Santiago Covelli, CEO de Lulo Bank, dijo a Forbes que están explorando productos de transferencias internacionales y de inversión, mientras que anuncian que las cuentas de ahorro en el neobanco tendrán rendimientos de hasta 8% efectivo anual.

Hay algo que tiene Lulo Bank que no tiene ninguna compañía que haya nacido como fintech en Colombia: una licencia bancaria otorgada por la Superintendencia Financiera. Eso les da un potencial de crecimiento para ofrecer decenas de productos para personas y para empresas, pero el neobanco ha decidido enfocarse inicialmente en dos: cuentas de ahorro y entrega de créditos de libre inversión.

“Tener una licencia bancaria implica un entendimiento de 1.800 normas”, sostiene su CEO Santiago Covelli. “El camino que vemos es cómo hacemos esto diferente, cómo construimos disrupción digital, cómo transformamos una industria y cómo la tecnología puede generar eficiencias. Un colombiano quiere un banco sin fricciones, quiere que le cuiden su dinero, que crezca en el tiempo, que le devuelvan y que no le quiten. La industria es ineficiente por cómo está estructurada. Nosotros tenemos más de 400 empleados directos con la oportunidad de construir desde cero”.

El neobanco cofundado por Jaime Gilinski y Benjamin Gilinski, que decidieron crear un banco digital desde cero a pesar de ser los principales accionistas de GNB Sudameris, está valuado en US$400 millones, luego de haber recibido una inyección de capital de US$200 millones de International Holding Company.

La diferencia que tiene con cualquier otro banco, es que no tiene oficinas, ni tampoco un legado de décadas anteriores, lo que le permite tener una infraestructura sobre la nube, soportada por plataformas como Mambu, Microsoft Dynamics, Novapayments y Zendesk.

“Somos el único banco del país con cuentas a cero costo, retiros a cero costo, con la tecnología que da la capacidad de transformar el ciclo y entregárselo al usuario. Somos la siguiente generación de bancos, vemos un proyecto a 10 o 100 años”, apunta Covelli.

Así, en su primer año de operación, han llegado a 200.000 usuarios con cuentas de ahorro y al desembolso de US$40 millones en 21.000 préstamos de libre inversión. En las cuentas, empezará a ofrecer rendimientos de hasta 8% efectivo anual a quienes tengan depósitos de más de 3.5 millones de pesos colombianos.

Jaime Gilinski, cuya fortuna de US$3.600 millones en cálculos de Forbes lo ubica como el tercer hombre más rico de Colombia, le dijo a Forbes este año que el plan es llegar a dos millones de clientes en un horizonte de tres años.

Aunque plataformas como Nequi, Daviplata, Rappi Pay, Nubank, Ualá y Mercado Pago han tenido auge en ciertos segmentos, como el de las billeteras digitales y el de las tarjetas de crédito, Lulo Bank dice que va por el usuario que no aguanta más tener una experiencia llena de fricciones con su banco y que su competidor natural son los grandes bancos.

“En los primeros seis meses buscamos tener una infraestructura base sólida para mostrar a la industria y los usuarios qué es ser un banco digital. Tenemos sistemas de puntaje alternativos que miran comportamientos de los usuarios y que nos ayudan a jalar información de 300 puntos, que se convierte en un árbol de decisión de 700 variables para ofrecer los créditos”, afirma Covelli.

En estos primeros meses se ha notado que en algunos comercios Lulo Bank aún no está disponible para pagos con PSE, pero el neobanco dice que es un proceso gradual de habilitación que no depende de ellos que le han notificado a ACH para que se acelere.

Otro punto que están es explorando es el de los productos de transferencias internacionales, que en Colombia se usan principalmente para las remesas y en productos específicos de inversión.

“Estamos explorándolo desde las partes más tradicionales, como el sistema SWIFT, hasta temas modernos como Paypal y Blockchain. Creemos que nuestra visión de producto es el de profundización, en cómo profundizamos más servicios, en vez de tener un extenso portafolio”, dice Covelli.

Uno de los atributos que ha atraído a la audiencia de Lulo Bank, que opera sus tarjetas con Mastercard, es que hace devolución del 4×1000 de hasta 2.5 millones de pesos y está devolviendo el 0,5% en cashback, que en 2023 podría ascender a 2% -que sería el más alto de la industria, en comparación con el de 1% de RappiCard- para algunas categorías.

Forbes ha podido establecer que el plan de Lulo Bank es convertirse en una plataforma regional que en el futuro se expanda a Paraguay, Perú, Ecuador y Panamá, donde los Gilinski tienen negocios.

Este nuevo banco digital ingresó recientemente al gremio Colombia Fintech y tiene intenciones de sumarse también al gremio de los bancos, Asobancaria.

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