El primer programa contemplado en el PND apunta a la compra de hasta 500.000 hectáreas de tierra fertil por $5 billones.
Con un texto de 200 páginas que incluye la hoja de ruta del gobierno y metas a corto, mediano y largo plazo, el presidente Gustavo Petro radicó el proyecto de ley del Plan de Desarrollo 2022-2026 (PND), cuyas bases centrales serán la paz total, justicia social y justicia económica para hacer de Colombia una “potencia mundial de la vida”.
Firmado por el presidente Petro; el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Jorge Iván González; y el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, el PND se construyó con la participación de más de 250.000 colombianos en los Diálogos Regionales Vinculantes. Asimismo, más de 89.000 propuestas ciudadanas fueron entregadas por habitantes de más 1.100 municipios en 2.115 mesas temáticas.
“El PND se dedica a construir justicia social y justicia ambiental en Colombia (…) Un acuerdo nacional es necesario e imprescindible, pero no para arrodillar al pueblo y hacer negocios sobre el sacrificio popular. Es para que las reformas permitan que los derechos se le garanticen hasta el último colombiano”, dijo el presidente Petro durante el acto de presentación.
Para que se convierta en ley, el Congreso de la República tiene hasta el 7 de mayo para analizar, estudiar, debatir y aprobar el documento, cuyo articulado estima una inversión de $1.154 billones para los próximos cuatro años. Dicha cifra estará repartida entre $744 billones para temas relacionados con la seguridad humana y la justicia social; $136,5 billones para la convergencia regional; $114 billones para la transformación productiva y acción climática; $47 billones para el derecho humano a la alimentación; y $28 billones para el ordenamiento del territorio alrededor del agua.
Y es que esta discusión no solo estará centrada en las bases y el articulado del PND para lograr “el avance que representa este gran proyecto”, de acuerdo con Ocampo. Adicionalmente, las negociaciones también implican discutir el plan plurianual de inversiones para Colombia. Todo lo anterior pasará por la Cámara de Representantes, donde se “definirá e impulsará la posibilidad del gran acuerdo nacional”, según Petro.
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“Los ejes de tranformacion del cambio estan inscritos en el PND para darle soberania alimentaria y justicia asicla a los mas vulnerables. reducir pobreza multidimensional en un solo dígito, poner a Colombia como lider en transicion energetica, y dar herramientas a las regiones para reducir brechas socioeconomicas”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero.
En ese orden de ideas, el primer proyecto apunta a que el campesino pueda tener espacios para cultivar alimentos y disminuir el hambre en el país. Dicho rubro tendreá una partida del presupuesto nacional de hasta $5 billones para comprar entre 400.000 y 500.000 hectareas de tierra fertil que pasen a decenas de miles de familias campesinas. “A eso le llamo justicia social”, agregó el mandatario, quien también destacó propuestas como la construcción de 230.000 km de vías campesinas o terciarias.
Bajo este panorama, González aseguró que este será el primer PND del país que coloca el territorio en primer lugar. “Que hayamos hecho entre todos esta apuesta nos permite pensar que es posible un país distinto y que podemos avanzar en cambios estructurales. Proponer grandes estrategias, de romper dinámicas sectoriales, de unir el presupuesto en función de proyectos de largo plazo. Pasamos de una democracia deliberativa, participativa a una representativa”, comentó.
Con este plan de desarrollo, Petro subrayó que el país está invitando a los capitales extranjeros a construir la red ferrea nacional, granjas solares y parques eólicos con la enorme potencia colombiana de sol y vientos. “Estamos invitando a hacer grandes plantas para producir hidrógeno verde (…) Podemos potenciar nuestros puertos para que los cargueros dejen de cargar carbón y los reemplacen por los combustibles limpios”, añadió.
Por su parte, la vicepresidenta Francia Márquez destacó que ‘Colombia, potencia mundial de la vida’ no es más que los deseos de un pueblo, de la niñez colombiana que participaron activamente en los espacios de diálogos vinculantes. “Las propuestas plasmadas son aspiración de las comunidades cuya voz se puso por primera vez en este espacio de diálogo nacional”, explicó.
Las reformas
El presidente del Senado, Roy Barreras, manifestó estar “absolutamente comprometido” con la vida y las reformas sociales, entre las que destacó los proyectos dirigidos a la salud, los esquemas laboral y pensional, así como la ley de sometimiento. a la Justicia. Una vez que los demas ministros cumplan la tarea de radicar sus proyectos en los proximos dias, el Congreso está listo para trabajar.
Con respecto a la reforma a la salud, una de las más cuestionadas por la ciudadanía y algunos sectores políticos, Petro sostuvo que el problema apunta a que “mi ventaja y mi privilegio no ha sido los del niño en Chocó, del campesinado en los pueblos de los campo, la gente en Ciudad Bolívar o de la mayoría del pueblo caribeño”
¿Porque yo tengo el privilegio, deberíamos tener un modelo de salud que excluye a los demás? La respuesta es no”, aseveró el presidente, quien añadió que “lo mismo puedo pensar de la pensión o del mundo laboral”. Al respecto, la vicepresidenta Márquez complementó diciendo que la salud debe dejar de ser un negocio y conviertirse en un derecho fundamental para todos los colombianos.
Estas reformas también vienen motivadas por las angustias derivadas de una situación económica que surge en medio de “circunstancias de guerra que están a punto de desatar una conflagración mundial“. Bajo esa perspectiva, Petro recalcó que “desde este país queremos hablar en tonalidades de paz”, asegurando que esas circunstancias deben llevarnos a una profunda reflexión.
Para el mandatario, dicho proceso deja una conclusión importante: es necesario romper las inercias, y lograr que los Gobiernos de los presidentes “no sean solo la ejecución de los planes del presidente pasado”. Ese último fragmento representa una frase célebre del expresidente Julio César Turbay Ayala con la que Petro se mostró en desacuerdo durante su discurso.
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“Con su respeto, no queremos eso, y para cambiar debemos romper la inercia y avernturarnos a lo nuevo en la administración pública, y eso es gobernar con los movimientos sociales y la gente, no dentro de estos palacios fríos”, apostilló.
Parte de este cambio significa producir, que es la base de la riqueza y que está consignado en el PND. Todo esto para que Colombia vuelva a ser una sociedad productiva y rica mediante la economía popular, que es la del campesino y de las calles y qe representa la mitad de la población colombiana, conducida y casi obligada al rebusque.
“Ahi podemos construir una potencialidad económica si la empoderamos en terminos de capital de crédito, de tierra para el campesino y de fibra óptica para toda la población: si les damos poder en los saberes y la educación, podremos repotenciarnos económicamente y de manera permanente”, sentenció el presidente.
Para González, el que estas expectativas se puedan convertir en realidad y empiecen a serlo depende de este proceso complejo que comenzamos hoy con el Congreso. Si queremos cambios estructurales, debemos definir proyectos estructurales (…) Creo que Colombia espera que le apueste a grandes proyectos, sin ellos no podemos empezar el camino para que Colombia sea una potencia mundial de la vida“, dijo González.
“Un país que no quede rezagado con las exigencias del mundo globalizado y turbulento del siglo 21 y que sea lider regional. Este es el mecanismo que junto a las reformas del cambio permitira hacer realidad lo que claman la mayoría de ciudadanos”, concluyó Racero.