Colombia le autorizó a la compañía el uso del espectro por 20 años.

El servicio de internet Starlink, de SpaceX, propiedad del magnate tecnológico Elon Musk, ahora está disponible en toda Colombia, confirmó la compañía.

Con su flota de satélites que pone en órbita semanalmente, este proveedor de internet satélital está expandiendo rápidamente su cobertura. Una semana atrás el servicio fue activado en Perú, mientras que Chile fue el primer país en acceder al servicio de Starlink para conectar a comunidades rurales desde septiembre de 2021, seguido por Brasil, luego de que el mismo Musk se reuniera con el expresidente Jair Bolsonaro.

Starlink obtuvo una autorización del Gobierno de Colombia para hacer uso del espectro en el territorio nacional durante 20 años.

Durante el primer trimestre de este año SpaceX pretende conectar también a Ecuador y Panamá, para el segundo trimestre pretende conectar a Costa Rica y El Salvador. El servicio de internet podría expandirse a áreas en Honduras, Guatemala, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Argentina en algún momento para 2024.

Los precios:

Starlink cobra $210.000 (en pesos colombianos) mensuales con un pago único inicial de $2.200.000 para para el equipo que recibe la señal. Las velocidades promedio son de 130 Mbps, oscilando entre 50 – 200 Mbps dependiendo de su ubicación.

En contexto:

Los satélites de Starlink orbitan más cerca de la tierra que los de otros competidores, lo que permite que la latencia (tiempo en el que tarda llegar una conexión) sea menor. En los últimos seis meses se han agregado nuevos satélites a un ritmo de más de 20 por semana, en promedio.

La mayoría de los provedores de internet satelital utilizan grandes satélites que orbitan a 36.000 km. A tal altura, un satélite parece estar quieto en el cielo, y esa ventaja le permite servir a usuarios repartidos en áreas muy grandes. Pero incluso si un satélite de este tipo es grande, la cantidad de ancho de banda que puede asignar a cada usuario suele ser bastante limitada.

Las órbitas utilizadas por los satélites mucho más pequeños de Starlink son mucho más bajas: alrededor de 550 km. Esto significa que el tiempo entre que un satélite dado se eleva sobre el horizonte y se vuelve a poner es de solo minutos. Para asegurarse de que la cobertura sea continua, se requieren muchos satélites, lo cual es una molestia. Debido a que cada satélite sirve solo a un área pequeña, el ancho de banda por usuario puede ser alto. Y la latencia del sistema, el tiempo que tardan las señales en llegar a un satélite y volver a la Tierra, es mucho menor que la de los satélites de alto vuelo.

SpaceX opera aproximadamente 3.582 satélites Starlink que brindan servicio a más de un millón de suscriptores en todo el mundo. La compañía tiene aprobación para lanzar hasta 7.500 satélites Starlink más que contarán con tecnología de banda ancha de segunda generación (Gen2) mejorada para aumentar las capacidades de internet.

Hay más por venir. SpaceX está trabajando en una nave espacial mucho más grande que el Falcon 9 -la nave reutilizable que permite enviar satélites- y completamente reutilizable llamada Starship que sería capaz de lanzar unos 400 Starlinks a la vez y, por lo tanto, llevar la constelación de miles de satélites a decenas de miles.

El primer intento largamente retrasado de llevar una Starship al espacio y regresar se espera para este año. El programa ha visto fallas explosivas en el pasado y bien puede hacerlo en el futuro; entre otras cosas, las naves espaciales tendrán que volver a entrar en la atmósfera a velocidades mucho más altas que la primera etapa de un Falcon 9.