relativas a esta economía emergente eran realmente muy buenas, a la vez que llamaban la atención de todos los analistas. La recuperación económica, en esencia, comenzaba a materializarse en una Colombia que lograba desmarcarse en todos los pronósticos de otras economías de América Latina.

Y es por ello por lo que hablar de Colombia estos meses atrás era hablar, como anunciaron los principales organismos económicos, de la economía líder en materia de crecimiento económico de entre las economías que conforman el continente latinoamericano; superando a casi todas en lo que a dinamismo económico se refiere.

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Como estamos comentando, con un crecimiento que pretende superar el 5%, el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como numerosos organismos como la Cepal, entre otros, otorgan a Colombia la primera posición en el ranking de aquellas economías que antes prevén recuperarse de la crisis vivida a lo largo de estos últimos años. Además, estas previsiones, de la misma manera, sitúan a Colombia a la cabeza en materia de crecimiento entre las economías que conforman esta región. Y pese a estos datos que hoy damos, los datos a principio de año auguraban un futuro aún mejor para la economía colombiana, apuntando a crecimiento cercanos al 8% y al 9%.

Sin embargo, por la misma razón que se ha ido reajustando a la baja esta previsión de crecimiento económico tan positiva para Colombia, la economía prevé crecer un 5% este año, a la vez que los nuevos reajustes siguen relajando dicho ritmo; pudiendo cerrar el año en un 4%, finalmente.

No hay economía que no se esté viendo arrastrada por ese enfriamiento económico que anunciaba hace escasas semanas el Fondo Monetario Internacional (por sus siglas, FMI). Los escollos que enfrenta la economía global, sumada a la actuación de los bancos centrales en un escenario de excesiva inflación y excepcional incertidumbre, están erosionando un crecimiento económico que se debilita por minutos.

Ningún cuadro macroeconómico en el mundo muestra lo que veíamos hace meses. Desde China hasta los Estados Unidos, pasando por toda Europa, así como el conjunto de economías del este, la economía se encuentra inmersa en una importante desaceleración económica que está matando el dinamismo económico que veíamos hace meses. Y la recuperación económica que estaba en curso y que pretendía devolvernos a 2019 y superar los registros de dicho ejercicio, hoy se encuentra muy debilitada y, en determinados casos, en un punto de inflexión. Pues la tendencia que vemos es bastante clara.

En resumen, la economía se apaga y Colombia, como cabe esperar, no es la excepción, pese a ese desmarque mencionado.

Para ver esto que comento, podemos observar algunos indicadores económicos que muestran esa tendencia citada, como el indicador de seguimiento a la economía (por sus siglas, ISE) que publica el servicio estadístico nacional.

En este sentido, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (por sus siglas, Dane) presentó hace escasos días el reporte relativo a julio, el séptimo mes del año. Si cogemos el dato y lo analizamos, veremos que la actividad económica creció un 6,41% en julio respecto al mismo mes del año 2021. Sin embargo, aunque la variación sigue en terreno positivo, esta se ubicó 2,2 puntos porcentuales por debajo de la presentada en junio de 2022, cuando creció un 8,6%. En otras palabras, el ISE de julio creció en el análisis, pero cayó un 0,3% si lo contrastamos con el dato de junio; cambiando la tendencia observada hasta la fecha.

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Así, la economía colombiana, o este importante indicador que trata de medir la evolución de la misma, ha comenzado una desaceleración anunciada y que, tarde o temprano, pretendía llegar a la economía colombiana. Como comentaba, los reajustes comienzan a darse en todo el planeta y, pese a que siguen dejando en buen lugar a la economía colombiana, ya muestran un importante reajuste a la baja que podría llevar a la economía colombiana a crecer menos de lo esperado. Y esto, en un escenario en el que Colombia debe enfrentar numerosas reformas, sacude a ese optimismo que percibíamos a principio de año.

Pues las previsiones nos dicen que, además de desacelerarnos, el suelo todavía no ha llegado. Los analistas de Bloomberg, por ejemplo, ven cada vez más complicada la situación para Colombia, augurando un 2023 nada positivo para el país. Atendiendo a los pronósticos que se ofrecen, pese a lo ocurrido este año, el 2023 será peor. Si las previsiones muestran un 2022 en el que la economía prevé crecer un 5%, las previsiones para 2023 muestran un menor dinamismo, pudiendo cerrar el año en el 4%. Como puede apreciarse, seguimos creciendo, pero la tendencia es la misma, es decir, cada vez más lentos.

En resumen, numerosas luces alumbraban el camino a la economía colombiana. Sin embargo, los sucesos que siguen perturbando a la economía están apagando, día tras día, muchas de estas luces. Sabiendo que aún no hemos visto el final del túnel, debemos estar muy pendientes de una situación que podría ser determinante para el futuro de esta economía.

Por: Francisco Coll Morales*
Francisco Coll Morales
*El autor es economista, responsable de educación económica y financiera en Rankia. Analista económico en más de 40 medios, nacionales e internacionales.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.