Como resultado, el sitio web y la aplicación de la cadena farmacéutica no están disponibles.

Audifarma, una de las cadenas de farmacias más grandes de Colombia, admitió este lunes que fue víctima de un ciberataque a su infraestructura tecnológica. En respuesta al ataque, la empresa deshabilitó los servidores físicos y virtuales para proteger la información de la organización y sus usuarios. Como resultado, el sitio web y la aplicación de la empresa no están disponibles actualmente.

Según Giovanny Mesa, gerente general de Audifarma, la empresa activó de inmediato sus protocolos de seguridad informática apenas se identificó el ataque. La compañía también afirmó que ha implementado un plan de contingencia para garantizar que los centros de atención puedan continuar dispensando los medicamentos necesarios.

Para resolver la situación, Audifarma dijo está recibiendo el apoyo de empresas multinacionales especializadas en ciberseguridad. La empresa está trabajando con estos expertos para analizar todos sus sistemas informáticos con el fin de encontrar una solución y restablecer el servicio normal para todos los usuarios. La empresa también aseguró que cuenta con todos los mecanismos de seguridad y respaldo necesarios para salvaguardar la integridad de la información.

Audifarma también anunció que emprenderá acciones legales y enfatizó que condena enérgicamente este tipo de ciberataques contra empresas del sector, ya que atentan contra la salud de todos los colombianos.

Este ataque a Audifarma es solo uno de tantos que se han venido intensificando desde año pasado, con empresas como EPM, Sanitas, Afinia y Viva también recuperándose de ciberataques a sus sistemas. Se desconoce si el de Audifarma, como los otros, es un atque de ransomware que secuestra datos. Un reporte de la firma Lumu Technologies advirtió que en 2022 Colombia registró un incremento de 133% frente a 2021 en el número de organizaciones afectadas por este tipo de ataques que están orientados a crear interrupciones de las operaciones al tiempo que le permiten a los atacantes monetizar el compromiso de las redes a través de distintos tipos de software malintencionado.