¿Cómo probar que se ha evitado la deforestación? Esa es una cuestión que muchos países no han podido resolver, pese a varios intentos no tan limpios.

El paradigma actual que manejan muchos gobiernos tropicales al estructurar su política pública para evitar deforestación, se asienta en pedir cooperación internacional, por medio de un mecanismo llamado REDD+, basado en las emisiones de dióxido de carbono evitadas. REDD+ es un programa de pago por resultados, en donde los países acceden a fondos de cooperación solo si pueden probar que han logrado evitar deforestación. Esta medición se hace en base a la pregunta: ¿Cuál habría sido la deforestación en ausencia del programa gubernamental? O sea, una línea base. Al proyectar una línea base con una deforestación inflada, se estarían recibiendo recursos sin merecerlos, o cómo se dice, aire caliente.

Este mecanismo ha sido transformado por el mercado privado del carbono, con unas reglas distintas, para emitir créditos, o “bonos”, de carbono. Se buscan territorios que tengan, al menos en papel, un alto peligro de deforestación y se crea un proyecto. Esencialmente, el mecanismo es el siguiente: 1) Una organización certificadora establece una metodología, en referencia a cuáles son las condiciones y los limitantes para proyectar una línea base en un proyecto específico y cumplir otros requisitos técnicos y metodológicos para hacer un proyecto REDD+. 2) Los desarrolladores, que buscan financiar su proyecto por medio de la cantidad de créditos, y por ende tienen un alto interés en inflar su línea base, estructuran un proyecto en base a la metodología de la certificadora y lo validan con una auditora externa.

Ni la certificadora, ni el desarrollador del proyecto, ni el auditor, son organizaciones públicas. Todas son ONG’s o empresas privadas que se dedican a este “negocio”. La certificadora más famosa del mundo, Verra, quién se le reconoce por tener los estándares más confiables, está recientemente en el ojo del huracán, pues unos estudios muestran que más del 90% de sus créditos de carbono REDD+, son aire caliente.

Los proyectos con mejor reputación en Colombia han sido los del pacífico, financiados por la cooperación internacional estadounidense, USAID, y certificados por Verra, en consejos comunitarios de comunidades afro, donde pareciera que todo ha sucedido bastante bien. Dos estudios, uno construido por la Universidad de Cambridge y otro por la Universidad de VU de Amsterdam, estudian estos proyectos por medio de tres metodologías diferentes, y los resultados de éstas muestran que estos proyectos están, todavía actualmente, vendiendo aire caliente. Vale la pena aclarar que el gobierno nacional ha intentado regular este mercado de diversas maneras, pero pareciera por estas estadísticas, que todavía sin éxito. El gran problema, es que en este caso no hay nadie haciendo nada ilegal, solo siguiendo con precisión unas reglas de juego estipuladas. No hay espacio en esta columna para explicar toda la minucia técnica, pero por medio de ésta espero hacer un llamado para que la conversación sea cada vez más del dominio público.

Por: Daniel Gutiérrez Patino*

*El autor es fundador de Saving The Amazon

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.