Una de las dificultades que enfrentan las personas de condiciones socioeconómicas menos favorables es poder vincularse a un trabajo formal. El 24% de los encuestados afirmó que la compañía para la que trabajan tienen programas de reclutamiento focalizados en esta población.

Hace un tiempo que en el interior de las organizaciones se dio la conversación acerca de la relevancia de la diversidad, la equidad y la inclusión dentro del espacio de trabajo. El tema no podía seguir pasando por debajo de la mesa, menos en la actualidad cuando la identidad es cada vez más valorada.

El asunto, dicen los gurús de la reputación, es también un driver a la hora de hablar de goodwill de las empresas, siendo un factor que contribuye a fortalecer la cultura organizacional y la imagen que tienen los colaboradores de la compañía. Pero más allá del negocio, esa apertura es esencial para capturar a los mejores talentos y apoyar su crecimiento profesional.

Y aunque ha habido grandes avances en la materia, un estudio realizado por McKinsey & Company puso de manifiesto que todavía hay una deuda pendiente en lo que respecta a las estrategias para promover la inclusión de personas de distintas condiciones socioeconómicas.

Solo tres de cada diez empresas cuentan con acciones que tengan dicho enfoque, según revela el informe Why Socioeconomic Diversity Matters. Para hacer esta radiografía del tema, se consultó a más de 5.000 empleados mayores de 24 años, distribuidos entre seis países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Panamá y Perú. Asimismo, se entrevistó a 44 altos ejecutivos y líderes de estrategias de diversidad en las empresas.

Lo que contrasta con las expectativas que tienen colaboradores, quienes están a favor de que las empresas dediquen esfuerzos para beneficiar a la población en condición socioeconómica menos favorable. En el caso colombiano, el 66% de los trabajadores encuestados espera que sus empresas se involucren con la diversidad socioeconómica.

Lea también: ¿Trabajo ideal? Estos son los puestos digitales mejor pagos del momento

Puertas abiertas

“La diversidad socioeconómica puede proveer una base para las actividades de Diversidad, Equidad e Inclusión futuras. De esta manera, podremos crear valor significativo para los colaboradores, las empresas y la sociedad”, destacó María Carolina Helo, Socia de McKinsey & Company.

Una de las dificultades que enfrentan las personas de condiciones socioeconómicas menos favorables es poder vincularse a un trabajo formal. El informe de McKinsey & Company evidenció que desde ese primer momento deben implementarse acciones para favorecer la inclusión de este grupo.

Por ahora muy pocas lo hacen: el 24% de los encuestados afirmó que la compañía para la que trabajan tienen programas de reclutamiento focalizados en esta población.

Entre otros desafíos que encuentran, según la encuesta, se listan el acceso a posiciones corporativas, el desarrollo profesional y las posibilidades para emprender. Acerca del primer reto, el estudio halló que, en Colombia, apenas cuatro de cada diez trabajadores que han experimentado movilidad social llegan a dichas posiciones.

Respecto al crecimiento profesional, se identificó que apenas el 45% de los trabajadores en condiciones socioeconómicas menos favorables sabe cuáles compañías ofrecen oportunidades de desarrollo de carrera.

Y de puertas para adentro, después de la vinculación a la compañía, la capacitación en habilidades específicas se convierte en una prioridad. El dominio del inglés es crítico, como reveló el estudio, pues solo el 35% de los empleados en ese grupo socioeconómico afirmó hablar inglés.

Más noticias en nuestra sección especializada de Capital Humano.