La gran pregunta actual es cuál será el papel de cada uno para lograr un impacto a través de soluciones innovadoras que crearán un futuro más eficiente y sostenible desde hoy. Los retos producto de los cambios que trajo la pandemia, los problemas en las cadenas de suministro, las tensiones geopolíticas y el cambio climático acelerado en los últimos años son cada vez más visibles.

Las presiones actuales, como un contexto actual de alta volatilidad y de posible recesión, han afectado al sector energético y han resultado en subidas de precios de la energía, la sombra de apagones y una cadena de suministros incierta, como resultado cada vez son más los hogares y empresas impactados, es decir la sociedad en general.

En palabras de Saulo Spaolanse, Presidente Schneider Electric Andean Clúster, estamos en un punto de inflexión, es la primera vez que los objetivos a mediano plazo hacia la carbono neutralidad y combatir el cambio climático están alineados con la urgencia de los objetivos inmediatos de la transición energética.

“Si nos movemos rápido en esa transición podemos abordar dos de las principales preocupaciones, se trata de la resiliencia energética, seguridad energética y cambio climático. Conocemos los caminos para que la transición ocurra y se reduce a tres acciones clave. La primera, ahorro de energía y ser más eficiente en el consumo; la segunda, transición hacia lo eléctrico; la tercera, que el mix de suministro de energía sea más verde y con más electricidad, porque es el único camino hacia la descarbonización”.

Aunque el gran foco de la discusión parece estar solo en el suministro energético, como el salto a opciones renovables y una red donde haya más fuentes disponibles, la realidad es que es solo el 50%, la otra mitad está en la demanda, en las decisiones, desde las más pequeñas del día a día hasta cambios sustanciales tanto en la vida personal como en los negocios e industrias, ya que en buena medida las malas decisiones se traducen en pérdida de energía, dinero y más emisiones.

El Presidente recalca que todo lo que se haga de aquí al 2030 será lo que realmente cuente para cumplir los objetivos para evitar el calentamiento por encima de 1.5 grados, una de las metas es ahorrar entre 10 y 15 gigatoneladas de CO2, tres veces más de lo que se ha estipulado, y aquí las corporaciones serán clave para logarlo.

“Según una encuesta reciente, dentro de las empresas de Fortune 500 a nivel global solo el 8% están cumpliendo sus planes de sostenibilidad. También hicimos nuestra propia encuesta con más de 500 C-levels para entender por qué tomar acción parece difícil. Una de las razones más comunes fue la falta de datos, la desalineación entre los objetivos de stakeholders, falta de financiación, dificultad para cumplir regulaciones e incluso falta de habilidades de los colaboradores. Parece retador, pero es posible”.

La ecuación del futuro

Un acercamiento muy interesante que ha planteado Schneider Electric es lo que llaman la ‘ecuación del futuro’ que suma lo digital, para ser más eficiente, y lo eléctrico, para descarbonizar, y dar como resultado un mundo más sostenible.

Para la compañía, que se mantiene como líder en el ranking de sostenibilidad de Corporate Knigths, lo digital es el gran disruptor de cara a la eficiencia, esto apalancado, en parte, porque muchos comportamientos que se adquirieron en la pandemia se mantendrán en muchos espacios de trabajo, por ejemplo, las soluciones remotas desde reuniones hasta la operación de las industrias o la automatización de procesos o flujos de trabajo. Además, que la clave para que esto sea revolucionario es la integración de los procesos.

“Otro punto interesante es que la digitalización va mucho más allá y ya permite, por ejemplo, crear gemelos digitales para saber en el mundo ‘virtual’ cómo se comportará un sistema o infraestructura antes de llevarla al ‘mundo real’, esta idea se ha profundizado con nuevas tecnologías como Big Data, el Metaverso y la realidad virtual donde se crean espacios de trabajo integrados e innovadores en lo digital, Schneider Electric ya le apunta a eso y sus soluciones ya acompañan a compañías de talla mundial en el uso integrado de lo digital”.

El poder de lo eléctrico

El contexto actual obliga a que se tengan en cuenta todas las formas de energía disponibles tanto los fósiles como las opciones renovables y la electricidad, pero sin dejar de lado la necesidad de la descarbonización. Y allí la energía va a cambiar el tablero de juego tanto en el uso como en las fuentes de suministro.

“Una de las migraciones más conocidas hacia lo eléctrico son los vehículos, el número de unidades disponibles va a crecer exponencialmente en los próximos ocho años y se espera que tenga un gran impacto en las emisiones globales. Del lado del suministro el producir localmente con energía solar, eólica y otras micro redes nos permitirá que la fuente principal sea electricidad y podrá ser usada directamente, almacenarla o distribuirla, y es gracias a la digitalización que podemos hacer las conexiones entre esta gran variedad de fuentes, lo que va a revolucionar el uso eficiente de energía en las industrias y viviendas. Nos vamos a volver nuestra propia planta de producción de energía”.

Esto último cambiará radicalmente a los edificios, que son responsables del 38 % de las emisiones y consumen el 40 % de la energía del mundo. Al ser sus propios productores y consumidores serán más eficientes y sostenibles, e incluso podrán vender la energía extra que no usen a otros usuarios o empresas locales de energía.

Para Schneider Electric, en pocas palabras, el mundo digital se traduce en eficiencia, la electricidad lleva a la descarbonización y al combinar ambas se obtiene un camino hacia la sostenibilidad y a modelos de cero emisiones que incluyan tres pasos fundamentales: digitalizar y obtener datos, ser estratégicos con esa información y así crear soluciones de descarbonización, pero no en forma lineal, sino como un ciclo de mejora continua que se traduzca en más eficiencia, flexibilidad, resiliencia, innovación, rentabilidad y en acciones reales para llegar a un mundo más verde y sostenible.