La falta de comunicación entre el presidente Petro y su equipo de ministros ha sido un factor determinante en la crisis actual. según analistas.

Al dólar no hay quien lo pare. Esta mañana, superó los $5.000 por primera vez en su historia en medio de factores como la radicación de la reforma tributaria, aumento en los precios del petróleo, perspectivas de crecimiento económico en caída desde el banco central y cifras de desempleo que preocupan ante la reducida capacidad de generación de empleo ¿Qué podemos esperar?

El gran problema es que la devaluación del peso colombiano empata con unas perspectivas de recesión para 2023, que varían entre corta y leve a larga y desagradable, dependiendo del analista internacional al que se le pregunte. Estos desacuerdos en el panorama geopolítico no le ayudan a Colombia, que ya tiene un nivel de incertidumbre interno que preocupa a propios y extraños.

Para el Head of Investment Strategy de Casa de Bolsa, Juan David Ballén, se espera que la recesión de 2023 sea menos intensa en los países de Latinoamérica ya que el precio de los commodities se mantendría fuerte debido a la transición energética, la poca inversión realizada durante los últimos años, la crisis energética en Europa y la guerra entre Rusia y Ucrania.

Sin embargo, el experto recalcó que, si se mantiene la incertidumbre en el país y el dólar se mantiene al alza, la recesión global nos podría golpear un poco más fuerte en contraste con otros países de la región como Brasil o México. “Entre más suba el dólar presionará más al alza la inflación y las tasas de interés. Adicionalmente, encarecer la deuda externa teniendo en cuenta que se tendrán que girar más pesos por dólar para el pago de intereses y capital”, añadió.

Convierta a Forbes Colombia en su fuente habitual de Economía y Finanzas

En esto concordó el analista senior de divisas de Credicorp Capital, Juan Eduardo Nates, quien sostuvo que un dólar a $5.000 podría acentuar la recesión que se prevé para 2023. El problema de la debilidad de la moneda es que es un detonante de inflación, en momentos donde dicho indicador es el principal problema de los gobiernos. De ahí que las autoridades monetarias se vean obligadas a subir las tasas de interés para tratar de controlar la presión sobre los precios.

“Esto lo que está haciendo es desacelerar la actividad económica a propósito, entonces al ser un país importador en su mayoría, un dólar a $5.000 va a tener implicaciones directas sobre la inflación en Colombia, lo que implica nuevas subidas en tasas de interés y desestimulos al consumo, así como en las expectativas de producción y de ingresos de la actividad económica”, explicó.

También se debe tener en cuenta que Colombia presenta un déficit de cuenta corriente superior a US$5.000 millones, y la demanda por dólar creciente lo podría deteriorar más. La divisa sube sube debido a que la demanda supera a la oferta, y la forma más eficaz para que se estabilice es que disminuya la demanda, lo cual podría darse con un mensaje de calma por parte del gobierno en relación a su manejo de política económica, o aumentar la oferta, cuya expectativa se ha venido deteriorando por la prohibición de la explotación de petróleo en el país.

Al mismo tiempo, esta semana ha sido la muestra de que, en este momento, no hay un techo claro sobre la divisa. Según Nates, el país está teniendo una ruptura del $4.650 que había visto en julio, y las proyecciones que se han hecho hasta el momento llevaron a paradas de $4.770, $4.830, $4.890, $4.950 y $5.022, cifra que sería el siguiente techo. Estos niveles han sido respetados en esa subida.

¿Culpa de Petro?

El analista de Credicorp Capital celebró que el presidente Gustavo Petro haya tratado de salir a calmar los humos con el anuncio de la continuidad de los contratos de exploración de petróleo, carbón y gas, destacando esta acción como uno de los factores que están calmando al mercado.

No obstante, esto revela que la estabilidad del país depende en gran parte de esta comunicación donde Petro está saliendo a apagar ese incendio que él mismo provocó, y que el mismo gobierno ha generado con comunicaciones erradas y con propuestas que no han tenido el suficiente fondo, pero que el mercado empieza a analizar y a meter dentro de los precios los valores de estas propuestas.

