El país llega al 2023 como uno de los destinos más atractivos e importantes de la región. Así se ve el futuro del sector turístico.
Colombia se ha propuesto convertir el turismo en uno de sus principales activos. Por eso, tras cerrar un 2022 con una recuperación bastante notoria, la expectativa está en continuar por esa senda y apostarle a ganar en la competencia por los turistas extranjeros.
Según explica el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña, lo que se espera es que el fortalecimiento del dólar juegue un papel importante en esa meta. “Para el sector de turismo un aumento en la tasa de cambio se traduce en una oportunidad de atraer más visitantes, debido a que la devaluación del peso colombiano hace que el país se abarate como destino para visitantes extranjeros”. Además, dice, al ser más caro para los colombianos salir al exterior, se privilegian los destinos al interior del país.
‘Llenar la casa’: la meta
El sector hotelero alcanzó niveles de ocupación similares a los de prepandemia. Según la Encuesta Mensual de Alojamiento (EMA) del Dane, al fin de 2022 la tasa de ocupación de alojamiento fue cercana al 60%.
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Para Gustavo Lovera, gerente general del Hotel W, el año pasado podría dividirse en dos momentos: el primero, cuando persistían alertas por nuevas variantes del coronavirus y en el que la recuperación del sector se veía un poco lenta; y el segundo, en que la tendencia positiva siguió al alza. Estiman que el 2022 cerró para ellos con una ocupación por encima del 60%.
De su parte, Juan Fernando Stozitzky, vicepresidente financiero de la cadena colombiana Movich Hotels, destaca que ha sido el mejor año en ventas y utilidades en una década en el mercado, con un aproximado de $150.000 millones en ventas y una tasa de ocupación consolidada -de sus ocho hoteles- del 63%.
“Si extrapolo los resultados de la cadena, que creo es una radiografía muy cercana a la realidad, creo que este ha sido por mucho el mejor año en el sector hotelero en Colombia”, añade.
Vientos a favor
Para navegar en el nuevo año, las expectativas están puestas en el potencial del país en cuanto a la oferta turística se refiere, y el atractivo que mantiene como destino económico de la región. Si el viento sopla a favor, la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato) estima que durante el 2023 ingresarán al país entre 4,9 y 5,1 millones de visitantes no residentes, correspondiente a un incremento de entre el 6% y 10% frente a 2022.
“Lo anterior, se presentaría bajo un escenario con aspectos como las expectativas de un dólar alto que incentive la llegada de extranjeros; de continuar con el apoyo a los empresarios para asistir a ferias de turismo internacionales para atraer turistas de otros países y promocionar a Colombia; de sumar acciones para mejorar la imagen país; y de incentivar los viajes hacia lugares con vocación turística”, apuntan.
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Una de las prioridades para los actores que lo conforman será doblar los esfuerzos para aprovechar el impulso que ha tenido en el último año y consolidar tendencias que han tomado fuerza en Colombia.
“Es un buen momento para explotar las habilidades de las agencias de viajes en la estructuración y comercialización de paquetes turísticos atractivos y con condiciones que favorezcan al viajero”, afirman desde ANATO. Otro factor que será crucial es la creatividad; esto para hacerle frente a otras condiciones como el alza de los precios en los tiquetes o el regreso del IVA a los servicios turísticos.
Stozitzky, vicepresidente financiero de Movich Hotels, señala que será importante la articulación de diversos frentes para la promoción turística del país a nivel internacional, con miras a regresar e inclusive superar las cifras récord obtenidas en 2019, previo a la pandemia.
Vive Colombia, viaja por ella
En la más reciente edición de Fitur, una de las ferias de turismo más importante de Iberoamérica, Colombia fue catalogada como uno de los destinos más atractivos, por su riqueza natural y cultural. Allí la biodiversidad fue exaltada como ventaja estratégica.

El turismo de naturaleza es una de las tendencias más fuertes y una apuesta de las entidades de promoción para conquistar a los extranjeros; según Jorge Ballen, director del parque temático Panaca, luego de la pandemia, la demanda de estos servicios se mantiene, por la necesidad de las personas de volver a conectarse con lo natural, tras pasar horas y horas detrás de las pantallas.
“Lo marca y lo define el mercado. La humanidad llega al siglo XXI sin tecnología, sin plataformas, sin aplicaciones, nada de eso, y luego hace un paso del campo a la ciudad y pasa de ser la población mayormente rural a urbana. En la medida en que más se dependa de la tecnología, más se necesita el disfrute de lo simple”, destaca.
Colombia, resalta Ballen, es quizá el país de América Latina con mayor potencial para el turismo de naturaleza y rural, no solo por su biodiversidad, sino también por su cultura gastronómica, social y artesanal.
Así lo tiene claro el Gobierno, que avanza en estrategias para que los viajeros se familiaricen con el concepto de turismo sostenible. “En el marco de la política a través de la cual se regirá el turismo en el país en los próximos años, se busca promover la justicia ambiental en el sector, desarrollar estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático y fomentar la economía circular, fortalecer la sostenibilidad turística y que el sector turístico pueda configurarse como una alternativa para la transición de territorios dependientes de economías extractivas e ilícitas”, señala el ministro Umaña.
Stozitzky, de Movich, cuenta que una lección aprendida de la pandemia fue que tenían que estar preparados para operar tanto para un segmento de turismo particular como para uno mucho más corporativo.
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Con la presencialidad, han vuelto también los viajes a las empresas, lo que ha implicado una recuperación del sector corporativo. “Ese ese mercado este año se va a terminar consolidando y va a volver a niveles cercanos a la prepandemia”, dicen desde la cadena.
“Al final, el cara a cara no se reemplaza con nada y sobre todo para hacer negocios; entonces lo que vimos fue que empresas grandes, que al principio estaban un poco celosas de mover a su gente, una vez que empezaron a hacerlo se vinieron con todo”, indica Lovera, gerente general de Hotel W.
Sobre el turismo particular, los hoteleros centran su atención en dos mercados, el nacional y el extranjero. En principio están más volcados hacia el mercado internacional, por lo rentable que puede ser la entrada de turistas extranjeros al país. Para Lovera, hay un nicho de personas que visitan constantemente Colombia, especialmente Bogotá, que se va a mantener, e incluso crecer un poco, pese a los signos de desaceleración.
Los ejecutivos coinciden en que el 2023 será una gran oportunidad para fortalecer la oferta para el turismo local, debido a que las condiciones actuales, como el ajuste del IVA a la tarifa plena, el alza de la inflación y la devaluación de la moneda, hace más costoso ir al exterior. El desafío será diseñar estrategias y un portafolio de experiencias que motiven a los colombianos a conocer más de su país y que a su vez sea atractivo para el mercado internacional.
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