Colombia por muchas razones de diversa índole ha vivido una desaceleración significativa de su actividad bursátil, disminuyendo su profundidad y liquidez, factores estos necesarios para atraer inversionistas nacionales y extranjeros.
Difícil describir la inmensa importancia que tiene el mercado de capitales para todos los países, en especial los democráticos, donde se respeta la economía de mercado, que es a su vez el motor del crecimiento y desarrollo, y por ende la creadora del empleo en estos países.
El mercado de valores no es un sitio específico y mucho menos en esta época de la transición digital tan acelerada e invasiva. No, el mercado de capitales es más una actividad que nos permite acercar a los emisores, llámense gobierno, empresas consolidadas, empresas semilla, emprendedores y todos aquellos que requieran capital para llevar a cabo su sueño de crecer y desarrollarse, con los inversionistas y ahorradores, igualmente personas naturales y jurídicas, que buscan un retorno apropiado de sus capitales.
En el mundo entero hay victorias que reclamar por parte del mercado de valores. Prácticamente no hay empresa importante en cada país, que no haya crecido de la mano de inversionistas que la apoyan, teniendo al mercado de valores como escenario principal para lograr estos objetivos loables y necesarios para el crecimiento de los países.
No existe ninguna forma conocida distinta al desarrollo de los países, para disminuir la pobreza. La generación de empleo solo se logra con la iniciativa y el emprendimiento del sector privado, que por supuesto busca una recompensa a su atrevimiento y riesgo de crear empresa. No le temamos a aceptar que el capitalismo busca generar riqueza, pero esa riqueza se expande al país (socio del 35% de todas las empresas en Colombia, vía tributación) y también a sus trabajadores que tienen en ellas el camino al progreso personal y familiar. Es la expansión deseada de una clase media añorada.
Lea también: Los Genios de la Transformación Digital 2022 en Colombia
Pero transitemos de lo universal a lo local; Colombia por muchas razones de diversa índole ha vivido una desaceleración significativa de su actividad bursátil, disminuyendo su profundidad y liquidez, factores estos necesarios para atraer inversionistas nacionales y extranjeros.
A raíz de este hecho irrefutable, el gobierno anterior convocó a un grupo de expertos (6) a profundizar sobre los problemas y sus causas para tratar de encontrar la solución o parte de ella, el resultado de este estudio arrojó unas interesantes recomendaciones que se plasmaron en un proyecto de ley que infortunadamente no logró consolidarse, lo que le hubiera permitido al mercado acomodarse mejor en la búsqueda de resultados superiores.
Hasta aquí, no se debería perder la esperanza de una nueva propuesta de ley que nos apoye, sin embargo la nueva propuesta de reforma tributaria intenta grabar aún más tanto los dividendos, como las utilidades en la enajenación de las acciones, agravando aún más nuestra débil liquidez y profundidad.
Fuera de nuestra preocupación natural, nos inquieta que ad portas de una integración con las bolsas de Chile y Perú nuestra posición sea la más débil, para atraer inversionistas extranjeros, prestándose para ciertos arbitrajes indeseables.
Aprovechamos, pues, este medio para solicitarle al gobierno, un análisis más cuidadoso sobre las consecuencias negativas, para con nuestro mercado de valores en Colombia.
Por: Jaime Humberto López, presidente de Asobolsa.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
#NuestraRevista | Este es un recuento de los artículos publicados en nuestra edición de la revista Forbes Colombia de octubre. Si desea recibir esta información de primera mano en nuestra revista física, ingrese aquí para suscribirse.