Por ejemplo, anuncios como los impuestos a capitales golondrina para contener la salida de capital, la inflación y el mensaje que se da cuando el BanRep debe subir más de 100 puntos básicos frente a la postura del gobierno de incrementar solo 50 han sido complejos.

“Una inflación de 11,4% amerita una subida de 100 puntos básicos, sobre todo cuando la perspectiva no es a la baja sino alcista” destacó Nates.

Al mismo tiempo, comunicaciones como la de la ministra de Minas, Irene Vélez, referente a la explotación petrolera, o el tema de congelar los precios de la canasta familiar expuesto por la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, pueden acarrear un efecto inflacionario y generar inmediatamente mercados negros y contrabando.

Lea también: Ocampo dice que inversionistas extranjeros han vendido US$1.000 millones de deuda pública colombiana

“Claramente, esto afecta el libre mercado, y en últimas, la credibilidad sobre la economía y las propuestas que están haciendo en el gobierno a poco tiempo de su posesión”, añadió el analista de Credicorp.

Por otra parte, el CEO de Elemento Alfa, Andrés Palacios, destacó que la pérdida presentada en los títulos de tesorería (TES) en lo corrido del año está afectando los portafolios de corto plazo y de bajo riesgo, dado que no permiten mayor diversificación debido a sus reglamentos.

Lo anterior también afecta a las pensiones de perfil conservador, puesto a que tampoco han tenido la válvula de escape del dólar, y los TES hacen gran parte de su participación. En cuanto a los que están en moderado y pasan pronto a conservador también se van a ver afectados, pues así se devuelva el mercado en algún futuro, la posibilidad de recuperar las pérdidas producto de estos meses es difícil.

Otro aspecto preocupante es el tema de la deuda externa, que supera el 20% del PIB. Al respecto, Ballén sostuvo que el país se encuentra con un alto endeudamiento y no es aconsejable aumentarlo. “El alza que vienen presentado las tasas de interés, el dólar y la prima de riesgo encarece la deuda, por lo que no es apropiado asumir demasiada deuda en estos momentos”, dijo el experto.

Panorama internacional

El Business Indicator Component (BIC) es un indicador de pánico y de sentimiento de mercado que está al alza en este momento ante factores que le han impulsado a 32 puntos sin perspectivas de reducción. Entre los más destacados están la guerra entre Rusia y Ucrania, el riesgo de inflación a nivel global, el apretón que se está dando en la liquidez de acuerdo a la FED, y los temas energéticos, que van a afectar las inflaciones futuras en todo el mundo.

La recesión que se presentaría en 2023 está generando una demanda por dólares a nivel global. Sin embargo, el nerviosismo que se está presentando en el país está generando que en Colombia suba aún más. De ahí la importancia de dar un mensaje de calma a los inversionistas locales e internacionales.

“Las tasas en EEUU seguirán en aumento por que la FED también se encuentra luchando contra la inflación. En ese sentido, Colombia difícilmente podrá reducir las tasas, ya que aparte de controlar la inflación, se incentiva que la presión alcista sobre el dólar se modere al promover que se mantenga o incremente los flujos de capitales al país“, comentó Ballén.

Por su parte, Nates resaltó que el mensaje del gobierno colombiano ha sido equivocado y el mercado lo ha leído como una muestra de división entre él y sus ministros, revelando la desconexión de estos últimos con respecto a la situación económica global y a cómo las respuestas que ellos han tratado de dar se han reflejado en un efecto negativo para los mercados.

“Esta credibilidad es lo que afecta directamente a los inversionistas y a su visión frente a lo que va a suceder de aquí en adelante. Eso es lo que proyectan dentro de sus precios, y la compra masiva de dólares son inversionistas saliendo masivamente de Colombia en búsqueda de mayor estabilidad política“, concluyó.

Siga a Forbes Colombia desde Google News